Abuso o maltrato
¿Qué debo hacer si sé o sospecho que alguien está siendo abusado?


“¿Qué debo hacer si sé o sospecho que alguien está siendo abusado?”, Cómo ayudar, 2018.

“¿Qué debo hacer si sé o sospecho que alguien está siendo abusado?”, Cómo ayudar.

¿Qué debo hacer si sé o sospecho que alguien está siendo abusado?

Si sabe o sospecha que alguien está siendo objeto de abuso, informe de ello a las autoridades civiles. Luego ayude a la persona a ponerse en contacto con otros recursos de protección y sanación, como ayuda médica, líderes de la Iglesia y terapeutas profesionales.

Pautas para hablar con una víctima de abuso o maltrato

Sea compasivo y sensible cuando hable con quienes han sido víctimas de abuso y preocúpese por ellos. Es posible que no estén dispuestos a hablar sobre el abuso de inmediato. Las siguientes pautas son de gran ayuda cuando se habla con un joven o adulto que es capaz de describir su experiencia. Los niños más pequeños, o aquellos con capacidades físicas o mentales disminuidas, pueden necesitar apoyo adicional cuando hablen de sus experiencias.

  1. Dedique tiempo a escuchar.

    Puede tomar algún tiempo para que una víctima de abuso empiece a contar su historia. Es importante ser paciente y escuchar. Asegúrele a la persona que la ama y confía en ella. Si es posible, vaya a un lugar seguro y cómodo donde puedan hablar. Mantenga la calma y tómese su tiempo para escuchar.

    No se asuste ni reaccione de manera exagerada ante lo que la persona le diga. Esto podría hacer que la persona dejara de hablar con usted.

  2. Tómese en serio lo que le revele la persona.

    Es raro que una denuncia de abuso sea falsa. Mientras escucha, no desestime ni intente minimizar lo que la persona le haya dicho. Puesto que la persona puede tener miedo de decirle lo que ha sucedido, sea comprensivo y apóyela mientras habla. Muestre empatía. Reconforte a la persona diciéndole que se requiere valor para hablarle del abuso y que usted cree lo que le ha dicho.

    En casos de abuso infantil, el agresor podría haber amenazado al niño diciéndole que se expondría a daños físicos u otras cosas malas si alguna vez le hablara a alguien del abuso. Asegúrele sobre su amor y deseo de mantenerlo seguro y protegido.

  3. No culpe a la persona ni sugiera que el abuso fue de alguna manera culpa de él o ella.

    Recuerde la historia de José que fue vendido a Egipto. Soñó que sería el líder de sus hermanos y, cuando les contó ese sueño, lo odiaron por ello y más tarde lo arrojaron a un pozo y lo vendieron como esclavo (véase Génesis 37). Aunque José les contó el sueño a sus hermanos, no fue culpa suya que lo trataran como lo hicieron. José no hizo nada malo y no tenía la culpa.

    Una víctima de abuso o maltrato puede sentirse culpable y responsable y suponer que tiene la culpa. Puede pensar que debería haber sido más inteligente o más fuerte para detener o prevenir el abuso. Cuando se abusa de los niños, a menudo se les incita o se les engaña. Reconforte a la víctima diciéndole que el abuso no es culpa suya y que no ha hecho nada malo.

  4. Busque ayuda.

    Busque ayuda inmediata de las autoridades civiles, los servicios de protección infantil, los servicios de protección de adultos, un defensor de víctimas o profesionales médicos. Estos servicios pueden contribuir a proteger a la víctima y prevenir más abusos. Véase la página “En crisis” para obtener más información.

    Los líderes y los miembros de la Iglesia deben cumplir con todas las obligaciones legales pertinentes para denunciar el abuso ante las autoridades civiles. Los obispos y presidentes de estaca deben ir a counselingresources.org para obtener más información.

  5. Ayude a la víctima a comunicarse con los recursos.

    La víctima puede necesitar ayuda de recursos externos y otra ayuda profesional, como de las autoridades civiles, servicios médicos, servicios legales, terapeutas profesionales y líderes de la Iglesia. Usted puede ofrecerse a acompañarla para visitar estos recursos y crear un plan para ayudarle a mantenerse segura.

    El obispo también puede proporcionar recursos y apoyo para lidiar con el abuso y comenzar el proceso de sanación.

    Si la víctima es menor de edad, anímela a hablar con sus padres o tutor sobre el abuso, si es que no lo ha hecho ya. Si uno de los padres es el agresor, anime a la víctima hablar con el padre no agresor u otro adulto de confianza que pueda ayudarle.

Recursos de la Iglesia y de la comunidad

(La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no ha creado, ni mantiene ni controla algunos de los recursos que se enumeran a continuación. Si bien estos materiales están destinados a servir como recursos adicionales, la Iglesia no respalda ningún contenido que no esté de acuerdo con sus doctrinas y enseñanzas).

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