2021
Margaret Cummings
Octubre de 2021


Pioneros en toda tierra

Margaret Cummings

Fiel santo de Australia

La autora vive en Utah, EE. UU.

¿Habían llegado hasta aquí para nada?

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family standing by train

Margaret arropó a sus hijos en la cama, y su hijo Jeffrey abrió un ojo. “Mamá, ¿cuándo podemos ir al templo?”.

Margaret lo besó en la frente. “Tan pronto como esté terminado”, y apagó la luz.

Margaret también estaba deseando que llegara la dedicación del templo. Estaba entusiasmada por ser sellada a su familia, pero el templo estaba muy lejos, en Nueva Zelanda, y costaría mucho dinero viajar allí desde su casa en Australia. Habían ahorrado durante meses, incluso vendieron su auto, pero todavía necesitaban 200 libras más.

Se arrodilló a orar, “Padre Celestial, por favor ayúdanos a conseguir el resto del dinero que nos hace falta”.

En ese momento, su esposo, Don, entró: “Hoy vi a mi padre; se disculpó por no visitarnos y nos dio esto”.

Le entregó a ella un papel, ¡era un cheque de 100 libras! Margaret apenas podía creerlo. El padre de Don no había hablado con ellos durante meses; ¡era un milagro!

Unos días después, los padres de Margaret fueron a visitarlos. “Hemos ahorrado algo de dinero”, dijo su padre, y colocó 100 libras en la mano de Margaret. “¡Que tengan un buen viaje!”.

Margaret sonrió; ¡ahora tenían dinero suficiente!

Hubo un problema más. El viaje tomaría seis semanas. El jefe de Don dijo que no podía estar fuera tanto tiempo. Después de orar mucho, Margaret y Don decidieron que Don dejaría su trabajo.

Por fin llegó el momento de ir, y Margaret y Don ayudaron a sus hijos a subir al tren. Viajaron por cinco días enteros.

“¿Ya hemos llegado?”, le preguntó Jeffrey a Margaret.

“Todavía no”, dijo ella, “ahora tomaremos el barco a Nueva Zelanda”.

Sin embargo, había más malas noticias. El barco había chocado, así que no iba a admitir pasajeros. ¿Habían llegado hasta aquí para nada?

¡No! Las oraciones de Margaret fueron contestadas de nuevo, porque alguien les dio boletos de avión. Al poco tiempo, Margaret y su familia volaban sobre el océano. ¡Siguiente parada, Nueva Zelanda!

Cuando Margaret entró por fin al templo, sintió calidez en el corazón; incluso pudo estrechar la mano del profeta. “El Padre Celestial bendecirá a su familia porque usted decidió venir aquí”, le dijo.

Más tarde, Margaret y su familia se vistieron de blanco, y se arrodillaron alrededor de un altar para ser sellados. Margaret lucía radiante; ¡ahora podrían estar juntos para siempre!

Cuando llegaron a casa, a Margaret y a Don solo les quedaban cinco libras, pero Margaret recordó la promesa del profeta, que el Padre Celestial los bendeciría.

¡Y lo hizo! A la semana siguiente, Don llegó a casa con buenas noticias. “¡Conseguí trabajo!, y es incluso mejor que el que tenía”.

Margaret lo abrazó fuerte. Sabía que ir al templo siempre valdría la pena.

Australia es el único país que también es un continente.

El Templo de Hamilton, Nueva Zelanda, se dedicó en 1958.

En la actualidad, hay cinco templos en Australia.

Margaret se bautizó después de casarse.

Margaret y su esposo sirvieron juntos en dos templos diferentes de Australia, ella como directora de las obreras y él como presidente.

Margaret vivía en Perth, Australia, a más de 5300 km (3300 millas) de Hamilton, Nueva Zelanda.

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Friend Magazine, Global 2021/10 Oct

Ilustraciones por Margarida Esteves.