Ordenanzas y proclamaciones
Los anales sagrados


Los anales sagrados

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Hill Cumorah

El cerro de Cumorah se encuentra a unos cinco kilómetros al sureste de la granja de la familia Smith, en Palmyra, Estado de Nueva York. En la época de José, el extremo norte se encontraba cubierto de hierba, mientras que hacia el sur había árboles dispersos y bosques. Las planchas se enterraron en el lado suroeste, cerca de la cima. Fotografía: agosto de 1907.

Cerca de la aldea de Manchester, Condado de Ontario, Estado de Nueva York, se levanta una colina de tamaño regular, y la más elevada de todas las de la comarca. Por el costado occidental del cerro, no lejos de la cima, debajo de una piedra de buen tamaño, yacían las planchas, depositadas en una caja de piedra. En el centro, y por la parte superior, esta piedra era gruesa y redonda, pero más delgada hacia los extremos; de manera que se podía ver la parte céntrica sobre la superficie del suelo, mientras que alrededor de la orilla estaba cubierta de tierra.

Habiendo quitado la tierra, conseguí una palanca que logré introducir debajo de la orilla de la piedra, y con un ligero esfuerzo la levanté. Miré dentro de la caja, y efectivamente vi allí las planchas, el Urim y Tumim y el pectoral, como lo había dicho el mensajero. La caja en que se hallaban estaba hecha de piedras, colocadas en una especie de cemento. En el fondo de la caja había dos piedras puestas transversalmente, y sobre éstas descansaban las planchas y los otros objetos que las acompañaban.

Intenté sacarlas, pero me lo prohibió el mensajero; y de nuevo se me informó que aún no había llegado la hora de sacarlas, ni llegaría sino hasta después de cuatro años, a partir de esa fecha; pero me dijo que fuera a ese lugar precisamente un año después, y que él me esperaría allí; y que siguiera haciéndolo así hasta que llegara el momento de obtener las planchas.

De acuerdo con lo que se me había mandado, acudía al fin de cada año, y en cada ocasión encontraba allí al mismo mensajero, y en cada una de nuestras entrevistas recibía de él instrucciones e inteligencia concernientes a lo que el Señor iba a hacer, y cómo y de qué manera se conduciría su reino en los últimos días.

Debido a que las condiciones económicas de mi padre se hallaban sumamente limitadas, nos veíamos obligados a trabajar manualmente, a jornal y de otras maneras, según se presentaba la oportunidad. A veces estábamos en casa, a veces fuera de casa; y trabajando continuamente podíamos ganarnos un sostén más o menos cómodo.

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Moroni and Joseph Smith

Durante cuatro años, Moroni regresó una vez al año para darle instrucciones más explícitas al joven profeta. Una vez pasados esos cuatro años, José recibió las planchas y comenzó a traducir El Libro de Mormón.

José desempeñó varios trabajos y proporcionó a su familia una vida confortable. En 1825, se fue a trabajar al Condado de Chenango, Estado de Nueva York. Allí conoció a Emma Hale, con quien contrajo matrimonio el 18 de enero de 1827.

Por fin llegó el momento de obtener las planchas, el Urim y Tumim y el pectoral. El día veintidós de septiembre de mil ochocientos veintisiete, habiendo ido al fin de otro año, como de costumbre, al lugar donde estaban depositados, el mismo mensajero celestial me los entregó, con esta advertencia: que yo sería responsable de ellos; que si permitía que se extraviaran por algún descuido o negligencia mía, sería desarraigado; pero que si me esforzaba con todo mi empeño por preservarlos hasta que él (el mensajero) viniera por ellos, entonces serían protegidos.

Pronto supe por qué había recibido tan estrictos mandatos de guardarlos, y por qué me había dicho el mensajero que cuando yo terminara lo que se requería de mí, él vendría por ellos. Porque no bien se supo que yo los tenía, comenzaron a hacerse los más tenaces esfuerzos por privarme de ellos. Se recurrió a cuanta estratagema se pudo inventar para realizar ese propósito. La persecución llegó a ser más severa y enconada que antes, y grandes números de personas andaban continuamente al acecho para quitármelos, de ser posible. Pero mediante la sabiduría de Dios permanecieron seguros en mis manos hasta que cumplí con ellos lo que se requirió de mí. Cuando el mensajero, de conformidad con el acuerdo, llegó por ellos, se los entregué; y él los tiene a su cargo hasta el día de hoy, dos de mayo de mil ochocientos treinta y ocho…

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Book of Mormon

El Libro de Mormón, publicado por primera vez en 1830, se publica actualmente en más de 80 idiomas en todo el mundo.

El día 5 de abril de 1829, vino a mi casa Oliver Cowdery, a quien yo jamás había visto hasta entonces. Me dijo que había estado enseñando en una escuela que se hallaba cerca de donde vivía mi padre y, siendo éste uno de los que tenían niños en la escuela, había ido a hospedarse por un tiempo en su casa; y que mientras estuvo allí, la familia le comunicó el hecho de que yo había recibido las planchas y, por consiguiente, había venido para interrogarme.

Dos días después de la llegada del señor Cowdery (siendo el día 7 de abril), empecé a traducir el Libro de Mormón, y él comenzó a escribir por mí.

En abril de 1829, José Smith, teniendo a Oliver Cowdery como escribiente, empezó a traducir el Libro de Mormón por medio del don y el poder de Dios. Una vez que José hubo terminado, otras personas tuvieron también el privilegio de ver las planchas de oro. Esos testigos registraron de la misma manera sus testimonios, ya que: “Por boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto” (2 Corintios 13:1).