2002
Vivamos como mujeres virtuosas
mayo de 2002


Mensaje de las Maestras Visitantes

Vivamos como mujeres virtuosas

Lean lo siguiente con las hermanas a las que visiten y comenten las preguntas, los pasajes de las Escrituras y las enseñanzas de los líderes de la Iglesia. Compartan sus experiencias y testimonios, e inviten a las hermanas a hacer lo mismo.

Proverbios 31:10: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”.

Presidente James E. Faust, Segundo Consejero de la Primera Presidencia: “La virtud tiene muchas definiciones, como la excelencia moral, el actuar y el pensar correctamente, la bondad del carácter o la castidad” (“Cuán cerca de los ángeles”, Liahona, julio de 1998, pág. 105).

¿Qué Virtudes Es Importante Que Cultivemos?

Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.

Presidente Gordon B. Hinckley: “Invito a toda mujer, dondequiera que se encuentre, a elevarse hasta alcanzar el gran potencial que hay en ella. No les pido que vayan más allá de su capacidad, pero sí que no se desesperen con pensamientos de fracaso… Espero que simplemente hagan lo que puedan como mejor sepan. Si lo hacen, verán milagros” ( Teachings of Gordon B. Hinckley, 1997, pág. 696).

Margaret D. Nadauld, presidenta general de las Mujeres Jóvenes: “El mundo tiene suficientes mujeres duras; necesitamos mujeres delicadas. Hay suficientes mujeres groseras; necesitamos mujeres amables. Hay suficientes mujeres rudas; necesitamos mujeres refinadas. Hay suficientes mujeres que tienen fama y dinero; necesitamos más mujeres que tengan fe. Hay suficiente codicia; necesitamos más abnegación. Hay suficiente vanidad; necesitamos más virtud. Hay suficiente popularidad; necesitamos más pureza” (“El regocijo de ser mujer”, Liahona, enero de 2001, pág. 18).

¿Cuál Es la Mejor Manera de Enseñar Estas Virtudes?

D. y C. 46:33: “…debéis practicar la virtud y la santidad delante de mí constantemente”.

Presidente Gordon B. Hinckley: “No podemos esperar influir en otras personas en dirección a la virtud a menos que vivamos vidas virtuosas. El ejemplo de nuestra existencia tendrá una influencia mayor que toda la predicación en la que nos embarquemos. No podemos esperar elevar a los demás a menos que nosotros nos hallemos en un terreno más elevado… El hogar es la cuna de la virtud, el lugar donde se forma el carácter y se establecen los hábitos” (“Opposing Evil”, Ensign, nov. de 1975, págs. 38–39).

¿Qué Bendiciones Se Nos Prometen Al Llevar Una Vida Virtuosa?

D. y C. 121:45: “…deja que la virtud engalane tus pensamientos incesantemente; entonces tu confianza se fortalecerá en la presencia de Dios”.

D. y C. 25:2: “…si eres fiel y andas por las sendas de la virtud delante de mí, te preservaré la vida y recibirás una herencia en Sión”.

Presidente James E. Faust: “El profeta José dijo: ‘Si cumplen con sus privilegios, no se podrá impedir que se asocien con ángeles’… Apacigüen su alma y escuchen los susurros del Santo Espíritu. Sigan los sentimientos nobles e instintivos plantados en lo profundo de su alma por Dios en el mundo anterior” (“Cuán cerca de los ángeles”, Liahona, julio de 1998, pág. 108).