2021
Solo un taxi
Enero 2021


Solo un taxi

La autora vive en Carolina del Norte, EE. UU.

“Ayúdanos a encontrar solo un taxi para que podamos ir a la Iglesia”, pidieron las niñas en su oración.

“Siempre me siento feliz cuando a la Iglesia voy” (Children’s Songbook, pág. 157).Este relato tiene lugar en Cantabria, España.

Imagen
two sisters holding umbrella

“¿Cómo vamos a ir hoy a la Iglesia?”, preguntó Peppa, la hermanita de Ellie. “¡Hay mucha lluvia!”.

“No te preocupes”, respondió Ellie. “¡Somos valientes!”.

Ellie ayudó a Peppa a abotonarse el abrigo. Después se puso sus botas para la lluvia.

Ellie y Peppa salieron a la calle con mami y papi. Llovía más fuerte que nunca. El viento puso el paraguas al revés. Ellie ya no se sentía tan valiente.

“¿Qué haremos?”, preguntó Ellie. Llovía demasiado como para caminar a la parada del autobús.

“Mejor tomemos un taxi”, dijo papi.

“Buena idea”, contestó mami. “¡Vamos!”.

Caminaron por la inundada calle. No pasaban ni taxis ni coches. Hasta la panadería estaba cerrada.

Finalmente, vieron la zona donde se paraban los taxis para recoger pasajeros. Sin embargo, el primer espacio para taxis estaba vacío.

“¡No puede ser!”, exclamó Peppa.

“Está bien”, le dijo Ellie. “Puede que haya uno, pero aún no lo vemos”.

Siguieron acercándose. El siguiente espacio también estaba vacío.

“¿Y ahora?”, preguntó Peppa.

“Ya sé”, dijo Ellie. “¡Hagamos una oración!”.

Las niñas oraron en voz baja. “Padre Celestial, por favor ayúdanos a encontrar un taxi para que podamos ir a la Iglesia. Estamos tratando de hacer lo correcto y con la lluvia es muy difícil. En el nombre de Jesucristo. Amén”. Ellie aún estaba aprendiendo español, así que lo mezclaba con el inglés.

Caminaron un poco más. El siguiente espacio también estaba vacío.

“Tal vez deberíamos darnos la vuelta y volver a casa”, gritó papi en el viento.

“¡Tenemos los pies empapados!”, exclamó mami.

“Caminemos solo un poco más”, sugirió Ellie. “Solo necesitamos un taxi”.

Ahora podían ver el último espacio.

¡Allí, con su luz verde encendida. estaba un taxi!

Ellie y Peppa se subieron en él. Mami les ayudó a arreglarse el cabello. “Lo sentimos por mojar los asientos”, le dijo papi al conductor.

Al llegar a la capilla, saludaron a sus amigos con besos y abrazos.

“No puedo creer que encontramos un taxi”, dijo mami. “¡Que suerte!”.

“No fue suerte”, afirmó Ellie. “Peppa y yo oramos para que el Padre Celestial nos ayudara a llegar a la Iglesia. ¡Y Él nos escuchó!”. ●

Imagen
Friend Magazine, Global 2021/01 Jan

Ilustraciones por Patricia Geis.