1990–1999
Al partir
Octubre 1992


Al partir

El presidente Benson nos. exhorta “a que guardemos los mandamientos, santifiquemos nuestros hogares y perfeccionemos nuestros vidas”.

Por tradición, el Presidente de la Iglesia, el Profeta, Vidente y Revelador del Señor, pronuncia las palabras de clausura de la conferencia general, invocando a la vez una bendición para todos. Con toda humildad y respeto respondo a la asignación de representarlo en esta ocasión.

Esta ha sido una conferencia maravillosa; las oraciones han sido sinceras y han venido del corazón; la música y el canto nos han acercado a los cielos y nos han llevado a alturas que pensamos que quizás nunca podríamos lograr. Todas las Autoridades que han dirigido la palabra, así como la hermana Jepsen, han declarado la palabra de Dios y nos han conmovido con sus mensajes inspirados. Todos nos hemos beneficiado por haber formado parte de esta conferencia.

El asiento del presidente Benson ha permanecido desocupado durante las sesiones de la conferencia, lo cual nos entristece. Hemos extrañado su dulce sonrisa, su cordial saludo así como sus exhortaciones e instrucciones, todo lo cual ha influido mucho en nuestra vida. Sin embargo, presidente Benson, nos sentimos complacidos y agradecidos de que mediante la televisión usted también haya formado parte de esta conferencia . Le expresamos nuestras sinceras condolencias por el fallecimiento de Flora, su amada compañera eterna. Cuan agradecidos estamos por el convenio sagrado que los une por la eternidad. La Iglesia entera se une en ferviente oración a nuestro Padre Celestial para que El lo proteja en la palma de Su mano y lo bendiga de acuerdo con sus necesidades y Sus propósitos divinos. Le sostenemos, le apoyamos, le amamos.

El presidente Benson sentía gran admiración por el presidente David 0. McKay, quien lo supervisó en sus tareas misionales en Gran Bretaña hace muchos años. El presidente McKay pronunció estas palabras a la conclusión de una conferencia general: “Al llegar este momento de despedirnos, espero que las enseñanzas y la vida del Maestro sean para ustedes mas bellas, mas necesarias y mas pertinentes a la felicidad humana que nunca … Al aceptarlo como mi Redentor, Salvador y Señor, acepto Su evangelio como el plan de salvación, como el único camino perfecto para lograr la felicidad y la paz” (en Conference Report, 3 de octubre de 1965, pág. 144).

El presidente Joseph Fielding Smith, por quien el presidente Benson sentía una gran estimación, dijo a la conclusión de una conferencia: “Ruego ahora que nuestro Padre Celestial bendiga a Su gente … que los bendiga abundante e inmensurablemente. Ruego que los miembros de la Iglesia permanezcan firmes contra las presiones y tentaciones del mundo; que en sus vidas pongan en primer plano las cosas del Reino de Dios; que sean dignos de confianza y guarden todos sus convenios” (Conferencia General, abril de 197 l) .

El presidente Harold B. Lee, amigo y compañero desde la niñez, y mas tarde asociado del presidente Benson en la obra del Señor, declaró: “No puedo partir de esta conferencia sin hacerles saber que tengo la convicción de que el Maestro no ha estado ausente en estas ocasiones. Esta es Su Iglesia … no es un Maestro ausente; El se preocupa por nosotros; El desea que sigamos Sus pasos” (Conferencia General, octubre de 1972).

El presidente Spencer W. Kimball, que fue sostenido como Apóstol y miembro del Consejo de los Doce al mismo tiempo que el presidente Benson, concluyó una conferencia general con estas palabras: “Al pronunciarse cada uno de estos maravillosos sermones, he escuchado con suma atención y he tomado la firme determinación de que me iré a casa y seré una persona mejor de lo que jamas lo he sido” (Conferencia General, octubre de 1976).

Presidente Benson, estas han sido declaraciones de cuatro de sus asociados, quienes han surtido una influencia constante en su vida. Usted mismo declaró a la conclusión de una conferencia: “Que volvamos a nuestros hogares con una nueva dedicación a la misión sagrada de la Iglesia, que tan elocuentemente se ha expuesto en estas sesiones de la conferencia, de ‘invitar a todos a venir a Cristo’ (D. y C. 20:59),’ si, venid a Cristo, y perfeccionaos en el’ (Moroni 10:32)” (Conferencia General, abril de 1988).

Mis hermanos y hermanas, se que el presidente Benson les ama a ustedes, al Señor y a Su obra. El nos exhortaría a que guardemos los mandamientos, santifiquemos nuestros hogares y perfeccionemos nuestras vidas. Que por unanimidad, como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, logremos estos tres objetivos. El llevar esto a cabo traerá paz a nuestras almas, paz al corazón de nuestro Profeta y la aprobación del Señor por nuestros esfuerzos.

Al partir cantemos himnos de loor

al eterno Padre por Su gran amor.

Por Sus gratos dones, por cuidado fiel,

suban nuestros himnos siempre hacia El.

(Himnos, núm. 91)

La obra es verdadera. Jesús es el Cristo. Ezra Taft Benson es un profeta de Dios, de lo cual testifico, y ruego que las bendiciones del cielo nos acompañen en el nombre de Jesucristo. Amén.