2021
“Quiero ir al paraíso”
Marzo de 2021


“Quiero ir al paraíso”

Cuando oré y le pregunté a Dios en cuanto a este nuevo camino, me sentí más convencido de la verdad que había encontrado.

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sun breaking through clouds

Fotografía de Getty Images; la persona que posa es un modelo.

Yo había sido un miembro devoto de otra iglesia, pero entonces comencé a estudiar sus enseñanzas sobre el purgatorio. Ese concepto enseña que, después de la muerte física, el alma es admitida a un lugar similar a una prisión, donde debe purificarse antes de ir al paraíso.

Mientras pensaba en las almas en pena en el purgatorio, reflexioné sobre mi futuro espiritual y mi relación con Jesucristo. Comencé a orar: “¿Qué debo hacer para no ir al purgatorio? Quiero ir al paraíso”.

Lo primero que me vino a la mente fue vivir los Diez Mandamientos. Sentí que si lo hacía, la gracia del Señor me permitiría evitar el purgatorio. Me comprometí a guardar los mandamientos y empecé un intenso período de ayuno, oración, estudio de las Escrituras y meditación.

Durante ese tiempo, sentí la impresión de hacerle una pregunta inusual a un médico en la clínica en la que yo trabajaba como contador.

“Dr. Thibaut”, le dije, “¿está el Señor Jesucristo en su Iglesia?”.

Declaró que pertenecía a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. A partir de ahí, el Espíritu guió nuestra conversación. Le pregunté respecto a las diferencias entre su Iglesia y la mía. Me habló del Libro de Mormón. Mientras proseguimos con la conversación, el corazón se me llenó de gozo. Sentí que estaba recibiendo respuestas a mis oraciones.

Dos días después, los misioneros me dieron un Libro de Mormón, el cual leí y estudié con ellos. Descubrí que era maravilloso aprender nuevas cosas de las Escrituras. Empecé a obedecer la Palabra de Sabiduría.

Cuando me di cuenta de que había perdido el interés por mi iglesia, en la que había participado tanto, me pregunté qué estaba sucediendo. Oré y le pregunté a Dios en cuanto a este nuevo camino. Cuando lo hice, me sentí más convencido de la verdad que había encontrado. Tomé la decisión de unirme a la Iglesia, aunque sabía que afrontaría persecuciones.

Ciertamente sufrí persecución, pero el Señor me fortaleció. Sé que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fue la respuesta a mi oración sincera: “Quiero ir al paraíso”. Sé que puedo ir allí después de que muera, si permanezco fiel a los mandamientos de Dios.