2023
El examen de Tashi
Octubre de 2023


“El examen de Tashi”, El Amigo, octubre de 2023, págs. 40–41.

El examen de Tashi

Tashi oró para que su arduo trabajo diera buenos resultados.

Esta historia tuvo lugar en Zimbabue.

Tashi respiró hondo mientras su maestro devolvía los exámenes a los alumnos, porque aunque solo era un examen de práctica, estaba nervioso por tener que ver sus calificaciones.

Era el último año de la escuela primaria para Tashi y tenía muchos exámenes. Además de los exámenes de matemáticas y ciencias, también tenía exámenes de idiomas. En Zimbabue, aprendían a escribir y a hablar en inglés y en shona, y shona era la clase más difícil para Tashi.

“Aquí tienes, Tashi”. El maestro le entregó sus calificaciones. Tenía una buena calificación en matemáticas y una muy buena en inglés también, pero entonces vio su calificación en el examen de shona y se sintió muy mal. ¡No le había ido nada bien!

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Tashi miró al suelo todo el camino de regreso de a casa desde la escuela.

“¿Qué te pasa?”, le preguntó su mamá.

“Obtuve una mala calificación en mi examen de práctica de shona”, dijo Tashi. “Siempre me va mal en shona. ¿Y si no apruebo el examen de verdad?”.

La mamá se sentó con Tashi y miró las calificaciones. “Parece que tienes que practicar más”.

Tashi gimió.

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“¿Qué te parece si te fijas la meta de escribir en shona?”. La mamá sacó la Guía para los niños de Tashi y leyó un pasaje de las Escrituras en la primera página. “Y Jesús crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres”.* La mamá sonrió a Tashi. “Jesús creció poco a poco, y tú también puedes hacerlo”.

“Está bien”, dijo Tashi. “¿Crees que el Padre Celestial me ayudará?”.

“Sé que Él lo hará”.

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Aquella noche, Tashi ofreció una oración. “Querido Padre Celestial, por favor, ayúdame a aprobar mi examen de shona. Ayúdame a aprender y a mejorar. En el nombre de Jesucristo. Amén”.

Tashi estaba agradecido de poder orar para pedir ayuda, pero sabía que también tenía que trabajar mucho. Todos los días, Tashi practicaba escribir en shona y recibía ayuda adicional de sus maestros. A veces le habría gustado jugar con sus amigos o hacer otra cosa, pero siguió practicando.

“Estás mejorando mucho”, dijo el maestro de Tashi.

Tashi se sentía orgulloso de sí mismo por trabajar tanto.

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Pronto llegó el día del examen. Hizo una oración más y pidió ayuda al Padre Celestial.

El maestro entregó los exámenes a los alumnos y Tashi tomó el lápiz. Al comenzar a escribir, tuvo un sentimiento cálido y apacible: sabía que eso era el Espíritu Santo. El Padre Celestial lo estaba consolando y ayudando.

Cuando terminó el examen, Tashi estaba entusiasmado por contarle a sus padres lo que pasó. Aún no sabía cuál era su calificación, pero se sentía bien al respecto. Había hecho todo lo que había podido.

“Estoy orgullosa de ti”, dijo su mamá.

“¡Gracias!”. Tashi sonrió y sacó su Guía para los niños para leer de nuevo el pasaje de las Escrituras, pero cambió una pequeña parte: “Y Tashi crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres”.

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Ilustraciones por Pauline Gregory