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¿Por qué pagamos el diezmo?


¿Por qué pagamos el diezmo?

El pago del diezmo es un privilegio sagrado. Al pagar el diezmo demostramos gratitud por todo lo que Dios nos ha dado y le devolvemos una parte de lo que hemos recibido. El diezmo se utiliza para construir templos y centros de reuniones, traducir y publicar las Escrituras, efectuar la obra misional y de historia familiar, y edificar el reino de Dios en la tierra.

Prepararse espiritualmente

Piense en las bendiciones espirituales y temporales que ha recibido al pagar sus diezmos. ¿Qué experiencias ha tenido que podría compartir con los jóvenes?

¿Por qué sería importante que los jóvenes pagasen el diezmo? ¿Cómo puede enseñarles la importancia de vivir la ley del diezmo?

¿Qué pasajes de las Escrituras y otros recursos ayudarán a los jóvenes a entender por qué pagamos el diezmo?

Malaquías 3:8–10; 3 Nefi 24:8–10; D. y C. 64:23 (Las bendiciones prometidas del diezmo)

D. y C. 119 (Se revela la ley del diezmo)

David A. Bednar, “Las ventanas de los cielos”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 17–20.

Henry B. Eyring, “Las bendiciones del diezmo”, Liahona, junio de 2011, págs. 4–5.

Carl B. Pratt, “Las más ricas bendiciones del Señor”, Liahona, mayo de 2011, págs. 101–103.

Diezmo”, Leales a la Fe, 2004, págs. 60–61.

Los diezmos y las ofrendas”, Para la Fortaleza de la Juventud, 2011, págs. 38–39.

Enseñar a la manera del Salvador

El Salvador confió en Sus discípulos, los preparó y les dio las importantes responsabilidades de enseñar, bendecir y servir a los demás. ¿Cómo puede demostrar su confianza en los jóvenes y brindarles oportunidades de enseñar a otras personas?

Permita que los jóvenes dirijan

Un miembro de la presidencia del quórum (o un ayudante del obispo en el quórum de presbíteros) dirige la reunión. Él dirige a los demás jóvenes para que deliberen en consejo en cuanto a los asuntos del quórum, les enseña sus deberes del sacerdocio (usando las Escrituras y el librito Mi Deber a Dios ), los alienta a compartir las experiencias que han tenido al cumplir con su deber a Dios e invita al asesor o a otro miembro del quórum a enseñar una lección del Evangelio. Puede prepararse llenando una Agenda de la reunión del quórum durante una reunión de presidencia.

Comience la experiencia de aprendizaje

Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para repasar la lección de la semana anterior y presentar la de esta semana:

  • Escriba en la pizarra la pregunta del título de la lección de la semana pasada y pregunte si alguno de los jóvenes puede responderla valiéndose de lo que aprendió la semana anterior.

  • Escriba en la pizarra: “¿Por qué pagan el diezmo?”. Invite a los jóvenes a imaginar que un amigo de otra religión les hace esa pregunta. ¿Cómo la responderían? Aliéntelos a compartir experiencias que ellos o su familia hayan tenido acerca del diezmo.

Aprender juntos

Cada una de las actividades siguientes permitirá a los jóvenes comprender la ley del diezmo. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para su quórum:

  • Pida a los jóvenes que busquen Malaquías 3:8–10 y D. y C. 64:23, y que compartan las promesas hechas a quienes pagan el diezmo. Pida a los jóvenes que lean D. y C. 119 para averiguar lo que el Señor espera que paguemos de diezmo (explique que “interés” es nuestra “ganancia” anual). Reparta papeletas de donativos y permita que los jóvenes se expliquen mutuamente cómo utilizarlas. Comparta lo bendecido que ha sido al pagar el diezmo.

  • Dibuje tres columnas en la pizarra con los siguientes encabezamientos: Bendiciones, Cómo se utilizan los fondos y Actitud. Divida el quórum en grupos pequeños y asigne a cada grupo uno de los temas a investigar en Para la Fortaleza de la Juventud: “Los diezmos y las ofrendas”. Pídales que escriban en la columna correspondiente de la pizarra lo que encuentren. Invite a algunos de ellos a compartir sus testimonios de la ley del diezmo.

  • Lea, muestre o cuente el relato del abuelo del élder Pratt en “Las más ricas bendiciones del Señor”. Entregue copias del discurso a los jóvenes y pídales que busquen una de las lecciones que el élder Pratt aprendió de su abuelo, y que lo compartan con el quórum. Invite a los jóvenes a relatar una ocasión en la que ellos o sus familias fueron bendecidos al pagar el diezmo (o comparta una experiencia personal).

  • Divida el quórum en dos grupos. Pida a un grupo que lea el artículo del presidente Henry B. Eyring “Las bendiciones del diezmo” y pida al otro que lea los párrafos 2–13 del discurso del élder David A. Bednar “Las ventanas de los cielos”. Pida a cada grupo que haga una lista de las bendiciones que recibimos al pagar el diezmo y que escriba las bendiciones en la pizarra. Invite a los jóvenes a compartir las bendiciones que hayan recibido ellos y sus familias al pagar el diezmo. Pregúnteles cómo el vivir la ley del diezmo ayudará a sus futuros matrimonios y familias.

Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido. ¿Comprenden por qué pagamos el diezmo? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a esta doctrina?

Sugerencia para la enseñanza

“Responda con respeto y cortesía a las contestaciones incorrectas. Asegúrese de que la persona continúe sintiéndose cómoda al participar” (La enseñanza: El llamamiento más importante, 2000, pág. 74).

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Videos: “Invitar a actuar”

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Invítelos a actuar

El joven que dirige concluye la reunión. Él podría:

  • Compartir por qué el pago del diezmo es una parte importante de su vida.

  • Desafiar a los miembros del quórum a que paguen siempre el diezmo.