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30 noviembre – 6 diciembre. Moroni 1–6: “Para guardarlos en la vía correcta”


“30 noviembre – 6 diciembre. Moroni 1–6: ‘Para guardarlos en la vía correcta’”, Ven, sígueme — Para la Primaria Libro de Mormón 2020 (2020)

“30 noviembre – 6 diciembre. Moroni 1–6”, Ven, sígueme — Para la Primaria 2020

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Alma bautiza gente en las aguas de Mormón,

Minerva Teichert (1888–1976), Alma bautiza en las aguas de Mormón, 1949–1951, óleo sobre masonita, 91 x 122 cm. Museo de Arte de la Universidad Brigham Young, 1969.

30 noviembre – 6 diciembre

Moroni 1–6

“Para guardarlos en la vía correcta”

Antes de comenzar a planificar actividades de aprendizaje para los niños, estudie Moroni 1–6 con espíritu de oración en busca de principios y versículos que sienta que ellos necesitan entender.

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Invitar a compartir

Invite a los niños a compartir lo que han estado aprendiendo sobre Moroni. Podría utilizar el “Capítulo 53: Moroni y sus enseñanzas” (Historias del Libro de Mormón, págs. 154–155, o el video correspondiente en churchofjesuschrist.org) para ayudarles a recordar.

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Enseñar la doctrina: Niños pequeños

Moroni 4–5

Tomo la Santa Cena para demostrar que siempre recordaré a Jesucristo.

La Santa Cena puede ser una experiencia espiritual sagrada, incluso para los niños pequeños. ¿Cómo puede ayudar a los niños a quienes enseña a utilizar el tiempo de la Santa Cena para pensar en Jesús?

Posibles actividades

  • Muestre una imagen de personas tomando la Santa Cena (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 108). Pida a los niños que le digan lo que sucede durante la Santa Cena. ¿Qué debemos estar haciendo durante la Santa Cena?

  • Invite a dos miembros del barrio a ir a la clase para leer a los niños Moroni 4:3 y 5:2, y compartir por qué toman la Santa Cena cada semana. Pídales que sugieran a los niños lo que pueden hacer para ayudarles a pensar en Jesús durante la Santa Cena y para recordarle siempre.

  • Entonen una canción que ayude a los niños a pensar en Jesús, tal como “Con quietud” (Canciones para los niños, pág. 11). Pida a los niños que practiquen sentarse en forma reverente como lo harían durante la Santa Cena.

Moroni 6:1–3

Puedo prepararme para ser bautizado.

La descripción que Moroni hizo de las personas que fueron bautizadas en su época puede ayudar a los niños a prepararse para recibir esa importante ordenanza en la actualidad.

Posibles actividades

  • Lea frases de Moroni 6:1–3 que enseñen quién puede ser bautizado. Explique los términos que los niños quizá no entiendan. Por ejemplo, un significado de “un corazón quebrantado y un espíritu contrito” es sentir pesar por nuestros pecados (Moroni 6:2). Hable de la forma en que usted se preparó para ser bautizado, o bien, pida a alguien que se haya bautizado hace poco que explique cómo se preparó. Ayude a los niños a pensar en formas en que puedan prepararse para ser bautizados algún día.

  • Ponga a la vista imágenes de personas siendo bautizadas (véase el Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 103, 104), y permita que los niños hablen sobre lo que ven en las imágenes. Ayúdeles a observar los detalles, tales como el agua y la ropa blanca. Pregunte a los niños por qué nos bautizamos, y explique por qué decidió bautizarse.

Moroni 6:4–6, 9

Soy bendecido cuando voy a la Iglesia.

¿Entienden los niños a quienes enseña por qué vamos a la Iglesia cada semana? Moroni 6 da razones importantes.

Posibles actividades

  • Pregunte a los niños por qué les gusta ir a la Iglesia, y ayúdeles a nombrar algunas de las cosas que hacemos allí. Léales algunas de esas cosas en Moroni 6:4–6, 9, e invítelos a dramatizar algunas de esas cosas o a hacer dibujos de sí mismos haciéndolas (tales como orar, predicar, cantar y participar de la Santa Cena).

  • Ayude a los niños a entonar una canción que hable de asistir a la Iglesia , tal como “Con reverencia” (Canciones para los niños, pág. 10). Diga a los niños por qué a usted le gusta ir a la Iglesia y en qué forma le ha bendecido.

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Enseñar la doctrina: Niños mayores

Moroni 2–6

El Espíritu Santo es un don sagrado.

En Moroni 2–6 se menciona varias veces al Espíritu Santo. ¿De qué manera podría utilizar esos capítulos para ayudar a los niños a entender la forma en que el Espíritu Santo puede ayudarles?

Posibles actividades

  • Pida a los niños que encuentren todos los versículos de Moroni 2–6 en los que se mencione al Espíritu Santo o al Espíritu. Lean juntos cada uno de esos versículos y pida a los niños que anoten en la pizarra lo que aprendan sobre el Espíritu Santo. ¿Cómo nos puede ayudar el Espíritu Santo?

  • Relate a los niños sobre alguna ocasión en la que haya sentido la influencia del Espíritu Santo, ya sea en la Iglesia o en algún otro lugar. Explique cómo supo que era el Espíritu Santo y la manera en que Él le ayudó. Invite a los niños a compartir cualquier experiencia que hayan tenido con el Espíritu Santo e ínstelos a buscar Su influencia.

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    Mujer joven recibiendo una bendición

    El don del Espíritu Santo se comunica mediante la imposición de manos.

Moroni 4–5

Tomo la Santa Cena para demostrar que siempre recordaré a Jesucristo.

Cuando los niños entiendan el carácter sagrado de la Santa Cena, es más probable que la traten con reverencia y se sientan cerca a Dios durante esa ordenanza.

Posibles actividades

  • Escriba frases de Moroni 4:3 y 5:2 en diferentes tiras de papel, y pida a los niños que coloquen las frases en el orden correcto. Según esos versículos, ¿por qué es importante la Santa Cena?

  • Invite a los niños a imaginar que un amigo va a asistir a la reunión sacramental por primera vez. ¿Cómo le explicarían a su amigo lo que es la Santa Cena y por qué participamos de ella? Ínstelos a utilizar Moroni 4:3 y 5:2 en sus explicaciones.

  • Invite a los niños a compartir cosas que su familia hace durante la Santa Cena para ser reverente y pensar en Jesucristo. ¿Qué otras ideas tienen? Invítelos a escoger una de esas ideas y a ponerse la meta de dedicar más tiempo a pensar en el Salvador durante la Santa Cena.

Moroni 6:4–6, 9

Vamos a la Iglesia para tomar la Santa Cena y apoyarnos unos a otros.

Las palabras de Moroni podrían ayudar a los niños a quienes enseña a hallar un mayor propósito en ir a la Iglesia cada semana.

Posibles actividades

  • Escriba ¿Por qué venimos a la Iglesia? en la pizarra y pida a los niños que escriban posibles respuestas. Invítelos a hallar respuestas adicionales en Moroni 6:4–6, 9 y a agregarlas a su lista de la pizarra. Invite a los niños a compartir en qué forma han sido bendecidos por asistir a la Iglesia. Permítales que hagan una dramatización de cómo le explicarían a un amigo de otra religión por qué se sienten agradecidos de pertenecer a la Iglesia.

  • Muestre imágenes o ejemplos de alimentos nutritivos. ¿Por qué es importante que nutramos nuestro cuerpo? Lean juntos Moroni 6:4 y pregunte a los niños qué piensan que significa la frase “nutridos por la buena palabra de Dios”. ¿En qué sentido nos nutre la palabra de Dios?

  • Invite a uno de los niños a leer la siguiente cita del élder Jeffrey R. Holland, y analicen lo que enseña sobre cómo nos podemos nutrir mutuamente: “La mayoría de la gente no va a la Iglesia únicamente para buscar unos cuantos conceptos nuevos del Evangelio o para ver a viejos amigos, aunque ambas cosas son importantes; van en busca de una experiencia espiritual; desean paz; desean que su fe sea fortalecida y que su esperanza sea renovada; en una palabra, desean ser nutridos por la buena palabra de Dios, ser fortalecidos por los poderes del cielo” (véase “Venido de Dios como maestro”, Liahona, julio de 1998, pág. 27). ¿Cómo podemos ayudar a nutrirnos espiritualmente el uno al otro en la Iglesia?

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Aliente a los niños a hablar con su familia de las razones por las que les gusta asistir a la Iglesia cada semana.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Apoye a los padres. Con espíritu de oración, busque maneras de apoyar a los padres de los niños a quienes enseña. ¿De qué manera puede apoyar los esfuerzos que ellos hacen para enseñar el Evangelio a sus hijos? Por ejemplo, podría hablar con los padres sobre las necesidades e intereses de sus hijos, o compartir con ellos lo que sus hijos están aprendiendo en clase (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 25).