Recursos para la familia
Pautas para el Instructor


Pautas para el Instructor

El fortalecimiento del matrimonio es de suma importancia, sobre todo en estos últimos días en los que abundan la tentación y la confusión. Refiriéndose a nuestro tiempo, el presidente Gordon B. Hinckley ha dicho: “La familia se está desmoronando en todo el mundo. En todas partes se están rompiendo los vínculos tradicionales que unen al padre, a la madre y a los hijos… se quebrantan corazones, los hijos sufren. ¿No podemos mejorar? Por supuesto que sí”1.

Este curso se ha creado como respuesta a la necesidad de relaciones familiares más firmes, y se ha escrito para el beneficio de la mayor cantidad de personas posible. Contiene principios del Evangelio y técnicas para ayudar a los participantes a mejorar su matrimonio.

Utilice esta “Guía para el instructor” junto con la “Guía para los cónyuges”, la cual proporciona información adicional que le ayudará a desarrollar las sesiones con éxito.

Varias ideas de esta introducción y del apéndice se han adaptado de la “Guía para el instructor” de Principles of Parenting [Principios sobre la crianza de los hijos], una serie escrita por H. Wallace Goddard y publicada por el Servicio de Extensión Cooperativa de Alabama2.

Cómo administrar el curso

El curso se debe impartir a grupos de veinte o menos participantes, y estará a cargo de profesionales de las oficinas de Servicios para la familia SUD o de voluntarios de los barrios o estacas. Normalmente, el curso durará de seis a ocho sesiones, que, por lo general, serán de noventa minutos. Cómo fortalecer el matrimonio: Guía para los cónyuges consta de seis temas que podrían usarse en las reuniones de grupo. Aunque usted elegirá los temas que considere que satisfarán mejor las necesidades de los miembros de la clase, debe enseñar la sesión 1: “Cómo aplicar los principios del Evangelio”, como la primera sesión del curso. Algunos temas podrían requerir dos o más sesiones, a fin de ser tratados en forma apropiada.

Tenga en cuenta las siguientes sugerencias para presentar el curso:

  • Cuando el curso esté a cargo de la oficina de Servicios para la familia SUD, siga las instrucciones de ésta acerca de cómo cobrar la inscripción al curso; cuando esté a cargo de una estaca o barrio, la suma de dinero deberá cubrir únicamente el costo de los materiales. A modo de incentivo para asistir al curso, los participantes deberán abonarlo al inicio de éste.

  • Para promover una relación de armonía, exhorte a los cónyuges a que asistan juntos a las sesiones. Si ambos participan, los principios que aprendan pueden acercarlos; pero si por el contrario, uno de ellos no se participa o no brinda su apoyo, estos principios pueden convertirse en una brecha.

  • Pase la lista en cada clase, para así llevar una cuenta de la cantidad de sesiones a la que ha asistido cada participante (véase pág. 74 del apéndice).

  • En caso de tener dudas acerca de cómo enseñar el curso, póngase en contacto con la oficina de Servicios para la familia SUD más cercana. Las direcciones y los números telefónicos de las oficinas se encuentran en: www.ldsfamilyservices.org.

Cómo anunciar el curso

Cuando comparta información con respecto a este curso, hable sobre lo que las personas y los cónyuges pueden ganar al asistir a éste. En el momento de motivar a las parejas, una lista de los beneficios será más eficaz que una lista de los temas que se han de tratar.

Los beneficios del curso son muchos. Aquellos que participen aprenderán cómo resolver conflictos, promover una mayor intimidad y confianza y hacer del matrimonio una prioridad, para que de esta manera sean más felices juntos. Aprenderán a escuchar y a compartir sentimientos delicados y dolorosos, así como también a manejar los sentimientos de enojo de manera apropiada. Entenderán mejor la importancia del convenio del matrimonio y de las oportunidades eternas que vienen por medio del matrimonio celestial; aprenderán cómo lograr mayor unidad, igualdad y respeto mutuo.

Considere utilizar la hoja informativa que aparece en la página 72 del apéndice, para compartir información acerca del curso.

Requisitos para enseñar este curso

Este curso lo puede enseñar cualquier adulto que posea conocimiento del mejoramiento de las relaciones y de los problemas que se enfrentan en el matrimonio. Algunas de las claves para impartir el curso de manera eficaz comprenden preocuparse por los sentimientos de los demás, conocer el Evangelio, comprender la santidad del matrimonio y estar agradecidos por él.

El requisito más importante para enseñar el curso es su preparación personal para recibir la guía del Espíritu Santo. El Señor dijo: “Y se os dará el Espíritu por la oración de fe; y si no recibís el Espíritu, no enseñaréis” (D. y C. 42:14). La mayoría de las personas ha tenido la experiencia de dar una clase a tropezones, en la cual las ideas parecen no tener conexión y la audiencia, desinteresada, no capta el mensaje. En contraste, compare esas experiencias con aquellas en las que el Espíritu estuvo presente, cuando la información y las impresiones acudían a su mente, cuando las palabras fluían con facilidad y el Espíritu comunicaba la verdad al corazón y a la mente de otros.

La enseñanza eficaz

A medida que busque inspiración y contribuya con sus ideas, experiencias, conocimiento y personalidad a la clase, usted será más eficaz como maestro. Al enseñar por medio del Espíritu, ayudará a los participantes a reflexionar sobre sus propias experiencias y a aprender cómo mejorar su matrimonio. Piense en la forma de utilizar sus experiencias para enseñar y reforzar los principios y las técnicas. Dedíquese de corazón a la enseñanza; de esta forma encontrará gran gozo al relacionarse con los integrantes de la clase.

A medida que enseña este curso, la experiencia de cada participante será de gran valor para usted. Indique que cada persona debe hacerse responsable de su matrimonio, comparta su conocimiento y experiencia según le guíe el Espíritu. Debe entender que su responsabilidad es la de abrir las puertas hacia nuevas posibilidades y no la de dictar qué deben hacer los participantes del curso. En cada clase se trabaja en forma cooperativa: Usted y los participantes comparten ideas, perspectivas personales y ofrecen ayuda.

Cuando comparta su conocimiento, experiencias y perspectivas personales, anime a los integrantes de la clase a pensar en sus propias experiencias y puntos fuertes. Guíeles para determinar qué principios pueden ayudarles a mejorar, y aliénteles mientras perfeccionan la técnica para poner en práctica estos principios. A medida que usted mismo practique estas mismas técnicas, su capacidad como maestro aumentará.

Utilice el manual del curso como se ha dispuesto, procurando la guía del Espíritu al momento de determinar qué enseñar y de qué manera hacerlo. Tras haber considerado con oración los principios de este manual, organice la forma en que los presentará, teniendo en cuenta qué es lo que cada integrante de la clase debe aprender acerca del tema que va a enseñar. Hágase la siguiente pregunta: “¿Qué deben aprender los integrantes de la clase el día de hoy?”. Es probable que se le ocurran una o dos ideas principales. Luego piense qué ideas complementarias ayudarán a la clase a entender mejor las ideas principales. Una vez que haya determinado cuál será la idea principal y cuáles serán las complementarias, precise la mejor manera de presentarlas. Las estrategias para la enseñanza que siguen a continuación podrían ayudarle en el proceso de planeamiento.

El uso de relatos para ilustrar un principio

Para empezar la sesión, podría escribir el principio o idea principal en la pizarra y luego contar una historia que sirva como ejemplo. Los relatos son eficaces porque pueden tocar corazones y cambiar vidas; pueden aclarar principios abstractos y hacer que éstos sean más fáciles de comprender. Los relatos forman parte de la vida y las personas los recuerdan fácilmente, así como los principios que enseñan.

El Salvador enseñaba por medio de historias y lo hacía en forma elocuente. Trate de contar relatos de la forma más corta y sencilla posible. Tenga cuidado de no contar demasiadas historias personales, ya que éstas podrían invadir la privacidad de su cónyuge y además ofender a otras personas.

A los integrantes de la clase les resultará difícil identificarse con relatos personales, si su matrimonio parece ser demasiado perfecto. Si cuenta muchas de esas historias, los participantes pueden llegar a sentirse desanimados al esforzarse por cambiar. Si le parece apropiado, comparta algunos relatos sobre los problemas que haya afrontado y cosas con las que haya tenido que luchar, además de historias acerca de sus éxitos; cuando las comparta explique qué ha aprendido de ellas; sea positivo y explique qué ha hecho para mejorar. Si sus historias revelan demasiados problemas, pueden perder credibilidad, y los participantes pueden llegar a creer que los principios que usted enseña no dan buenos resultados.

Juego de desempeño de papeles

Después de haber enseñado a los integrantes de la clase cómo poner en práctica un principio en el matrimonio, podría reforzar el principio por medio de la actuación. Las mejores actuaciones a menudo se dan cuando se comienza diciendo: “¿Qué suele ocurrir en este caso?”. Pida a alguien que lo represente. Luego la clase puede hablar sobre los errores en los que a veces incurren los matrimonios en estas situaciones. Una vez que hayan dedicado cierto tiempo al análisis, usted podría decir: “Representemos la situación de nuevo; esta vez aplicando el principio que hemos estado analizando. Después veremos qué cosas han funcionado bien y en dónde se necesita mejorar”.

Este método de capacitación a menudo es una forma eficaz de ayudar a las personas y a los cónyuges a cambiar su manera de actuar. A continuación sigue un breve esquema:

  • Enseñe un principio y la manera de ponerlo en práctica en la vida matrimonial.

  • Invite a alguien a representar la manera típica de responder ante esa situación.

  • Analicen la representación y cómo los cónyuges podrían aplicar el principio a esa situación.

  • Invite a alguien para que represente la forma en que se debe aplicar el principio a esa situación.

  • Analicen la representación y la forma en la que el principio podría aplicarse eficazmente.

  • Continúe con el proceso de representación y análisis hasta que los participantes se hayan familiarizado con las maneras eficaces de poner en práctica el principio3.

No se debe esperar que los participantes representen el papel a la perfección. Es probable que descubran que algunas cosas las hacen bien, pero que deben mejorar en otros aspectos. También es probable que se den cuenta de que no tienen que ser perfectos de un momento a otro; de que pueden perfeccionarse con el tiempo. Cuando usted observe las cosas que hacen bien, resalte sus puntos fuertes. Puede que otros integrantes quieran representar la misma situación a medida que avanza la sesión, o quizás deseen elegir una personal. Los participantes pueden seguir practicando la manera de aplicar el principio hasta que hayan entendido las técnicas que deben aprender.

Use su buen juicio en el momento de elegir a los participantes para la representación. Es mejor sólo poner a esposo y esposa al representar a una pareja. Cuando ya existen problemas en la relación, el combinar las parejas para actuar podría fomentar relaciones no matrimoniales que comprometan la relación entre esposo y esposa.

Si los integrantes no se sienten cómodos actuando, elija otras actividades para reforzar los principios que usted enseñe. Por ejemplo: Puede hacer que los participantes analicen la forma en que pueden poner en práctica los principios en otras situaciones, ya sean situaciones personales o de otros matrimonios que conozcan (siempre y cuando no se caiga en el chisme y no se revele información con la que se pudiera identificar a las personas).

Fomento y guía del análisis en clase

El análisis es una herramienta muy valiosa en la enseñanza. Cuando fomenta el análisis, usted demuestra que valora las experiencias y la forma de pensar de otros y que no considera que usted tenga que tener la respuesta a cada problema; también muestra que los problemas se pueden resolver de muchas maneras. Confíe en el Espíritu para que le ayude a enseñar, y admita que éste también inspirará a otros. Pida las sugerencias de los integrantes de la clase y así se beneficiarán al escuchar diferentes ideas.

Algunos participantes enseguida se sentirán lo suficientemente cómodos como para participar de los análisis en clase; otros serán más reservados y no compartirán sus opiniones y perspectivas personales. El curso será más valioso para las personas si todos tienen la oportunidad de participar; otros integrantes también se beneficiarán al escuchar sus opiniones. Muestre respeto hacia todos los integrantes de la clase para que sientan mayor seguridad en ella. Demuestre que considera valiosas las opiniones y experiencias de cada persona y no permita que nadie se ría de los comentarios de los demás.

Las normas que siguen a continuación le ayudarán a fomentar y a guiar la participación de la clase y a lograr que el ambiente de ésta sea cómodo para todos los integrantes.

  1. Establezca una serie de reglas básicas que no se presten a confusión, con el fin de ayudar a cada persona a sentirse segura cuando participe. Incluya las que siguen a continuación:

    • Confidencialidad. Nada de la información personal que se mencione en la clase debe salir de allí.

    • Brevedad. Hagan comentarios breves a fin de que los demás también puedan participar.

    • Equidad. Pueden intervenir tantas veces como el tiempo lo permita, con tal de que den la misma oportunidad a los demás.

    • Paciencia y bondad. Mientras aprenden nuevas técnicas, sean pacientes y bondadosos con su cónyuge, consigo mismos y con los otros miembros de la clase.

    • Estímulo. Mientras procuran fortalecer su matrimonio, alienten a los demás participantes a que también lo hagan.

    • Perdón. Todos cometemos errores, incluso después de haber aprendido nuevas técnicas de conducta. Aprendan a perdonarse a sí mismos y a perdonar a los demás.*

  2. Haga preguntas que den a entender que está buscando opiniones y no una única respuesta correcta. A modo de ejemplo, podría preguntar: “¿Cuáles piensan que son algunas de las cualidades más importantes de un buen esposo o esposa?”; en vez de: “¿Cuál es la cualidad más importante…?”. Las personas estarán mejor dispuestas a compartir sus ideas cuando sepan que el instructor no está buscando una respuesta específica.

  3. Respete los comentarios de todos. Contemple la posibilidad de escribir un breve resumen de cada comentario en la pizarra; de esa forma, estará demostrando que aprecia lo que se ha dicho. Haga cumplidos sinceros, tales como “Éstas son muy buenas ideas”. Muestre agradecimiento a aquéllos que hagan comentarios, incluso cuando alguno de ellos pudiera ser discutible. Al ser respetuoso, asegúrese, sin embargo, de que ningún concepto equivocado o engañoso se establezca como cierto.

  4. Cuando una persona tienda a dominar el análisis, con mucho tacto, dirija las preguntas a otras personas. No siempre es sencillo desviar la conversación, ya que algunas personas quieren extenderse hablando sobre sus problemas matrimoniales. A pesar de que sus intenciones puedan ser buenas, usted no debe permitir que usen todo el tiempo destinado a la instrucción ni que priven a los demás la oportunidad de compartir sus experiencias. Escuche atentamente y tenga en cuenta los sentimientos, pero dirija la atención hacia otro integrante de la clase; quizás podría decir algo así: “Parece que ese ha sido un gran problema para usted. Me gustaría saber cómo le ayudan los principios y técnicas que hemos aprendido durante el curso. ¿Quién más tiene algún desafío o experiencia que quiera compartir?” o “Usted ha sacado a colación algunas preguntas difíciles que podrían tratarse mejor en otras sesiones futuras”.

  5. Es posible que algún participante sugiera una manera de proceder inaceptable. En lugar de condenar su forma de pensar y avergonzarlo, ayúdelo a explorar nuevas ideas. Quizás podría decir: “Eso parece difícil. Más tarde compartiré algunas ideas sobre el tema que podrían resultarle útiles. La clase también contribuirá con algunas ideas”. No debata con los participantes acerca de las diferentes formas de pensar.

  6. Cuando los participantes se sientan seguros, y sientan que se los valora y se los respeta, usted podría ayudarles a ser más sensibles hacia los sentimientos de los demás. Mientras hablan sobre experiencias que hayan tenido, haga preguntas tales como: “Si hubiera estado en el lugar de su esposo/a, ¿cómo cree que se hubiera sentido?”; “¿Por qué esa situación habría sido particularmente difícil para su esposo/a?” o: “Si usted hubiera estado en esa situación, ¿cómo cree que se habría sentido?”. Formule estas preguntas sin que parezca que está culpando a alguien. A medida que las personas relacionen los sentimientos de su pareja con sus propias experiencias, es posible que comiencen a entenderse mejor.

  7. Haga preguntas que le ayuden a evaluar las necesidades del grupo. Guíe el análisis de tal manera que guarde relación con las necesidades de ellos. Adapte el programa y las actividades de aprendizaje a sus aptitudes.

  8. Pida a los integrantes del grupo que reconozcan situaciones en las que no se comportan debidamente; que las analicen y escriban un plan para responder en forma diferente en las mismas situaciones.

  9. Use un sentido apropiado del humor; sea dinámico y de buen ánimo.

  10. Termine la lección con una variedad de actividades: fomente el análisis en clase, cuente una historia o haga que se lleve a cabo una actividad en clase para mantener el ritmo.

  11. Al término de cada sesión, exprese agradecimiento a todos aquellos que hayan participado.

* El texto de color indica que la información se encuentra disponible en Cómo fortalecer el matrimonio: Guía para los cónyuges.

Siga un programa

En ocasiones, los análisis pueden volverse tan dinámicos e interesantes que puede llegar a resultarle difícil pasar a la próxima actividad. Se podría estar perdiendo el tiempo que se necesita para otras actividades si siguen hablando sobre el mismo tema, una vez que el grupo ya ha entendido el principio y cómo ponerlo en práctica. Cambie la dirección del análisis o pase a la siguiente actividad cuando sea la hora de hacerlo.

Un programa escrito en la pizarra puede ayudarle a mantener un buen ritmo; puede estar bien detallado o ser general, según le resulte de utilidad. Podría escribir algo como lo que figura a continuación:

  • 7:00 a 7:15—Repaso de los últimos conceptos y actividades de aprendizaje.

  • 7:15 a 7:30—Necesidad de técnicas para resolver conflictos.

  • 7:30 a 7:45—Pasos a seguir en la resolución de conflictos.

  • 7:45 a 8:30—Práctica de las técnicas para resolver conflictos4.

Si está preparado para pasar al siguiente tema de instrucción y el grupo quiere seguir hablando sobre el anterior, podría señalar el programa y decir: “Han tenido algunas ideas excelentes y han hecho muy buenas sugerencias; quizás podríamos seguir tratando el tema más tarde. Por el momento, pasemos al siguiente”. De todas maneras, puede hacer un cambio en el programa si considera que los participantes se beneficiarán al seguir tratando el mismo asunto.

Utilización de material audiovisual

Cuando lo considere apropiado, seleccione segmentos cortos de CDs, DVDs o videos, que le ayuden a enseñar los conceptos y mantener la atención de los participantes. Se le recomienda que use el material audiovisual aprobado por la Iglesia. Los segmentos cortos son más efectivos para mantener el interés del grupo. Asegúrese de no violar ningún derecho de propiedad. Si tiene alguna pregunta sobre cómo utilizarlo, llame a la Intellectual Property Office de la Iglesia al 1-801-240-3959.

Sea un ejemplo de lo que enseña

El propósito de este curso es enseñar técnicas eficaces, y alentar a las personas a usarlas con el fin de fortalecer su matrimonio. El entorno de la clase le ofrece a usted la oportunidad de poner en práctica buenos principios, actitudes y técnicas, además de enseñarlos. Enseñe a las personas a ser amables y bondadosas al tratarlos con bondad. Sea sensible, demuestre empatía e interés por otras personas, sobre todo cuando alguien del grupo necesita cambiar su manera de ver las cosas. Use buenas técnicas de comunicación; algunas personas muy pocas veces se encuentran con alguien que les escuche atentamente. La forma en la que se relacione con los participantes puede ser tan importante como la información que les dé. El ejemplo positivo que les dé puede ayudarlos a cambiar la forma en que se relaciona el matrimonio entre sí.

En alguna ocasión puede darse el caso de que un integrante de la clase se sienta frustrado, o incluso enojado y sea hostil. La forma en que usted responda, influenciará en el provecho que los integrantes obtengan del curso. Si responde con bondad, estará demostrando que posee buenas técnicas para resolver conflictos y que tiene la capacidad de escuchar. No permita que alguien que esté enojado asuma el control de las interacciones de la clase, o que las domine.

Cómo comenzar y terminar el curso

Las sugerencias que siguen a continuación le ayudarán a comenzar y dar fin al curso de manera eficaz.

Cómo comenzar

A modo de ayuda, y para evitar problemas durante la primera clase, quizás desee hacer lo siguiente:

  • En caso de que el grupo no conozca el edificio, considere la idea de poner carteles que indiquen cómo dirigirse hacia el salón de clase y hacia los aseos (servicios, cuartos de baño).

  • Lleve ejemplares de Cómo fortalecer el matrimonio: Guía para los cónyuges, para los participantes. También podría tener etiquetas de identificación y marcadores o lápices a disposición para que los integrantes del grupo puedan escribir sus nombres en las etiquetas y llevarlas puestas hasta que todos aprendan los nombres de los demás.

  • En caso de que el curso esté a cargo de la oficina de Servicios para la familia SUD, dé al grupo el número telefónico de ésta para que puedan llamar si tienen preguntas.

Asegúrese de dedicar de 15 a 30 minutos, al comienzo de cada sesión, para repasar los conceptos y actividades de aprendizaje que se hayan presentado en la sesión anterior.

Seguimiento y evaluación

Durante la última sesión podría hacer lo siguiente:

  • Repartir copias del Formulario de Evaluación del Curso (véase pág. 75 del apéndice) y pedir que cada participante lo complete.

  • Reconocer el esfuerzo y el progreso de los participantes. (En la pág. 76 del apéndice encontrará un certificado que podría utilizar).

Notas

  1. “Miren hacia el futuro”, Liahona, enero de 1998, pág. 81.

  2. “Parent Educator Training: A Guide for Instructors”, Principles of Parenting, Circular HE-711, Alabama Cooperative Extension Service, Auburn University, Alabama.

  3. Adaptado de “Parent Educator Training”, pág. 8.

  4. Adaptado de “Parent Educator Training”, pág. 6.