2018
Seguí la primera impresión
Febrero de 2018


Seguí la primera impresión

Kenny Quispitupac

Lima, Perú

Imagen
home teaching

Ilustración por Simone Shin

Un domingo después de regresar de la Iglesia, me quedé dormido casi toda la tarde.

Cuando desperté todo estaba oscuro. Comencé a organizar mis actividades de la semana y pregunté en oración cómo podía servir al Señor de mejor manera. Sentí la impresión de que debía hacer mis visitas de orientación familiar. Eran ya las 8:00 p.m., así que pensé que podría ir el martes siguiente, pero la impresión de que debía ir esa noche se hizo más fuerte.

Recordé el consejo que el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, había dado en el Centro de Capacitación Misional de Lima, Perú, mientras yo enseñaba ahí: “Sigan la primera impresión”. Llamé inmediatamente a mi compañero de orientación familiar, pero no respondió. Así que decidí ir de todos modos.

Al salir de mi casa noté que un joven presbítero de mi barrio iba caminando por la calle. Me acerqué a él y le pregunté si podía acompañarme. Él accedió. En la primera casa que visitamos el hermano abrió la puerta. Le dije que había sentido la necesidad de visitarlo. Él sonrió y nos dijo que lo iban a operar al día siguiente y que le gustaría recibir una bendición. Le di una bendición, y fuimos a hacer la siguiente visita.

Cuando llegamos a la casa de la siguiente familia ya eran las 8:40 p.m. Estaban sorprendidos de vernos porque era muy tarde. Entramos a su casa y nos dimos cuenta de que el padre de la familia estaba enfermo. Ofrecí darle una bendición.

Cuando íbamos de regreso a casa, compartí la Escritura de Moroni 7:13 con mi joven compañero: “… todo aquello que invita e induce a hacer lo bueno, y a amar a Dios y a servirle, es inspirado por Dios”.

Le dije que lo que acababa de ocurrir no había sido un accidente, que yo había recibido una impresión. Él dijo que me creía, porque antes de que yo me acercara, él había orado para saber cómo reconocer el Espíritu.

No sé si la impresión de hacer visitas de orientación familiar era más para mis familias o para ese joven presbítero, pero agradezco haber escuchado. Sé que recibimos grandes bendiciones cuando seguimos la primera impresión del Espíritu.