2023
Bendecido con poder y fortaleza
Junio de 2023


“Bendecido con poder y fortaleza”, Liahona, junio de 2023.

Voces de los Santos de los Últimos Días

Bendecido con poder y fortaleza

Las manos de mi padre temblaban al bendecirme con palabras que me cambiaron la vida.

Imagen
un padre dando una bendición a su hijo

Ilustración por Dilleen Marsh

Cuando regresé a casa de mi misión de dos años, mi siguiente meta era casarme en el templo. Lamentablemente, comencé a buscar entretenimiento malsano, a ceder a la tentación y a salir en citas con personas que no eran miembros de la Iglesia.

Eso me produjo desdicha, remordimiento y pesar, e incluso un divorcio. Todavía tenía un testimonio y anhelaba casarme en el templo, pero me sentía indigno de esas bendiciones, así que ignoré mis sentimientos de culpa y busqué la felicidad en conductas mundanas.

Con el tiempo, mis sentimientos resurgieron y me sentí atormentado por la culpa de mis transgresiones. Me arrodillé y clamé al Señor con la tristeza que es según Dios. Le prometí que, a partir de ese momento, viviría la ley de castidad;

pero aquella no fue mi única lucha. También estaba sumergido en las profundidades de la adicción a las drogas. Una noche, me sentí consumido por un temor debilitante. Con el teléfono celular [móvil] en la mano, miré fijamente el número de mi padre. Tardé más de una hora en armarme de suficiente valor para llamarlo y preguntarle si podía verlo.

Después de hablar largo y tendido de mis dificultades, mi padre me dio una bendición del sacerdocio. Le temblaban las manos mientras me hablaba con poder y convicción. Dijo que Satanás y sus ángeles habían estado trabajando incansablemente en mí porque mi potencial espiritual era una amenaza para ellos. Papá dijo que, mientras estuviera en la tierra, tendría la oportunidad de superar mi adicción, y me bendijo con poder y fortaleza para hacerlo.

Cuando terminó la bendición, abracé a mi padre y a mi madre y sollocé en el hombro de papá. Sentí una sobrecogedora abundancia de amor y gratitud en el corazón. Mis sentimientos de desesperanza se desvanecieron, así como las ansias físicas de la adicción y la pesada nube de depresión e ineptitud.

Al instante, sentí un nuevo entusiasmo por la vida y la posibilidad de sentir gozo, si me sometía a la voluntad del Padre Celestial. Testifico que el poder del sacerdocio es real y tangible.

Con el tiempo, el Padre Celestial me bendijo con un matrimonio en el templo, una esposa amorosa que comprende el poder de la expiación del Salvador, y con dos hijos.

El haber salido del pozo en el que estuve una vez y haber llegado hasta donde estoy ahora es un verdadero milagro. Por medio del arrepentimiento sincero y de la fe en Jesucristo, ¡todas las cosas son posibles! Yo soy una prueba viviente de ello.