Historia de la Iglesia
“Al igual que el roble crece paulatinamente de una bellota”


“Al igual que el roble crece paulatinamente de una bellota”

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Melvin J. Ballard

Melvin J. Ballard

Inspirados por el Libro de Mormón, los primeros líderes de la Iglesia esperaban difundir el Evangelio entre los descendientes de los amerindios. En 1851, el élder Parley P. Pratt viajó a Chile con la esperanza de organizar una misión en Sudamérica, pero su limitado dominio del español y las restricciones gubernamentales tocantes a la prensa y la libertad de culto obstaculizaron la obra. Luego, los líderes de la Iglesia se focalizaron en México, donde se aprobaron reformas en la década de 1870. El Evangelio restaurado no se predicó en América del Sur hasta que algunos miembros de la Iglesia emigraron a Argentina y a Brasil en la década de 1920.

En diciembre de 1925, el élder Melvin J. Ballard viajó a Buenos Aires, donde dedicó Sudamérica para la predicación del Evangelio. El siguiente mes de julio, poco antes de partir de Argentina, Ballard predijo que el crecimiento de la Iglesia comenzaría de modo gradual, “al igual que el roble crece paulatinamente de una bellota”. No obstante, prometió: “La Misión Sudamérica llegará a ser una potencia en la Iglesia”. En los veinticinco años siguientes, conforme la obra misional se extendía de Argentina a Brasil y a Uruguay, la Iglesia creció paulatinamente. En 1950, había menos de 2 500 santos en el subcontinente. Sin embargo, a partir de finales de la década de 1940, los líderes de la Iglesia visitaron las naciones de Sudamérica y mencionaron susurros espirituales de que había llegado el “día de los lamanitas”. Se abrieron misiones a lo largo de América del Sur y desde entonces millones de personas se han unido a la Iglesia.