2005
Por qué nos regocijamos: Un programa de Pascua de Resurrección
marzo de 2005


Por qué nos regocijamos: Un programa de Pascua de Resurrección

Véase Mateo 26–27; Lucas 22–24; Juan 18–21; 3 Nefi 8–11.

Nota: Se necesitarán tres narradores (o si lo desea, escoja a varios niños para que actúen como narradores). Si es posible, se podrían utilizar las láminas de la revista Liahona o de Las Bellas Artes del Evangelio (BAE). Las canciones que figuran abajo son sugerencias; se podrían utilizar otras canciones o himnos que se enfoquen en el Salvador.

CANCIÓN: “Sublime Salvador” (Liahona, octubre de 1998, págs. A4–A5).

PRIMER NARRADOR: Muestre BAE 227—Jesús ora en Getsemaní.

Jesús nos ama tanto que dio Su vida para pagar el precio por nuestros pecados.

SEGUNDO NARRADOR: Él dijo: “Porque he aquí, yo, Dios, he padecido estas cosas por todos, para que no padezcan, si se arrepienten” (D. y C. 19:16).

TERCER NARRADOR: La vida perfecta de Jesús, Su sufrimiento en el Jardín de Getsemaní, Su muerte en la cruz y Su resurrección son parte de la Expiación, la cual hace posible que todos vivamos otra vez con Él.

PRIMER NARRADOR: Por eso nos regocijamos; somos felices y demostramos cuán agradecidos estamos cuando nos regocijamos.

SEGUNDO NARRADOR: Muestre BAE 228—La entrega de Jesús.

Poco después de que Jesús sufrió en el Jardín de Getsemaní, fueron personas malas con espadas y palos a arrestarlo. Lo llevaron a los sacerdotes principales, a los élderes y a los escribas, quienes querían que muriera.

TERCER NARRADOR: Entonces lo llevaron ante un líder romano llamado Pilato, quien tenía la autoridad para matarlo. La gente le dijo a Pilato que Jesús había cometido muchos delitos y que debía morir.

PRIMER NARRADOR: Pilato no les creyó; él sabía que Jesús era inocente y quería dejarlo ir.

SEGUNDO NARRADOR: El pueblo exclamó: “¡Crucifícale, crucifícale!” (Lucas 23:21).

TERCER NARRADOR: Finalmente, Pilato les dijo a los soldados que crucificaran a Jesús.

PRIMER NARRADOR: Muestre BAE 230—La Crucifixión.

Jesús sufrió muchas horas en la cruz.

SEGUNDO NARRADOR: Entonces Jesús exclamó a gran voz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23:46).

TERCER NARRADOR: Jesús murió.

PRIMER NARRADOR: El cielo estaba oscuro; un gran terremoto estremeció la tierra.

SEGUNDO NARRADOR: Los discípulos y los amigos de Jesús estaban muy tristes.

CANCIÓN: Empiece a tararear o a tocar suavemente “En la Primavera” (Liahona, abril de 1995, pág. A13).

TERCER NARRADOR: Después de tres días, el espíritu de Jesús volvió a Su cuerpo; Él había sido resucitado.

PRIMER NARRADOR: A causa de la resurrección de Jesús, todo aquel que muere puede volver a vivir, teniendo unidos el cuerpo y el espíritu.

CANCIÓN: Segunda estrofa de “En la Primavera” (Liahona, abril de 1995, pág. A13).

SEGUNDO NARRADOR: El Señor resucitado se apareció a muchas personas.

TERCER NARRADOR: Muestre BAE 233—María y el Señor resucitado.

La primera fue María Magdalena, quien amaba mucho a Jesús y se alegró al verlo.

PRIMER NARRADOR: Muestre BAE 234—Jesús muestra Sus heridas.

Más tarde, Jesús apareció a Sus discípulos, quienes tocaron las heridas de Sus manos y Sus pies. Lo vieron comer, lo vieron otra vez vivo y se regocijaron.

CANCIÓN:“Él murió para que yo pueda vivir” (Liahona, abril de 2005).

SEGUNDO NARRADOR: Así como en Jerusalén se había desatado una terrible tormenta cuando Jesús murió, hubo una tormenta aún más terrible en las Américas.

TERCER NARRADOR: Terremotos, incendios e inundaciones destruyeron muchas ciudades. Las montañas fueron arrasadas.

PRIMER NARRADOR: El cielo se oscureció; las velas no prendían; el fuego no se encendía y nadie podía ver nada.

SEGUNDO NARRADOR: Los nefitas tuvieron miedo y empezaron a llorar. Habían muerto muchos de sus familiares y amigos.

TERCER NARRADOR: Sus hogares fueron destruidos y deseaban haberse arrepentido de sus pecados. Durante tres días lloraron en la oscuridad, entonces…

PRIMER NARRADOR: …oyeron una voz apacible que decía: “…soy Jesucristo, el Hijo de Dios… Por tanto, al que se arrepintiere y viniere a mí… yo lo recibiré… He aquí, por éstos he dado mi vida, y la he vuelto a tomar; así pues, arrepentíos y venid a mí, vosotros, extremos de la tierra, y sed salvos” (3 Nefi 9:15, 22).

SEGUNDO NARRADOR: Cuando por fin terminó el tercer día, la luz volvió a la tierra. Los nefitas se regocijaron y alabaron a su Redentor.

TERCER NARRADOR: Un tiempo después, muchas personas se reunieron en el templo en la tierra de Abundancia y hablaron acerca de los cambios que habían ocurrido.

PRIMER NARRADOR: Hablaron en cuanto a Jesús.

SEGUNDO NARRADOR: De pronto, se oyó otra voz; era una voz suave. La gente escuchó con atención la voz de nuestro Padre Celestial.

TERCER NARRADOR: Él dijo: “He aquí a mi Hijo Amado, en quien me complazco, en quien he glorificado mi nombre: a él oíd” (3 Nefi 11:7).

PRIMER NARRADOR: Muestre BAE 315—Cristo se aparece a los nefitas.

Los nefitas miraron hacia arriba y vieron a Jesús, que descendía de los cielos.

SEGUNDO NARRADOR: Jesús dijo: “Levantaos y venid a mí, para que metáis vuestras manos en mi costado, y para que también palpéis las marcas de los clavos en mis manos y en mis pies, a fin de que sepáis que soy el Dios de Israel, y el Dios de toda la tierra, y que he sido muerto por los pecados del mundo” (3 Nefi 11:14).

TERCER NARRADOR: Los nefitas fueron hacia Él y palparon las heridas de Sus manos, de Sus pies y de Su costado.

SEGUNDO NARRADOR: “¡Hosanna!”, exclamaron. “Bendito sea el nombre del Más Alto Dios!” (3 Nefi 11:17).

CANCIÓN: “Hosanna de Pascua” (Liahona, abril de 2003, págs. A8–A9).

PRIMER NARRADOR: Muestre BAE 227—Jesús ora en Getsemaní.

Jesús nos ama tanto que pagó el precio por nuestros pecados; también hizo posible que viviéramos de nuevo después de la muerte.

TERCER NARRADOR: Es por eso que nos regocijamos cuando pensamos en Él; es por eso que nos regocijamos durante la época de la Pascua de resurrección.

CANCIÓN: “La Santa Cena” (Liahona, abril de 2000, pág. A11).

Ronda Gibb Hinrichsen es miembro del Barrio Perry 3, Estaca Willard, Utah.