Invitación de Manos que Ayudan
¡Puedes ayudar como lo hizo Jesús!
Cuando Jesús estuvo en la tierra, ayudaba a todas las personas que veía. Alimentaba a los hambrientos, consolaba a quienes estaban tristes y enseñaba el Evangelio a todos. Jesús nos pidió que lo siguiéramos. Al bautizarnos, prometemos que trataremos de hacer lo que Él hizo.
Hoy en día, hay muchas personas en el mundo que necesitan nuestra ayuda. Algunas de ellas están solas; otras tienen hambre, y algunas han tenido que abandonar su hogar. Otras aún no han escuchado el Evangelio. Cada uno de nosotros puede hacer algo para ayudar.
Lo que pueden hacer tus Manos que Ayudan
Los niños pueden cambiar el mundo con su dulce corazón y sus manos que ayudan. Hace aproximadamente cien años, niños de la Primaria ayudaron a construir un hospital en Salt Lake City, Utah, EE. UU. Cada semana llevaban monedas de un centavo para el nuevo hospital. Cuando se inauguró en 1922, se le llamó Hospital de Niños de la Primaria. Eso fue porque los niños ayudaron con su construcción, ¡poco a poco!
Si ves a tu alrededor, encontrarás a muchas personas a las que puedes ayudar; puedes compartir el Evangelio mediante la forma en que vives y ayudas a los demás, y puedes ayudarles a sentir el amor del Padre Celestial.
Una invitación a ayudar
Este año, te invitamos a que ayudes a los demás con tu dulce corazón y tus manos que ayudan. El sentimiento de felicidad que tienes cada vez que ayudas a alguien viene del Espíritu Santo. ¡Te hace saber que el Padre Celestial está muy feliz con tu esfuerzo!
Ilustraciones por Liz Brizzy.