2022
Podemos ayudar a los demás a hallar paz en momentos difíciles
Agosto de 2022


“Podemos ayudar a los demás a hallar paz en momentos difíciles”, Liahona, agosto de 2022.

Principios de ministración

Podemos ayudar a los demás a hallar paz en momentos difíciles

El Señor reprendió a los amigos de Job por haberlo juzgado en lugar de ministrarlo.

Imagen
una mujer recibe una bendición del sacerdocio en casa

En momentos como estos, podría ser difícil hallar paz interior. La mayoría de nosotros pasa por momentos en los que se nos dificulta mantener un espíritu de paz. Podemos contribuir a apoyarnos y bendecirnos unos a otros con compasión y comprensión.

Mary (los nombres se han cambiado) esperaba que su matrimonio fuera feliz y tuviera éxito. Dejó atrás la vida que llevaba antes para dedicarse de lleno a la vida con su esposo. No obstante, después de un tiempo, este tomó decisiones que destruyeron su unidad. Ella se llenó de pánico, no se sentía preparada, sino totalmente perdida mientras luchaba por empezar una nueva vida para sí misma y para sus cuatro hijos. Sabía que necesitaba dejar que Dios prevaleciera en su vida y permitir que Él la sanara, pero no era fácil.

El hermano y la hermana ministrantes de Mary, los Watson, le tendieron la mano con amor para ofrecerle ayuda y apoyo. Al principio, Mary insistía con obstinación en que no necesitaba ayuda. Sin embargo, los Watson y otros miembros del barrio continuaron ofreciéndoles amor y amistad de maneras sencillas y naturales: se sentaban con la familia de Mary en las reuniones, le ayudaban a cuidar del jardín y buscaban maneras simples pero personales de hacerle saber que pensaban en ella y que realmente querían ayudarle. Ella agradecía en particular las muchas bendiciones del sacerdocio que el hermano Watson le daba tanto a ella como a sus hijos, lo que les brindaba paz al corazón.

Mary sabía que los Watson habían sido asignados a ella, pero nunca sintió que el servicio y la amistad que le ofrecían fueran por obligación. Sentía su sinceridad y su amor, porque la trataban como a una hermana por la que sentían cariño. Llegaron a ser parte de su familia.

Dejar que Dios prevalezca

Imagen
personas socializando

Fotografía por Jeremy Hall

El libro de Job del Antiguo Testamento cuenta el conocido relato de un hombre que afrontó graves pruebas y dificultades. Su esposa le preguntó por qué no se daba por vencido (véase Job 2:9). Sus amigos, que supuestamente habían ido a ministrarlo (véase Job 2:11–13), terminaron juzgándolo y trataron de convencerlo de que sus pruebas eran un castigo por el pecado (véase Job 22). No obstante, él permaneció decidido a dejar que Dios prevaleciera en su vida (véase Job 13:15). Mediante su fidelidad, pudo recibir bendiciones aun mayores que las que había recibido antes, incluyendo la bendición de llegar a conocer a Dios de una manera más completa (véase Job 42:1–5). Como hermanos y hermanas ministrantes, nuestro amor y apoyo pueden ayudar a los demás a acudir al Señor en sus desafíos y a ser sanados (Doctrina y Convenios 112:13).

Como hermanos y hermanas ministrantes, nuestro amor y apoyo pueden ayudar a los demás a acudir al Señor en sus desafíos y a ser sanados (Doctrina y Convenios 112:13).

Principios a considerar

Al procurar ayudar a quienes ministra a hallar paz, considere lo siguiente:

  • El hermano y la hermana ministrantes de Mary le tendieron la mano con amor y evitaron emitir juicios (véanse Job 42:7; Moroni 7:45–48).

  • A menudo, la ministración se logra mejor por medio de acciones pequeñas y sencillas (véase Alma 37:6).

  • Si nos ponemos en los zapatos de nuestro amigo o amiga y oramos para saber lo que sería de mayor ayuda, Dios puede dirigir nuestros actos (véase Mateo 7:7–11).

  • Las bendiciones del sacerdocio no solo pueden proporcionar sanación física, sino también brindar paz y consuelo en momentos de estrés o de dificultad.

  • Al igual que Job, si permanecemos fieles en nuestras pruebas y dejamos que Dios prevalezca en nuestra vida, podremos conocer mejor a Dios y tener paz (véase Job 22:21).

¿Qué podemos hacer?

Si alguna persona a la que ministra afronta pruebas y desafíos, esfuércese por ofrecerle amor y apoyo sinceros sin juzgarla injustamente como lo hicieron los amigos de Job.