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La intimidad sexual es sagrada y hermosa


“La intimidad sexual es sagrada y hermosa”, Ayuda para los padres, 2019

“La intimidad sexual es sagrada y hermosa”, Ayuda para los padres

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una pareja tomada de las manos

La intimidad sexual es sagrada y hermosa

“… la intimidad está reservada para la pareja matrimonial, ya que es el símbolo supremo de la unión absoluta, una totalidad y una unión ordenadas y definidas por Dios” (Jeffrey R. Holland, “La pureza personal”, Liahona, enero de 1999, pág. 91).

“Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su esposa, y los dos serán una sola carne” (Efesios 5:31).

Muchos padres evitan hablar con sus hijos del tema de las relaciones sexuales y la sexualidad. Algunos padres se equivocan al suponer que hablar acerca del sexo motivará a sus hijos a experimentar sexualmente, o que sus hijos son demasiado pequeños para tener preguntas. Muchos padres nunca conversaron abiertamente con sus propios padres acerca de estos temas y se sienten incómodos al hablar de ellos con sus familias. Puede que tampoco se sientan competentes para enseñar sobre algo con lo que ellos mismos están luchando en el presente. Sean cuales sean sus dudas o temores, es fundamental que usted converse con sus hijos de manera regular acerca de la intimidad sexual. Los niños y los adolescentes se ven bombardeados constantemente con ideas dañinas acerca del sexo y usted tiene la oportunidad de ayudarles a formarse un concepto positivo, basado en el Evangelio, acerca de la intimidad sexual. Conforme estudie estos materiales, consulte con el Señor para determinar el enfoque que le permitirá tener un análisis significativo con sus hijos acerca del sexo.

El Padre Celestial diseñó el plan de salvación de manera que pudiésemos experimentar la vida, regresar a Su presencia y tener gozo. En este plan es fundamental la unidad espiritual, emocional y física que se desarrolla en el matrimonio y en la vida familiar. Él nos dio la capacidad de tener intimidad física a fin de que pudiéramos fortalecer y criar familias eternas. Él tiene la intención de que el sexo sea una parte hermosa, poderosa y gozosa de nuestra vida —no algo maligno ni corrupto. El sexo hace posible que un esposo y una esposa tengan hijos, se expresen amor y fortalezcan sus lazos espirituales, emocionales y físicos. La intimidad sexual es una parte importante del matrimonio y, cuando se usa de la manera que el Señor ha mandado, trae consigo gozo y grandes bendiciones. Aun cuando muchas personas en el mundo presentan el sexo como algo casual o crudo, el Evangelio enseña que la sexualidad es un poderoso don del Padre Celestial y que debe ejercerse con sabiduría y reverencia dentro de los límites que Él ha fijado.

Prepararse espiritualmente

Los siguientes pasajes de las Escrituras y recursos pueden ayudarle a profundizar su conocimiento de la doctrina relacionada con este asunto. Al estudiarlos, piense en maneras de compartir la doctrina con sus hijos.

Escrituras:

Discursos de conferencias y artículos de revistas:

  • Brent Barlow, “‘Y los dos serán una sola carne’: Las relaciones íntimas en el matrimonio”, Liahona, junio de 1987, págs. 27–34

  • Jeffrey R. Holland, “La pureza personal”, Liahona, enero de 1999, págs. 89–92

  • Matthew O. Richardson, “Three Principles of Marriage [Tres principios para el matrimonio]”, Ensign, abril de 2005, págs. 20–24

  • Russell M. Nelson, “Nutrir el matrimonio”, Liahona, mayo de 2006, págs. 36–38

Otros recursos:

Presentar la doctrina

Elija alguna de las siguientes ideas o utilice las suyas para presentar el principio de que la intimidad sexual es sagrada. Al pensar en cuanto a qué sería más beneficioso compartir con sus hijos, quizás deba comenzar con Una guía para los padres (vea los capítulos 3 al 5: “Teaching Infants and Toddlers: from Birth to Approximately Three Years [Enseñar a los bebés y niños pequeños: desde el nacimiento hasta aproximadamente tres años]”, “Teaching Children: from Four to Eleven Years [Enseñar a los niños: desde los cuatro años hasta los once años]” y “Teaching Adolescents: from Twelve to Eighteen Years [Enseñar a los adolescentes: desde los doce años hasta los dieciocho años]”).

Utilice Efesios 5:31 y “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” para enseñar la doctrina del matrimonio. Pregunte a sus hijos por qué piensan ellos que Dios desea que nos casemos y tengamos una familia. Enséñeles que el sexo es importante para fortalecer al matrimonio y traer hijos al mundo. Es algo que el Padre Celestial dio a los esposos y esposas para que compartan y disfruten. Dios nos ha pedido que ejerzamos el don sagrado de la sexualidad dentro de límites específicos. Cuando obedecemos este mandamiento, experimentamos una gran unidad y gozo en nuestra familia.

  • Muestre fotografías de sus hijos cuando eran pequeños u otras fotos familiares. Comparta con sus hijos sus sentimientos de cuando ellos nacieron. Exprese cómo se siente al poder crear vida y traer hijos al mundo. Explique que el sexo tiene por objeto ser una expresión de amor que permite que nazcan hijos.

  • Cuando frecuentemente resaltamos las consecuencias negativas de violar la ley de castidad, a veces puede resultarle difícil a los hijos entender que los sentimientos sexuales son buenos. Es importante que enseñemos que estos sentimientos son maravillosos y que nos ayudan a desarrollar relaciones sanas, si los expresamos debidamente. Ayude a sus hijos a entender la relación entre los sentimientos sexuales que ellos tienen o que desarrollarán y el comportamiento sexual que debe reservarse para las parejas casadas. Los sentimientos sexuales son un don que nos ha dado el Padre Celestial y que debemos tratar con respeto.

  • Averigüe lo que sus hijos sepan ya acerca del sexo. Analice las diferencias entre la manera en que el mundo habla o cómo consideran el sexo y lo que nuestro Padre Celestial nos enseña acerca del sexo. Pregunte a sus hijos cómo se sienten cuando escuchan a alguien hablar sobre el sexo o al ver imágenes indebidas. Analicen lo que han aprendido acerca de la sexualidad en el hogar. Evalúen maneras de reaccionar ante situaciones, tanto en casa como fuera de ella, en las que el sexo y la sexualidad no se representan con respeto y dignidad. Usted podría consultar la lección de noche de hogar “¿Qué debo hacer si veo pornografía?” en busca de ideas adicionales.

Aprender juntos

Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más de las siguientes actividades que se adapten mejor a su familia:

Ideas para los niños:

  • Es importante utilizar las palabras adecuadas al hablar con sus hijos acerca de la intimidad sexual. Los padres deben estar atentos a la preparación de cada niño para determinar cuándo es apropiado presentar ciertos conceptos a sus hijos; por lo general, la preparación del niño estará en relación con su interés y curiosidad naturales. Junto con la lección de la noche de hogar llamada “Mi cuerpo procede de Dios”, enseñe a sus hijos las palabras correctas para las partes de su cuerpo y los términos sexuales que se ajusten a su madurez y curiosidad. Hablen sobre cómo sus cuerpos y los sentimientos sexuales son un don del Padre Celestial. Destaque que estas palabras deben usarse en el ambiente correcto y con respeto.

  • Explique la diferencia entre los sentimientos sexuales que son buenos y el comportamiento sexual antes del matrimonio, que es dañino. Para ilustrar este principio, dibuje o haga una imagen de alguien que está vestido para una actividad divertida o importante, tales como submarinismo o una obra de construcción. Enseñe que estas son actividades divertidas y que la vestimenta constituye una importante preparación. Después dibuje o haga una imagen de alguien que está vestido de una manera que no encaje en el contexto, como por ejemplo, un buzo en un centro comercial o un obrero de construcción en una piscina. Así como la vestimenta es una herramienta que permite al buzo explorar el mundo, nuestros sentimientos sexuales forman parte vital de nuestra vida. Sin embargo, hay un tiempo y un lugar para cada tipo de ropa y hay un tiempo y un lugar para la conducta sexual. Enseñe que en la relaciones conyugales, la conducta sexual es apropiada y buena. Cuando la conducta sexual se exhibe en público, en los medios de comunicación o cuando se lo estimula antes del matrimonio, es dañino.

Ideas para los jóvenes:

  • Lean juntos como familia la sección sobre “La pureza sexual” en Para la Fortaleza de la Juventud. Invite a los miembros de la familia a subrayar con un color las bendiciones de la pureza sexual. Pídales que subrayen con otro color las consecuencias de quebrantar la ley de castidad. Encierre en un círculo las referencias al Espíritu. Juntos, elaboren una lista de reglas que ayudarán a sus hijos a que permanezcan puros sexualmente. Utilice esta actividad para repasar la guía acerca de la intimidad sexual y el matrimonio, así como las normas del Señor para la pureza sexual. Siga al Espíritu mientras analiza con sus hijos cómo practicar la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad después de este. Comprenda sus perspectivas y preocupaciones. Ayúdeles a entender las bendiciones que el Señor tiene para ellos, si ellos siguen Sus mandamientos.

  • Ayude a sus hijos adolescentes a comprender que las cosas sagradas tienen su tiempo y su lugar apropiados. Debido a la naturaleza sagrada de la intimidad sexual, la conducta sexual solo debe ocurrir entre esposo y esposa. Usted podría hacer una comparación con los convenios del templo: así como los miembros esperan con anhelo y se preparan para las ordenanzas del templo, los jóvenes pueden prepararse para unas relaciones íntimas saludables después del matrimonio. Analicen de qué maneras apropiadas pueden prepararse para una relación sexual saludable. Entre las ideas se podrían incluir las siguientes:

    • Mostrar respeto por las personas del sexo opuesto.

    • Aprender a demostrar amor y perdón en todas las relaciones.

    • Observar las maneras en que se respetan y tratan entre sí las parejas casadas que son felices.

    • Vivir las normas sobre las salidas con jóvenes del sexo opuesto de Para la Fortaleza de la Juventud.

    • Analizar con los padres las preguntas que puedan tener los jóvenes relacionadas con la intimidad sexual.

    • Elegir sabiamente los medios de comunicación y evitar la pornografía o los contenidos sexualizados.

  • Lean juntos Doctrina y Convenios 88:15: “Y el espíritu y el cuerpo son el alma del hombre”. Analicen la relación entre el espíritu, el cuerpo y el alma. Hablen acerca de cómo la intimidad sexual afecta tanto a nuestro espíritu como a nuestro cuerpo físico. Cuando esta unión tanto física como espiritual se lleva a cabo dentro del matrimonio, las almas de ambas personas pueden experimentar gran gozo. Sin embargo, cuando la unión física ocurre fuera de la unión espiritual del matrimonio, produce efectos perjudiciales para el alma. La pornografía es particularmente peligrosa porque crea una falsa sensación de intimidad sin conectar a quien la usa con las relaciones reales. El consumo de pornografía conducirá finalmente al distanciamiento emocional y al aislamiento de los demás.

Invitar a actuar

El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Cuando [sus hijos] compartan con ustedes lo que está sucediendo, tendrán que escuchar con mucha atención, sin juzgarlos, a fin de comprender lo que ellos están pensando y por lo que están pasando […]. [D]eben tener conversaciones abiertas y frecuentes que enseñen y aclaren la manera en que los jóvenes […] deben abordar este asunto” (“Padres e hijos: Una relación excepcional”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 49).

La habilidad que usted tenga para tener estas conversaciones con sus hijos tendrá un efecto duradero en la vida de ellos. Enseñe a sus hijos a reconocer que mucho de lo que el mundo enseña acerca del sexo es incorrecto y que el Padre Celestial les ha otorgado esos poderosos sentimientos para que puedan alcanzar unidad y gozo en el matrimonio. Reconozca que ellos probablemente tendrán más preguntas e invítelos a acudir a usted cuando las tengan. Ellos no solamente deben sentirse cómodos para venir a analizar con usted sus inquietudes y preguntas, sino que deben saber que usted de manera regular hablará del tema con ellos. Cuando analicen estos asuntos, asegúrese de crear un ambiente en el que sus hijos puedan ser sinceros y reciban respuestas claras y directas.

Otras lecciones para enseñar a los hijos: