“Avanzar hacia días más brillantes”, Para la Fortaleza de la Juventud, enero de 2023.
Ayuda para la vida
Avanzar hacia días más brillantes
La esperanza, la ayuda y la sanación están disponibles para quienes han sobrevivido al abuso o maltrato.
Una vez volé por entre un espacio lleno de humo proveniente de un incendio forestal cercano. Al despegar el avión, atravesamos la bruma de cenizas hasta emerger hacia un cielo despejado y soleado. Me di cuenta de que el sol brillante y el aire limpio habían estado allí todo el tiempo, pero mi capacidad para disfrutar de ellos había quedado bloqueada por algo fuera de mi control. El incendio no había sido culpa mía, pero había afectado mi vida.
El abuso o maltrato es así. Los que sufren abuso o maltrato nunca tienen la culpa, pero deben lidiar con las consecuencias. El abuso puede nublar nuestro sentido de autoestima y hacer que sea difícil sentir el amor de Dios. Puede tomar un tiempo para que los sobrevivientes emerjan de la nube de mentiras de Satanás y vuelvan a conectarse con las verdades eternas. ¡Pero hay esperanza, ayuda y sanación disponibles en cada paso del camino!
Una historia
El papá de Stacie1 era abusivo. Le dijo que no sería buena en nada cuando creciera. La hacía sentir que no valía nada.
Cuando Stacie se mudó a la universidad, pudo pensar con más claridad. Comenzó a ir a la Iglesia de nuevo y sintió el amor de Dios por ella y por su familia. Con el tiempo, encontró una paz cada vez mayor en el Evangelio y en su relación con el Salvador.
Se estima que mil millones de niños en todo el mundo sufrirán algún tipo de abuso este año2. Tal vez tú u otras personas que conozcas estén pasando por una experiencia como la de Stacie. Los siguientes recursos te pueden servir de ayuda.
Si estás experimentando abuso o maltrato
Si estás siendo lastimado, por favor, cuéntale a alguien lo que te está sucediendo. ¡Debes saber que Dios te ama! Y los miembros justos de tu familia, los amigos y los miembros de la Iglesia que hay en tu vida también te quieren. Ellos te apoyarán y te ayudarán a superar esto.
Y, por favor, recuerda: “El abuso o maltrato no fue, ni es, ni jamás será culpa de ustedes […], no son ustedes quienes tienen que arrepentirse. Ustedes no son los responsables”3.
El Dr. Sheldon Martin, terapeuta de los Servicios para la Familia de la Iglesia, dice que puede ser útil que los supervivientes se centren en las verdades eternas de su pasado, presente y futuro.
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Pasado: “Más personas de las que te imaginas se preocupan por ti”, dice el Dr. Martin, señalando que uno es ante todo hijo de padres celestiales. Tu familia eterna se extiende mucho más allá de tus relaciones terrenales. Además de la fortaleza y el consuelo del Padre Celestial, de Jesucristo y del Espíritu Santo, en el otro lado del velo hay antepasados amorosos que se preocupan por ti y pueden ministrarte.
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Presente: “Está bien que te ames a ti mismo en este momento”, dice el Dr. Martin, sin importar dónde estés en el proceso de sanación. Es normal sentirse enojado, quebrantado o confundido. Ten paciencia contigo mismo.
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Futuro: “Las cosas mejorarán”, dice el Dr. Martin. “Lo sé porque conozco al Salvador. Él se preocupa por ti”. Haz lo que puedas para mantenerte cerca de Él. Al hacerlo, llegarás a ser capaz de distanciarte de relaciones tóxicas y serás cada vez más capaz de sentir Su paz y amor.
Si crees que un amigo está sufriendo abuso o maltrato
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Pregúntale directamente: “¿Te está haciendo daño alguien?”.
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Escucha atentamente lo que te diga. Demuéstrale bondad y compasión.
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Cuéntale a alguien que pueda ayudar, como un maestro, un padre, un consejero escolar o un líder de la Iglesia.
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Continúa siendo su amigo. Trátalo con normalidad. Ayúdalo a hacer otras amistades saludables.
Seguir avanzando
En la actualidad, Stacie es una profesional de éxito y tiene su propia familia amorosa. Algunos días todavía son difíciles, pero ella siente mucha felicidad y un gran deseo de perdonar a los demás.
“Sé que Jesucristo puede sanar todas nuestras heridas”, dice Stacie. Si hay algo que compartiría con otros sobrevivientes, es mantener la esperanza.
“Siempre hay esperanza en Cristo”, dice ella, “incluso en medio de pruebas que parecen que nunca terminarán”.
No importan los desafíos por los que estés pasando, sigue avanzando. Llena tu vida de bondad y fe de cualquier manera que puedas. ¡Te esperan días más brillantes!