2022
La vida con el COVID-19 y después
Febrero de 2022


“La vida con el COVID-19 y después”, Para la Fortaleza de la Juventud, febrero de 2022.

La vida con el COVID-19 y después

Las cosas han cambiado, pero también has cambiado tú.

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una joven con una mascarilla

Los últimos dos años han sido bastante extraños. Hemos enfrentado una pandemia que trajo la presencia constante de mascarillas, el distanciamiento social y las reuniones virtuales a nuestra vida. ¡Pero ahora por fin todo puede volver a ser exactamente como antes!

¿Verdad?

Bueno… quizás, pero puede que no sea tan sencillo. Muchas personas se sintieron aisladas e inseguras. Y una pandemia no será la única vez que experimentaremos este tipo de sentimientos. Esta vida no siempre es fácil, pero no se concibió para que lo fuera; todos afrontaremos dificultades. A continuación damos algunas ideas de cómo allanar la transición hacia la vida después del COVID-19. Estos consejos también pueden ayudarte a afrontar dificultades en el futuro.

Estar presentes

Llevar una vida con clases en línea, cuarentenas y confinamientos puede provocar fácilmente que nos sintamos cómodos quedándonos en casa y estando solos. Pero no fuimos hechos para vivir aislados. Reunirnos en la Iglesia, en la escuela o en las actividades es más necesario que nunca. El presidente Nelson nos ha invitado a ayudar a recoger a Israel1 y eso incluye congregarse con otros.

Volver a conectarte con viejos amigos y empezar a conectarte con nuevos

Con algunas amistades pueden pasar meses, aun años, sin verse, pero en el momento de volver a conectarse parecerá que nada ha cambiado. Sin embargo, no todas las amistades son así. A veces, luego de un largo período separados (por ejemplo, durante una pandemia), las cosas pueden parecer un poco raras cuando finalmente los amigos se vuelven a encontrar. A continuación damos varios consejos sobre cómo volver a conectarte con viejos amigos o hacer nuevos:

  1. Presta atención a tu amigo. La amistad se fortalece cuando muestras interés por lo que realmente pasa en el mundo de tu amigo. Intenta escucharlo y prestar atención a lo que hace.

  2. Recuerda qué le gusta. Anota sus golosinas, canciones, colores, equipos deportivos y otras cosas favoritas. ¡Nunca sabes cuándo esa información podría alegrarle el día a tu amigo!

  3. Valora las diferencias. El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “La Iglesia prospera cuando aprovechamos [la] diversidad y nos alentamos unos a otros a desarrollar y emplear nuestras habilidades para elevar y fortalecer a nuestros condiscípulos”2.

  4. Dedica tiempo a servir. Envía un mensaje de texto cordial. Ayuda con los quehaceres. Comparte una habilidad. Sé un apoyo en los buenos y en los malos días. Tiende una mano y ayuda cuando puedas. Recuerda que el Salvador nos enseñó acerca de prestar este tipo de servicio: “… De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos […], a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40).

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unos jóvenes en la Iglesia

Dejar de sentirnos atascados

Un sentimiento que muchos han tenido durante y después de la pandemia es el de sentirse atascados. Puede que no te hayas sentido completamente feliz y satisfecho con la forma en que te están yendo las cosas. Quizás tu vida no esté donde quieres que esté.

Esto podría deberse a muchas razones. Podrían ser los malos hábitos, los sueños rotos, las oportunidades perdidas durante la cuarentena o, simplemente, las cosas que no puedes cambiar. Sea lo que fuere, recuerda que no estás atascado sin esperanza; hay cosas que puedes hacer para dejar de sentirte atascado.

Recuerda siempre que Jesucristo, mediante Su expiación infinita, puede darte fuerza para dejar de sentirte atascado; puede ayudarte si acudes a Él en oración. El Salvador puede mostrarte la mejor manera de seguir adelante.

Además, ten en cuenta que sentirte atascado suele significar que algo no te está yendo bien y que ha llegado el momento de hacer un cambio. No tiene que ser un cambio grande; los cambios pequeños pueden marcar una gran diferencia. Considera anotar las cosas que podrías cambiar, luego elige una de ellas y empieza a trabajar lo antes posible.

Seguir adelante con una “nueva normalidad”

El mejor consejo para lidiar con una pandemia o cualquier dificultad proviene del profeta. El presidente Russell M. Nelson dijo:

“Hoy en día, a menudo escuchamos sobre ‘una nueva normalidad’. Si realmente desean adoptar una nueva normalidad, los invito a volver cada vez más el corazón, la mente y el alma hacia nuestro Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo. Permitan que esa sea su nueva normalidad.

“Acojan su nueva normalidad arrepintiéndose todos los días. Procuren ser cada vez más puros en pensamiento, palabra y hechos; ministren a los demás; mantengan una perspectiva eterna; magnifiquen sus llamamientos. Y sean cuales fueren sus desafíos […], vivan cada día de tal manera que ustedes estén más preparados para comparecer ante su Hacedor”3.

¿Cómo puede irte mal si sigues las enseñanzas del profeta? Sigue adelante con fe en Jesucristo, aunque no puedas ver los resultados de tus esfuerzos. ¡Lo mejor de ti aún está por llegar!

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familia

¿A quién puedes ayudar ?

Al vivir una pandemia, o cualquier situación difícil, debes acudir a los demás para recibir ayuda; ¡pero recuerda que también puedes ser una fuente de fortaleza para otros!

Quizás haya alguien nuevo en tu rama, barrio o escuela que necesita que le tiendas una mano. Allí donde vayas, habrá alguien que se pueda beneficiar de tu luz y testimonio. Tus talentos y personalidad pueden ser una bendición para las personas de tu entorno; por lo tanto, con espíritu de oración, busca oportunidades para servir. Al hacerlo, puede que descubras que tus desafíos te resultan más fáciles de sobrellevar.

Dios te dio dones espirituales en abundancia, aunque todavía no puedas reconocerlos. Una de las mejores maneras de fortalecer esos dones es usarlos y dejar que tu luz brille (véase Mateo 5:16).

¡Así que brilla!

Notas

  1. Véase Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018, LaIglesiadeJesucristo.org.

  2. Dieter F. Uchtdorf, “Cuatro títulos”, Conferencia General de abril de 2013, Liahona, mayo de 2013, pág. 59.

  3. Russell M. Nelson, “Una nueva normalidad”, Conferencia General de octubre de 2020, Liahona, noviembre de 2020, pág. 118.