Principios de ministración
Apoyarnos unos a otros en nuestros esfuerzos por usar los medios de comunicación sabiamente
Las siguientes ideas y recursos pueden ser de ayuda si aquellos a los que usted ministra tienen preguntas sobre el uso de la tecnología.
Fotografías de Getty Images.
Una de las preguntas más comunes que las familias afrontan en muchas culturas hoy en día es cómo utilizar adecuadamente los medios de comunicación y la tecnología. Los dispositivos digitales de la actualidad se han arraigado rápidamente en muchas culturas, transformando muchas de nuestras actividades diarias más simples.
Debido al potencial aparentemente ilimitado para bien y para mal de dichos dispositivos, muchas personas y familias buscan buena información sobre cómo utilizar los medios de comunicación de un modo seguro.
Marta (los nombres se han cambiado), una líder de la Iglesia en España, ha visto que su teléfono inteligente ha mejorado su estudio del Evangelio, le ha facilitado el estar en contacto con las personas a quienes ministra, la ha ayudado en su desarrollo personal al utilizar la aplicación Vivir el Evangelio y le ha permitido hacer más cosas en su llamamiento. Sin embargo, sabe que le cuesta dejar su teléfono cuando podría estar relacionándose con su familia.
Kwan, un adolescente de Corea, utiliza la computadora de la familia a menudo para investigaciones, asignaciones y proyectos escolares. Después de terminar sus tareas de la escuela, dedica su tiempo libre a los videojuegos en línea. Sus padres están preocupados.
Todos los días, Declan, un joven adulto de Kenia, observa a la gente que tiene un teléfono inteligente en la mano. Parece que pueden acceder de forma instantánea a información que haría que la vida de él fuera mucho más fácil e interesante, incluso con respecto a las Escrituras, las revistas y otros recursos de la Iglesia. Sin embargo, después de pagar sus gastos, no le sobra dinero para un teléfono inteligente. Declan siente que se ha quedado atrás.
Al ministrar, ¿cómo podemos apoyar y fortalecer a nuestros hermanos y hermanas en su búsqueda de respuestas en cuanto a este tema que a veces es confuso? A continuación hay algunas ideas y recursos para hallar maneras de utilizar los medios de comunicación sabiamente.
Sugerencias para usar los medios de comunicación y la tecnología con sabiduría
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Busque maneras deliberadas de pasar su valioso tiempo fuera de la tecnología, incluso al ministrar a los demás, desarrollar habilidades y talentos, y participar con otras personas en pasatiempos significativos y otras actividades.
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Tenga un objetivo específico para usar la tecnología y limite su uso cuando esté aburrido o se sienta solo, enojado o estresado. Estas y otras emociones pueden hacerle vulnerable o susceptible a utilizar la tecnología de forma inapropiada. Busque maneras saludables de responder a las emociones.
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Sea disciplinado. Utilice configuraciones que le permitan controlar o limitar el tiempo que pasa con el dispositivo.
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Sea como el Salvador. Ofrezca toda su atención cuando alguien le hable.
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Dé prioridad a la conexión personal. Mantenga el equilibrio entre las formas de comunicación electrónicas y las no electrónicas, en especial al compartir sentimientos sinceros o pensamientos importantes.
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Haga pausas regulares. Invite a todos los miembros de la familia a que deliberadamente tomen descansos de sus dispositivos de forma regular.
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Acostúmbrese a no responder de inmediato a cada notificación y alerta.
Iniciar una conversación
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Inicie una conversación sobre este importante tema al compartir las dificultades o preguntas que tenga con respecto al uso de la tecnología y los medios de comunicación.
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Pregunte a los demás qué es lo que les ayuda. Es mucho lo que puede aprender al emplear este método, y también podría brindarle oportunidades de compartir algunas cosas que usted haya aprendido.
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Pasajes de las Escrituras que podría compartir: Los profetas nos han invitado a ser prudentes (véase Jacob 6:12), a ser moderados en todas las cosas (véase Alma 7:23), a cuidar nuestros pensamientos, palabras y obras (véase Mosíah 4:30) y a ser buenos ejemplos (véase 1 Timoteo 4:12).