2023
Los milagros de Tanna
Octubre de 2023


“Los milagros de Tanna”, Para la Fortaleza de la Juventud, octubre de 2023.

Los milagros de Tanna

Un camión atascado, una pila de formularios de entrevistas bautismales y un par de misioneros dedicados, todos formaron parte de milagros en el Pacífico Sur.

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misioneros

Fotografías por Leslie Nilsson

Mark J. Messick, presidente de la Misión Vanuatu Port Vila, recibió una llamada telefónica del presidente de distrito de la isla Tanna pidiendo que se enviaran misioneros allí. ¡Tenían ochenta personas esperando a que las entrevistaran para poder venir a Jesucristo y a Su Iglesia restaurada por medio del bautismo!

El presidente Messick trató de enviar a sus asistentes para que llevaran a cabo las entrevistas. Tenían que viajar desde la isla Éfaté, donde se encuentra la oficina de la misión, hasta Tanna, a más de 209 kilómetros de distancia. Sin embargo, varios desafíos serios se interpusieron en su camino.

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volcán

Los retrasos no tienen que ser un impedimento

Primero, el volcán activo de Tanna se volvió más activo. Luego, un pequeño ciclón afectó a gran parte de Tanna. Finalmente, el COVID-19 llegó a Vanuatu en 2022 y todo se cerró. A nadie se le permitía entrar o salir de Éfaté o Tanna.

Meses más tarde, después de que las cosas se calmaran, el élder Brian Moses Nalin y el élder Silas Toa llegaron a Tanna, listos para entrevistar a las personas. El presidente Messick temía que el número de personas que deseaban bautizarse tal vez hubiera disminuido, ya que habían tenido que esperar tanto tiempo.

Cuando el élder Nalin, oriundo de Tanna, y el élder Toa llegaron, no había ochenta personas esperando; ahora había ciento catorce.

Los ríos de Saetsiwi

Para llegar a una rama remota en Saetsiwi, en la isla de Tanna, el élder Nalin y el élder Toa condujeron hasta una montaña y luego la ascendieron durante tres horas, sin comer nada más que los cocos que encontraron por el camino. Pero cuando llegaron a Saetsiwi, no pudieron encontrar al presidente de rama. Entonces comenzó la tormenta.

La lluvia iba llenando los ríos, que el élder Nalin sabía que pronto serían intransitables y peligrosos. Los élderes regresaron a su camioneta lo más rápido posible, sabiendo que tenían que bajar la montaña. Los dos misioneros cruzaron el primer río a salvo, pero en el segundo río, la camioneta se quedó atascada. Empujaron e incluso pidieron ayuda a otras personas, pero la camioneta no se movió.

“Estaba esperando”

El élder Nalin se dio cuenta de que otro río desembocaba en el suyo y de lo grande que era. Más tarde dijo: “Nuestro río era aún pequeño, como si estuviera esperando a que saliéramos”. Pero eso no duraría para siempre.

Ambos élderes crecieron en Vanuatu, donde los vehículos suelen ser raros y extremadamente caros. Para ellos, abandonar la camioneta no era una opción. Pero el nivel del agua estaba a la altura de las manijas de las puertas.

Llamaron al presidente Messick y le preguntaron qué debían hacer.

El presidente Messick respondió: “Gracias por llamarme. ¡Está bien! ¡Dejen la camioneta donde está y busquen un lugar seguro ahora mismo!”.

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camioneta atascada en un río desbordado

El élder Toa y el élder Nalin tuvieron que enfrentarse a varios desafíos para llegar a los habitantes de la isla de Tanna que querían ser bautizados, incluso una repentina tormenta que desbordó los ríos que tenían que cruzar.

Fe en el poder de Dios

El élder Toa, el último que salió de la camioneta, más tarde dijo: “Busqué en el asiento de atrás mis Escrituras y los formularios de bautismo, y no había nada. Pensé que tal vez el élder Nalin ya se los había llevado. Si se perdían los formularios, los misioneros tendrían que regresar a Éfaté para conseguir otros nuevos.

Entonces, una de las personas que había ido a ayudar comenzó a gritar. El élder Toa no entendía lo que estaba diciendo. Pero el élder Nalin sí, porque era su lengua materna. Le gritó a su compañero: “¡Salga de la camioneta, viene algo!”.

El élder Toa salió por la puerta de atrás, porque el agua ya había llegado a la ventana del frente. En el momento en que salió, el río arrastró la camioneta corriente abajo. Mientras observaban la camioneta flotando en la corriente, vieron las Escrituras y los formularios de bautismo en el asiento de atrás.

Más adelante, el élder Toa dijo: “Mientras todavía estábamos en el río, invocamos el poder de Dios para proteger nuestras Escrituras y los formularios de bautismo. Teníamos fe en que Él podía salvarlos de acuerdo con Su voluntad”.

“Después de nuestra oración, sabíamos que todo iba a estar bien”, dijo el élder Toa más tarde.

Dios sabe cómo salvar

El presidente de distrito llamó y les dijo a los élderes Toa y Nalin que el presidente de rama de Saetsiwi, el mismo hombre que no habían podido encontrar antes, había hallado la camioneta. El río la había arrastrado a unos 250 metros de la carretera principal, pero aunque el motor estaba mojado y la camioneta tenía que ser remolcada para otras reparaciones, el exterior no tenía abolladuras ni estaba rayado. Sin embargo, sus libros de lecciones, cuadernos y folletos se habían empapado y habían quedado destruidos. “No se podían leer algunas de las palabras”, dijo el élder Toa.

Pero encima de todo lo demás, estaban sus Escrituras y los formularios de entrevista, los que de alguna manera estaban secos y sin daños.

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misioneros con una camioneta

Aunque el élder Toa y el élder Nalin habían abandonado la camioneta en el río desbordado, la encontraron más tarde. Si bien el motor necesitaba reparaciones, la camioneta no tenía abolladuras ni estaba rayada. Pero lo más milagroso de todo fue que las cosas más importantes que llevaban adentro no estaban dañadas.

“Camina con el corazón”

Los élderes viajaron a las ocho ramas en las que tenían que realizar entrevistas en Tanna. Debido a que el motor del camión estaba dañado, a menudo tuvieron que caminar. Uno de ellos dijo más tarde a sus compañeros misioneros: “Cuando las piernas se cansan de caminar, caminas con el corazón”.

Solo en una rama, cuarenta y ocho personas habían esperado fielmente para bautizarse. El élder Nalin entrevistó a quienes hablaban los idiomas nativos de Tanna y el élder Toa entrevistó a los que hablaban bislama. Cuando terminaron, se sorprendieron al ver la puesta de sol. Las entrevistas habían durado todo el día.

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misioneros, miembros y conversos en el bautismo en una playa de una isla del Pacífico

El élder Toa y el élder Nalin anduvieron por toda Tanna para bautizar a las personas que habían aceptado el evangelio restaurado de Jesucristo.

Bautizaron a personas por toda la isla, entre ellas muchas familias, tanto en ríos como en el mar. No había suficiente ropa bautismal, así que algunos nuevos miembros pasaron la ropa mojada que habían usado a otras personas, hasta que todos se hubieron bautizado.

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misionero con ropa blanca en el agua

Los élderes bautizaron a personas, entre ellas muchas familias, en cada sitio al que fueron, sin importar las distancias. Tanto las personas como los élderes mostraron una gran fe.

Como dijo el profeta José Smith: “Nuestros misioneros están partiendo para diversas naciones […]; la verdad de Dios seguirá adelante valerosa, noble e independientemente, hasta que haya penetrado en todo continente, visitado toda región, abarcado todo país y resonado en todo oído, hasta que se cumplan los propósitos de Dios y el gran Jehová diga que la obra está concluida”1.

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Jesucristo