Domingo de Pascua de Resurrección, 20 de abril

“¡María!…” (Juan 20:16).

Cuando María Magdalena fue al sepulcro el domingo por la mañana para cuidar el cuerpo de Jesús, una palabra la elevó de las profundidades del dolor a la comprensión de que la esperanza vive. Esa sola palabra fue su nombre, pronunciado por el Hijo resucitado de Dios:

Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.

Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni!, que quiere decir, Maestro.

Juan 20:15–16

María no se dio cuenta de que Jesucristo estaba ahí, frente a ella, hasta que lo escuchó decir su nombre, pero esa sola palabra fue el comienzo de una hermosa celebración de la Resurrección del Salvador. Al igual que María, aquellos de nosotros que buscamos a Jesucristo podemos descubrir que Él nos conoce a cada uno por nuestro nombre y que estamos invitados a verlo y conocerlo a Él y Su gloria. Gracias a Su sacrificio, podemos volver a vivir con Él y todas las personas serán resucitadas. Verdaderamente, nunca ha habido un mayor amor.

Invitación: Celebra el mayor amor

¡La Pascua de Resurrección es una época de gozo para los que creen en Jesucristo! Hoy, busca al Señor como lo hizo María al ir a un lugar donde se lo pueda encontrar. Celebra el don de Su Expiación y Resurrección en un servicio religioso de Pascua de Resurrección, e invita a otras personas a acompañarte. Canta canciones sobre Su amor redentor y siente cómo el Espíritu testifica que Jesucristo te conoce personalmente.

Preguntas

• ¿Qué parte de la adoración de la Pascua de Resurrección te trajo más gozo este año?

• ¿Qué cosas inesperadas aprendiste al estudiar acerca de Jesucristo en esta Semana Santa?

• ¿Qué tradiciones de la Pascua de Resurrección esperas comenzar o continuar el próximo año?

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Videos

Canción

“Himno de la Pascua de Resurrección”, Himnos, nro. 121.

Actividad para niños

¡Jesucristo te conoce por nombre! Él te ama y comprende perfectamente. Colorea el sepulcro vacío para recordar cómo Él resucitó por cada uno de nosotros.