“Fe en la oscuridad”, Para la Fortaleza de la Juventud, enero de 2023.
Fe en la oscuridad
Estas son algunas sugerencias que me han ayudado con mis preguntas y dudas.
Fotografía de Getty Images
Cuando era niño, mi familia solía visitar a menudo el Parque nacional de la Gran Cuenca en Nevada, EE. UU. Una de las cosas extraordinarias del parque son las cuevas Lehman.
Un guía te conduce a lo profundo de la cueva y, en cierto momento, apaga todas las luces. Se experimenta una oscuridad total. Es una sensación agobiante y la idea de encontrar la salida de la cueva sin ninguna luz es abrumadora. Afortunadamente, el guía siempre vuelve a encender la luz y te guía hasta la salida de manera segura.
A veces nos enfrentamos a preguntas e incluso dudas en cuanto a la Iglesia y nuestro testimonio. Puede que se sientan abrumados e inseguros, como si estuvieran en una cueva oscura.
Está bien tener preguntas e inquietudes; lo que marcará la gran diferencia es la manera en que las traten.
Estas son algunas sugerencias que me han ayudado.
Ejercer la fe
Me he dado cuenta de que si trato las preguntas e inquietudes con actitud de fe, siempre puedo encontrar la manera de avanzar. “La fe no es tener un conocimiento perfecto de las cosas” (Alma 32:21). Y “aunque no sea más que un deseo de creer, dejad que este deseo obre en vosotros” (Alma 32:27).
El mundo les dirá que si no pueden probar algo, según una norma científica, no puede ser verdad. Esa no es la manera del Señor. Tal como el Salvador le dijo a Tomás, quien no habría creído si no hubiera palpado por sí mismo las heridas del Salvador resucitado: “No seas incrédulo, sino creyente” (Juan 20:27).
Pedid, buscad, llamad
La frase “pedid, buscad, llamad” se repite en las Escrituras (véanse Mateo 7:7; Doctrina y Convenios 88:63). La manera en que el Señor nos ayuda con nuestras preguntas es permitiendo que le hagamos esas preguntas.
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios” (Santiago 1:5). Acudan directamente a la fuente de toda verdad; Dios los ama y los ayudará.
Ser buscador de la verdad
He descubierto que quienes buscan la verdad con sinceridad y humildad a menudo encuentran las respuestas a sus preguntas con el tiempo. Por otro lado, quienes buscan criticar solo se alejarán cada vez más de la verdad.
Sean buscadores de la verdad. La verdad sí existe y la pueden encontrar.
Hacer una caja con el nombre “Para responderse más adelante”
Entonces, ¿qué hacen si han buscado respuestas con humildad y sinceridad y parece que no las recibieran?
Una vez más, escojo tratarlo con fe. He creado en mi mente una pequeña caja en un estante, como un hermoso cofre del tesoro, en la que se leen las palabras “Para responderse más adelante”.
Cada vez que tengo una pregunta o inquietud que no puedo resolver, la escribo en una hoja imaginaria de papel, la doblo cuidadosamente y la pongo en la caja. Luego la pongo de vuelta en el estante.
Al hacerlo, estoy actuando con fe en que un día el Señor la responderá. Tal vez lo hará, tal vez no. Eso depende de Él en Su infinita sabiduría.
Por cierto, algunas de mis preguntas han sido respondidas, pero muchas todavía están en la caja y me siento conforme con eso.
Mis queridos amigos en Cristo, sean buscadores de la verdad.
A medida que su fe aumente, el Señor estará con ustedes, y si se acercan a Él con fe, les revelará las cosas que deben saber en el momento adecuado.