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Encontrar el valor para hacer el bien
Sembrar bondad y amabilidad siempre dará como resultado una comunidad mejor y más feliz.
¿Por qué me da miedo hacer el bien? ¿Incluso dentro de mi barrio?
Para mí, todo se reduce a la inseguridad. ¿Qué sucede si estoy incomodando a las personas al tratar de ministrarlas? ¿Y si los demás ya tienen suficientes amigos y no les interesa tanto ser mis amigos?
Y dado que sé que no lo logro, a veces trato de usar el miedo para motivarme a hacerlo mejor. “No estás siendo una buena discípula”, me digo a mí misma. “Eres egoísta”.
Como era de esperar, ese método no es muy útil para motivarme a hacer el bien.
Mirar hacia Dios en todo pensamiento
Entonces, ¿cómo podemos encontrar el valor para hacer el bien?
En Doctrina y Convenios 6:33 se enseña: “No tengáis miedo, hijos míos, de hacer lo bueno, porque lo que sembréis, eso mismo cosecharéis. Por tanto, si sembráis lo bueno, también cosecharéis lo bueno para vuestra recompensa”.
Me encanta ese pasaje de las Escrituras. Me ayuda a superarme a mí misma y a darme cuenta de que, si bien no todos los esfuerzos por tender la mano y conectarme con otra persona resultarán en un nuevo mejor amigo, sembrar bondad y amabilidad siempre dará como resultado una comunidad más feliz y mejor. Me ayuda a dejar de lado mis temores y, en su lugar, a “mira[r] hacia [el Señor] en todo pensamiento” (Doctrina y Convenios 6:36).
El perfecto amor echa fuera el temor
Cuando nos sintamos temerosos y necesitemos motivación para hacer el bien, podemos seguir este consejo del élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “Si alguna vez nos encontramos viviendo con temor o ansiedad, […] ruego con toda la fuerza de mi alma que nos liberemos del miedo con el antídoto divinamente designado para el temor: el amor puro de Cristo, ya que ‘el perfecto amor echa fuera el temor’ [1 Juan 4:18]”.
Si necesitas la fortaleza para superar el miedo y tender una mano a quienes te rodean, díselo al Padre Celestial; pídele que te dé de Su amor perfecto porque ese amor te ayudará a andar con “una firme seguridad como seguidores de nuestro amado Salvador”.