2022
Confía en Jehová
Enero de 2022


“Confía en Jehová”, Para la Fortaleza de la Juventud, enero de 2022.

Confía en Jehová

(Proverbios 3:5–6)

Dios te invita a confiar en Él en todas las cosas.

A veces, cuando ocurren cosas difíciles, nos preguntamos si podemos confiar en alguien, incluso en Dios. Tememos que Él también nos decepcione. La buena noticia es que Dios nos ama de manera perfecta. Es amable, generoso y honesto; es inmutable y fiable.

Y por eso, podemos confiar en Él, pase lo que pase. El lema de este año para los jóvenes es “Confía en Jehová” (Proverbios 3:5–6).

Aquí damos algunos ejemplos de cómo cada uno de nosotros, las Presidencias Generales de las Mujeres Jóvenes y de los Hombres Jóvenes, llegamos a confiar en Jehová.

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Presidencia General de las Mujeres Jóvenes

Michelle D. Craig

Bonnie H. Cordon

Rebecca Craven

Confía en los motivos de Dios

Pocos días antes de cumplir los dieciséis años, mi familia se mudó al otro lado del país. ¡Me pareció que eso sucedió en el peor momento! Mirándolo ahora, puedo ver claramente que algunas de las mayores bendiciones para nuestra familia, y para mí personalmente, se produjeron gracias a esa mudanza durante mi adolescencia. Puede que no entendamos el tiempo del Señor en ese momento, pero tenemos confianza en Él porque podemos confiar en Su corazón y en Sus motivos.

Michelle D. Craig

Confía en el tiempo del Señor

Debido al llamamiento de mi padre como presidente de misión, recibí mi propio llamamiento para servir en una misión antes de la edad habitual para las misioneras. Eso significaba que entraría en el centro de capacitación misional antes de mi graduación de la escuela secundaria. Para mí, el momento en que tenía lugar aquello no tenía sentido, pero recibí una fuerte confirmación espiritual de que debía confiar en Jehová. Lo hice y las cosas salieron de maravilla.

Confiar en el Señor significa avanzar incluso cuando el camino no está del todo claro.

Bonnie H. Cordon

Confía en Dios en los momentos difíciles

Al crecer, mi padre era un oficial de carrera del ejército. El único inconveniente de su trabajo era que tenía que ir a la guerra. Yo tenía trece años cuando mi padre fue a Vietnam por segunda vez. El miedo a que no volviera estaba siempre en mi mente, pero también lo estaba mi confianza en Jehová. Antes de partir, mi padre me dio una bendición de padre, en la que me aseguró que el Señor estaría conmigo y me ayudaría mientras mi padre estuviera fuera. Sentí paz y, aunque no sabía con seguridad si mi padre volvería a casa sano y salvo, confiaba en que todo saldría bien, independientemente de lo que ocurriera.

Rebecca Craven

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Presidencia General de los Hombres Jóvenes

Ahmad S. Corbitt

Steven J. Lund

Bradley R. Wilcox

Confíate a Dios

Cuando me uní a la Iglesia siendo adolescente, decidí entregar mi vida, mi tiempo y mi corazón al Señor. Aunque ese tipo de compromiso permanente me daba un poco de miedo, sabía que era lo correcto. Sentí que mi Padre Celestial quería eso de mí y sentí paz al hacerlo. Estoy muy contento de haber elegido confiar en Dios y dejar que Él prevalezca en mi vida. Estoy seguro de que si hubiera confiado en mi propio entendimiento, mi vida no sería tan rica en gozo, felicidad y paz.

Ahmad S. Corbitt

Confía en la inspiración de Jehová

Después de servir en mi misión, sentí la impresión de que debía alistarme en el ejército en lugar de volver a la universidad. ¡Eso era prácticamente lo que menos quería hacer! Me sentía desconcertado, pero había aprendido a confiar en Dios y encontré la fe suficiente para escucharlo a Él y obedecer. Fui soldado durante tres años.

De esa decisión surgieron muchas cosas buenas en mi vida, como conocer a mi futura esposa.

Steven J. Lund

Confía en la inspiración de Dios para actuar ahora

Después de enseñar clases de sexto grado durante tres años, descubrí que si daba clases durante cuatro años más, el distrito escolar pagaría parte de mi matrícula para obtener mi maestría. Eso me parecía un buen plan, hasta que el Espíritu me inspiró a dejar mi trabajo y obtener mi título en ese mismo momento. Mi esposa sintió una impresión similar, así que nos pusimos en marcha. Eso significaba que tendríamos que pagar los estudios nosotros, pero por haberlo hecho así, me contrataron para enseñar en BYU—Provo. Esa oportunidad nunca habría surgido si hubiéramos esperado cuatro años más. No sabíamos cómo iban a salir las cosas, pero el Señor dirigió nuestros caminos, tal y como había prometido.

Bradley R. Wilcox