Relatos de las Escrituras
Alma, hijo


“Alma, hijo”, Historias del Libro de Mormón, 2023

“Alma, hijo”, Historias del Libro de Mormón

Mosíah 25–28; Alma 36

Alma, hijo

Un potente cambio

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Mosíah y Alma, padre

El rey Mosíah dio a Alma el poder de dirigir la Iglesia en Zarahemla. Alma enseñó a las personas a arrepentirse y a tener fe en el Señor.

Mosíah 25:19–24; 26

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Alma, hijo

Alma tenía un hijo que también se llamaba Alma. Alma, hijo, no creía lo que su padre enseñaba.

Mosíah 27:8

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Alma, hijo, y los hijos de Mosíah, hablando a las personas

Mosíah tenía hijos que tampoco creían en el Señor. Eran amigos de Alma, hijo. Todos ellos querían que las personas abandonaran la Iglesia. Alma y los hijos de Mosíah llevaron a muchas personas a hacer cosas que estaban en contra de los mandamientos de Dios.

Mosíah 27:9–10; Alma 36:6

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Alma, hijo, y los hijos de Mosíah asustados ante el ángel

Un día, el Señor envió un ángel para detenerlos. El ángel les dijo que dejaran de tratar de destruir la Iglesia. Alma y los hijos de Mosíah estaban tan asustados que cayeron al suelo.

Mosíah 27:11–18; Alma 36:6–9

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Alma, hijo, sintiendo dolor

Alma no pudo hablar ni moverse durante tres días y tres noches. Se sentía muy mal por todas las cosas malas que había hecho. También estaba preocupado porque había alejado a muchas personas del Señor.

Mosíah 27:19; Alma 36:10–16

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Alma, hijo, arrodillado

Alma sintió mucho pesar por sus pecados. Entonces recordó a su padre hablar sobre Jesucristo, el Hijo de Dios.

Alma 36:17

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Alma, hijo, feliz

Alma oró para que Jesús lo perdonara. Después de orar, ya no podía recordar su dolor. Sabía que el Señor lo había perdonado. Ya no se sentía mal por sus pecados. En cambio, se sentía muy feliz.

Mosíah 27:24, 28–29; Alma 36:18–22

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Alma, hijo, y los hijos de Mosíah, ayudando a alguien

Alma recuperó la fuerza. Él y los hijos de Mosíah decidieron arrepentirse e intentar corregir todo el dolor que habían causado. Desde ese momento, sirvieron al Señor al ayudar a otras personas a arrepentirse. Viajaron por la tierra que Mosíah gobernaba y enseñaron a las personas sobre Jesús.

Mosíah 27:20–24, 32–37; Alma 36:23–26

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los hijos de Mosíah yéndose de viaje

Alma y los hijos de Mosíah querían compartir la felicidad que las enseñanzas de Jesús habían traído a sus vidas. Se esforzaron mucho para servir al Señor y a las personas. Los hijos de Mosíah decidieron ir y enseñar a los lamanitas sobre Jesús. Alma decidió quedarse y seguir enseñando a los nefitas.

Mosíah 27:32–37; 28:1–10; 29:42–43