“Oración en el patio de recreo”, El Amigo, diciembre de 2023, págs. 30–31.
Oración en el patio de recreo
¡Tratar de aprender inglés era un dolor de cabeza para Davi!
Esta historia tuvo lugar en Inglaterra.
Davi estaba entusiasmado por salir al recreo. Se esforzaba mucho por escuchar a su maestra, la señorita Taylor, pero le resultaba difícil entender lo que ella decía en inglés. Era un dolor de cabeza para Davi.
La familia de Davi acababa de mudarse de Brasil a Inglaterra. Tenía una casa nueva y una escuela nueva, ¡pero el cambio más grande de todos era que ahora Davi tenía que aprender un nuevo idioma! Extrañaba su antiguo hogar. Extrañaba a sus amigos que hablaban portugués como él.
La señorita Taylor hizo sonar las palmas. “¡Es hora del recreo!”, dijo.
Davi saltó de la silla. ¡Él conocía esa palabra! Podría comer una golosina y jugar en los columpios. Y podría tomarse un descanso de aprender inglés.
Cuando Davi salió, otros niños corrieron delante de él para jugar. Ya eran amigos entre ellos y todos hablaban el mismo idioma. Cuando Davi intentó escucharlos, le dolió la cabeza otra vez y se sintió muy solo.
Ojalá tuviera un amigo, pensó Davi. ¿Qué debo hacer?
Davi recordó lo que su mamá y su papá le habían dicho. “Puedes orar en cualquier momento, en cualquier lugar y el Padre Celestial te escuchará”, le dijeron.
¡Ese era el momento perfecto para orar!
Davi miró alrededor del patio de recreo. Vio una casita de juego de madera. Davi entró; allí había silencio. Se arrodilló, cruzó los brazos y cerró los ojos.
“Querido Padre Celestial, quiero jugar con los otros niños. Quiero aprender inglés; por favor, ayúdame”.
Cuando terminó de orar, Davi tuvo una cálida sensación de paz en el corazón. Sabía que aunque no tuviera muchos amigos todavía, el Padre Celestial siempre era su amigo.
Después del recreo, Davi regresó al salón de clases. Todavía le era difícil entender inglés, ¡pero decidió seguir intentándolo!
Davi practicó durante semanas. Leía muchos relatos en inglés. Escuchaba a la señorita Taylor. También practicaba hablando con los otros niños.
Cada vez que Davi se sentía triste, ofrecía una oración. Cada vez que le dolía la cabeza al tratar de aprender inglés, ofrecía una oración. Y cada vez que oraba, el Padre Celestial lo ayudaba a sentir paz. Sentía que podía seguir intentándolo.
Pasaron aún más semanas. Se hizo más fácil entenderle a la señorita Taylor. Davi comenzó a hacer amigos y a hablar con ellos. ¡Incluso ganó un premio en la escuela por trabajar arduamente y leer bien!
Un día, llegó un nuevo alumno a la clase de Davi en la escuela; se llamaba Leo. Era de otro país y no sabía muy bien inglés.
En el recreo, Davi vio a Leo sentado solo en el columpio; parecía triste. Davi recordó lo solo que él se sentía cuando era nuevo. Quería ser amigo de Leo.
Davi corrió hacia Leo. “Hola, soy Davi”. Le mostró un balón de fútbol. “¿Quieres jugar?”.
Leo asintió y saltó del columpio.
Davi tuvo un cálido sentimiento. Se alegró de poder ser amigo de Leo, tal como el Padre Celestial era amigo de él.
Ilustraciones por Maja Andersen