Oración dedicatoria

Templo de Tampico, México, 20 de mayo de 2000

Oh Señor, Dios Omnipotente, nuestro Padre Eterno, venimos ante Ti con el corazón lleno de gratitud en este día de dedicación. Nos hemos reunido en Tu santa casa con agradecimiento por la presencia de este templo entre nosotros; sabemos que hemos sido favorecidos, y Te damos gracias por esta gran bendición que nos has concedido.

Dedicamos éste, el Templo de Tampico, México, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a Ti y a Tu Hijo Amado, el Señor Jesucristo; lo hacemos en Su santo nombre y por la autoridad del sacerdocio eterno que Tú nos has conferido como Tus siervos.

Rogamos que aceptes éste, Tu santo templo, como una dádiva de Tus hijos del convenio que te aman y procuran honrarte. Rogamos con humildad que santifiques ésta, Tu casa. Permite que Tus bendiciones descansen sobre ella como Tu lugar de morada.

Dedicamos el terreno y la hermosa vegetación que manifiestan Tus divinas creaciones. Dedicamos la estructura con todas las instalaciones, incluso el magnífico bautisterio, las salas de investidura, el salón celestial, las salas de sellamiento en cuyos altares Tus hijos e hijas se arrodillarán para participar de las ricas y maravillosas bendiciones que llevan consigo la seguridad de las relaciones familiares eternas.

Rogamos que esta estructura sea sagrada para todo el que la contemple, y que ninguna mano impía la profane o la dañe de ninguna manera; que todo aquel que entre por sus portales sea puro en cuerpo y mente, y digno de recibir las bendiciones que aquí se otorgan. Imploramos que de ésta, Tu casa, emane un espíritu de amor y de paz, un espíritu divino y santo, el cual será percibido en esta gran ciudad.

Bendice a todos los que aquí trabajen, ya sea que fueren obreros o participantes, a fin de que sean limpios y se vean libres del mal al prestar servicio en la sagrada obra en la que estarán embarcados.

Oramos por la presidencia del templo, así como por la directora de las obreras y sus ayudantes. Rogamos por los que prestarán servicio como obreros de las ordenanzas y en toda otra asignación. También recordamos delante de Ti a los participantes de este templo a fin de que sean fieles en su asistencia y que Tus bendiciones ricas y maravillosas descansen sobre aquellos que son elegibles para hacer uso de Tu casa.

Padre, Te pedimos por Tu pueblo en todo lugar. Fortalece Tu Iglesia doquiera esté establecida. Bendice a esta gran nación de México, a sus dignatarios y gobernantes de todo nivel con objeto de que sean amigables con Tu pueblo y garanticen su paz y seguridad. Rogamos que Tu obra progrese en esta nación de una manera milagrosa y maravillosa. Quita las cargas de la pobreza que se ciernen sobre Tus hijos y prospéralos cuando Te sirvan en justicia, rindiendo obediencia a Tus mandamientos.

Invocamos Tus bendiciones sobre todos los que presiden Tu obra por toda la tierra. Otórgales fortaleza en su cuerpo y claridad en su mente, y conmuéveles mediante Tu Santo Espíritu cuando procuren hacer Tu voluntad y guiar a Tu pueblo en rectitud delante de Ti.

En este día histórico, Te suplicamos que un nuevo sentido de dedicación se allegue a nuestro corazón a fin de que Te sirvamos más diligentemente y andemos delante de Ti con más fidelidad. Rogamos con humildad, en el nombre de Aquél que es nuestro Redentor y nuestro Señor, sí, Jesucristo. Amén.