1 Samuel 8–10; 13; 15–16: Lección 73

1 Samuel 16

“Jehová mira el corazón”

El Señor le reveló a Samuel que había escogido a David para que sucediera a Saúl como rey de Israel. Por medio de esa experiencia, Samuel aprendió que el Señor nos ve de una manera diferente a como las personas normalmente se ven unas a otras. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir la importancia de verse a sí mismos y ver a los demás como lo hacen el Padre Celestial y Jesucristo.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a leer 1 Samuel 16:7. Pídales que, junto al versículo, hagan una lista de las diferencias entre lo que algunos a veces valoran en las personas y lo que el Padre Celestial valora en nosotros.

Posibles actividades de aprendizaje

Valor oculto

Podría comenzar la clase ayudando a los alumnos a darse cuenta de que no siempre podemos ver el valor de algo basándonos en el envoltorio. Para ello, puede mostrar dos artículos idénticos en dos paquetes diferentes, o puede mostrar elementos de diferente valor en dos paquetes idénticos. Antes de revelar el contenido, invite a un alumno a elegir qué paquete quiere más y pregúntele por qué eligió ese paquete. A continuación, revele el contenido de ambos paquetes.

• ¿Qué problemas pueden surgir cuando juzgamos a otras personas, o incluso cuando nos juzgamos a nosotros mismos, basándonos únicamente en lo que podemos ver?

• ¿En qué se diferencia la forma en que Dios nos ve de cómo podríamos vernos los unos a los otros?

Valore la posibilidad de mostrar las siguientes frases de autorreflexión.

Reflexiona y completa las siguientes frases en tu diario de estudio:

1. La primera vez que alguien me ve, creo que lo más probable es que se fije en .

2. Creo que el Padre Celestial ve las siguientes cualidades en mí que muchas otras personas no ven: .

3. Cuando veo a otras personas por primera vez, tiendo a fijarme en .

4. Si pudiera ver a los demás como el Padre Celestial los ve, eso podría ayudarme a .

Al estudiar hoy 1 Samuel 16, ora para invitar al Espíritu Santo a que te ayude a sentir la importancia de verte a ti mismo y ver a los demás más como Dios los ve.

El Señor envía a Samuel a ungir al siguiente rey

A fin de permitir que todos los alumnos participen activamente, podría agruparlos de dos en dos. Invite a los distintos compañeros a leer los dos pasajes siguientes y a analizar las preguntas que siguen. Antes de que los alumnos lean, asegúrese de que sepan que, debido a la desobediencia de Saúl, el Señor lo rechazó como rey de Israel (véanse 1 Samuel 13:13–14; 15:26–28).

Lee 1 Samuel 16:1–5 para ver por qué el Señor envió a Samuel a Belén.

• Si el Señor te hubiera dado la responsabilidad que Samuel tenía de ungir a un nuevo rey, ¿qué cualidades habrías buscado en los hijos de Isaí?

Lee los versículos 6–13 y busca las verdades que el Señor enseñó cuando Samuel trató de identificar al futuro rey.

• ¿Qué aprendiste de este relato que es importante que las personas entiendan hoy en día?

  Cuando los compañeros hayan terminado de hablar sobre lo que aprendieron, invítelos a escribir una verdad en la pizarra junto con el número del versículo donde la encontraron.

  Los alumnos podrían escribir una variedad de verdades con sus propias palabras, tales como esta: Dios ve nuestro verdadero potencial mirando nuestro corazón en lugar de nuestra apariencia externa.

• ¿Qué has aprendido de las Escrituras y de los líderes de la Iglesia acerca de las cualidades que el Señor valora?

• ¿En qué forma crees que nuestra relación con los demás sería diferente si nos viéramos a nosotros mismos y a los demás más como el Señor nos ve?

Ayudar a los alumnos a profundizar su comprensión

Las opciones que aparecen a continuación son diferentes métodos para que los alumnos profundicen su comprensión de lo que el Señor enseñó en 1 Samuel 16:7. Elija los métodos que considere mejores para sus alumnos.

Antes de presentar la opción u opciones de su elección, podría ayudar a los alumnos a relacionar lo que van a estudiar con la vida real. Para ello, podría presentar una situación breve con la que los alumnos puedan ayudar. Por ejemplo, podría pedirles que busquen cosas que podrían compartir con alguien que cree que las personas de su entorno lo ignoran o lo juzgan erróneamente. O bien, podría invitar a los alumnos a buscar cosas que podrían compartir con alguien que cree que el Señor no lo comprende realmente.

Opción 1

Si lo desea, divida a los alumnos de dos en dos. Pida a cada alumno que estudie una declaración diferente. Luego los alumnos pueden hablar de lo que han aprendido con su compañero. Si lo desea, muestre o entregue copias de las declaraciones.

El presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia, dijo lo siguiente:

El interés que el Padre Celestial tiene en ustedes no se basa en la riqueza, la belleza, la salud o la inteligencia que posean. Él no l[o]s ve como el mundo l[o]s ve. Él ve quiénes son en realidad; Él ve su corazón y Él l[o]s ama porque son Sus hij[o]s (véase “Su maravillosa travesía a casa”, Liahona, mayo de 2013, pág. 128).

La hermana Michelle D. Craig, en ese entonces miembro de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, explicó lo siguiente:

Jesucristo ve a las personas profundamente. Él ve a las personas, sus necesidades y quiénes pueden llegar a ser. Donde otros vieron pescadores, pecadores o publicanos, Jesús vio discípulos; donde otros vieron a un hombre poseído por demonios, Jesús miró más allá de la aflicción exterior, reconoció al hombre y lo sanó.

Aun en nuestras ocupadas vidas, podemos seguir el ejemplo de Jesús y ver a las personas, sus necesidades, su fe, sus dificultades y quiénes pueden llegar a ser (“Ojos para ver”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 16).

Opción 2

Los alumnos podrían buscar en la lista de pasajes del Dominio de la doctrina que se encuentra en el Documento de base sobre el Dominio de la doctrina, 2023, pasajes que los ayuden a comprender lo que Dios siente por nosotros y cuán perfectamente nos conoce. Los alumnos podrían trabajar en grupos de cuatro, en los que cada alumno podría buscar pasajes aplicables de uno de los cuatro libros canónicos. (Algunos ejemplos que podrían encontrar son Abraham 3:22–23; Jeremías 1:4–5; Hebreos 12:9; Alma 7:11–13; Doctrina y Convenios 18:10–11).

Opción 3

Muestre a los alumnos un video que los ayude a entender cómo nos ve Dios o que muestre a otra persona viendo a los demás como Él los ve. Invite a los alumnos a pensar en situaciones de la vida real en las que podrían utilizar lo que aprendan del video y a prepararse para mencionarlas. El video “Nuestra verdadera identidad” (3:39), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, es un ejemplo que podría utilizar.

Las experiencias personales

Esta sección de la lección puede ayudar a los alumnos a sentir la importancia de verse a sí mismos y ver a los demás como el Padre Celestial y Jesucristo los ven. Recordar y comentar experiencias puede invitar al Espíritu Santo a testificar de las verdades que los alumnos están aprendiendo.

Podría ser útil mostrar las siguientes opciones.

Elige una de las opciones siguientes y anota tus pensamientos en tu diario de estudio. Asegúrate de incluir lo que has aprendido hoy acerca de Dios por medio de las Escrituras o de los líderes de la Iglesia.

• Escribe acerca de alguien que parezca ver lo bueno en ti, aunque sea consciente de algunas de tus debilidades y errores. ¿Qué impacto tiene su influencia en cómo te sientes contigo mismo? ¿De qué manera la influencia de esa persona te recuerda cómo te ven el Padre Celestial y Jesucristo?

• Escribe acerca de alguien a quien hayas llegado a amar y admirar a medida que lo has ido conociendo mejor. ¿Qué ves ahora en esa persona que otros quizás no vean o que tú no viste cuando la conociste? ¿Sientes alguna impresión del Espíritu Santo sobre cómo podrías ayudarla a verse a sí misma en la manera en que tú la ves o en la manera en que su Padre Celestial y Jesucristo la ven?

Invite a los alumnos que así lo deseen a comentar partes de lo que anotaron en sus diarios de estudio.

Recursos adicionales

¿Cómo puede influir en mi forma de tratar a los demás el hecho de verlos como Dios los ve?

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, dijo lo siguiente:

[El Salvador] les enseñará a ver [a los demás] a través de Sus ojos, lo cual significa ver más allá de la apariencia externa y llegar al corazón (véase 1 Samuel 16:7). […] Si andan con el Salvador el tiempo suficiente, aprenderán a ver a todos como un hijo de Dios con poder ilimitado, sin importar cuál pueda haber sido su pasado. Si siguen andando con el Salvador, desarrollarán otro don que Él tiene: la capacidad de ayudar a la gente a ver el potencial que tienen y arrepentirse (véase “Anda conmigo”, Liahona, mayo de 2017, pág. 85).

El élder Mark Palmer, de los Setenta, enseñó lo siguiente:

Conforme veamos a los demás como el Señor los ve, en vez de verlos con nuestros propios ojos, nuestro amor por ellos crecerá y de igual manera nuestro deseo de ayudarlos. Veremos el potencial en los demás que probablemente no vean en sí mismos. Con un amor semejante al de Cristo no tendremos temor de hablar con audacia, porque “el perfecto amor echa fuera el temor” [1 Juan 4:18]. Nunca nos daremos por vencidos al recordar que aquellos a quienes nos resulta más difícil amar son los que más lo necesitan (“Entonces Jesús, mirándole, le amó”, Liahona, mayo de 2017, pág. 116).

¿Cómo podemos llegar a ser más semejantes al Padre Celestial en la forma en que vemos y tratamos a los demás?

La hermana Michelle D. Craig, en ese entonces miembro de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, explicó lo siguiente:

Pidan ver a los demás como Él lo hace: como Sus verdaderos hijos e hijas con potencial infinito y divino. Luego actúen al amar, servir y reafirmar su valor y potencial, según se sientan inspirados. A medida que eso se convierta en un patrón en nuestra vida, descubriremos que estamos convirtiéndonos en “discípulos verdaderos de […] Jesucristo” [Moroni 7:48]. Los demás podrán confiar en nosotros con su corazón. Y siguiendo ese patrón, también descubriremos nuestros propios propósito e identidad verdaderos (“Ojos para ver”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 17).

Actividades de aprendizaje complementarias

Un comienzo alternativo

Para ayudar a los alumnos a ver el problema de juzgar a los demás según su apariencia externa o la situación en la que se encuentran, podría mostrar una imagen de alguien, como la que se encuentra a continuación. Pida a los alumnos que adivinen lo que las personas podrían suponer acerca de esa persona (personalidad, actitud, cómo trata a los demás, si es digna de confianza, cómo se siente con respecto a Dios, etcétera).

Luego muéstreles una imagen de alguien que se vea feliz y exitoso, como la que se encuentra a continuación. Pida a los alumnos que adivinen lo que las personas podrían suponer acerca de esa persona.

Invite a los alumnos a comentar en qué sentido resulta problemático juzgar a los demás en función de su apariencia o situación externa. (Si lo desea, recuerde a los alumnos que algunas de las personas más bondadosas y justas que han vivido fueron juzgadas falsamente, entre ellas Abinadí, José Smith e incluso Jesucristo).

Pida a los alumnos que analicen por qué el Padre Celestial puede vernos como somos realmente.

Luego continúe con la lección utilizando las frases de autorreflexión que se encuentran al comienzo de la lección.

Otros videos para la “Opción 3”

Podría mostrar uno de los videos siguientes para la “Opción 3” de la lección:

“Mirando por las ventanas” (2:19) podría ayudar a los alumnos a darse cuenta de la importancia que tiene examinar nuestra vida en lugar de juzgar a los demás.

“Oren para tener ojos para ver como Él lo hace” (6:26) podría ayudar a los alumnos a querer llegar a ser más semejantes a Jesucristo en la forma en que ven a los demás.

1 Samuel 16:14–23. La influencia de la música

Para ayudar a los alumnos a reconocer la influencia que la música puede tener en su vida, podría pedir a dos o tres de ellos que hablen de una estrofa favorita de un himno o una canción del sitio web de Música para los jóvenes. Podría invitar a la clase a cantar o escuchar la estrofa. Pida al alumno que explique por qué la letra de la canción es significativa para él. Pida a los alumnos que hablen sobre cómo la música edificante los ayuda a sentirse. Si lo desea, comente cómo la música edificante lo ha ayudado a usted a sentir el Espíritu Santo o a prepararse para la Santa Cena.

Luego invite a los alumnos a leer 1 Samuel 16:14–23 y a buscar la influencia que la música tuvo en Saúl. (Asegúrese de que los alumnos sepan que la Traducción de José Smith de los versículos 14, 15, 16 y 23 aclara que el espíritu maligno que estaba molestando a Saúl no era de Dios).

Pida a los alumnos que comenten cómo han utilizado la música edificante para ayudarse a sí mismos en la vida.

Casos hipotéticos

A fin de ayudar a los alumnos a poner en práctica lo que han aprendido, podría presentarles un par de casos hipotéticos al final de la lección. Pregunte a los alumnos de qué manera las verdades que aprendieron en 1 Samuel 16 podrían resultar útiles en esas situaciones. Como ejemplos figuran los siguientes:

1. Hace poco, su barrio sostuvo a un nuevo obispo o una nueva presidenta de las Mujeres Jóvenes. Ese llamamiento pareció sorprender a muchas personas. Escuchan a alguien decir que el nuevo líder no es adecuado para ese llamamiento.

2. Acaban de salir de una entrevista con un miembro del obispado, que les extendió un llamamiento que no se sienten preparados para aceptar. Le pidieron tiempo para pensar y orar al respecto antes de tomar una decisión final.

3. Mientras prestan servicio como misioneros, una mujer que parece agitada se les acerca en la calle. Ella, en voz muy alta, les pregunta qué pueden decirle acerca de Jesús.