Habilidades para el desarrollo del maestro
Anime a los alumnos a compartir las verdades que están aprendiendo


“Anime a los alumnos a compartir las verdades que están aprendiendo”, Habilidades para el desarrollo del maestro: Fomentar el aprendizaje diligente, 2023

“Anime a los alumnos a compartir las verdades que están aprendiendo”, Habilidades para el desarrollo del maestro: Fomentar el aprendizaje diligente

Anime a los alumnos a compartir las verdades que están aprendiendo

Habilidad

Ayudar a los alumnos a suscitar o comenzar conversaciones sobre el Evangelio.

Definir

El Señor ha pedido a los jóvenes y a los jóvenes adultos que ayuden a recoger a Israel. Compartir sus creencias y testimonios con otras personas los invitará a seguir aprendiendo y profundizará su conversión al Salvador y a Su Evangelio. Algunos alumnos tienen dificultades para saber cómo comenzar estas conversaciones sobre el Evangelio. Para comenzar conversaciones sobre el Evangelio con otras personas, los alumnos pueden (1) reflexionar sobre lo que están aprendiendo en cuanto a Jesucristo y Su Evangelio, (2) meditar sobre quién se beneficiaría con esa conversación y (3) decidir cómo iniciarán una conversación con esa persona. Esto se puede realizar por medio de diversos métodos, como enseñar una lección de Ven, sígueme, dirigir un análisis en clase, escribir una nota, enviar un mensaje de texto o compartir un artículo sobre la Iglesia. El propósito no es compartir la creencia o la experiencia, sino iniciar una conversación sobre el Evangelio. Al hacerlo de este modo, se invita a otras personas a realizar preguntas y se fomentan nuevas conversaciones en el futuro.

Nota: Si hay alumnos que tienen miedo de hacerlo, considere cómo puede ayudarlos a conectarse con Jesucristo. Él los ayudará a medida que abran la boca para compartir Su verdad.

Modelo

Al final de la clase, invite a los alumnos a pensar en una persona con quien les gustaría compartir algo. Invítelos a escribir una nota breve o a enviar un mensaje de texto que les brinde la oportunidad de mantener una conversación sobre el Evangelio con esa persona cuando la vean. Por ejemplo, los alumnos podrían enviar un mensaje de texto como este:

  • “Hoy, en Seminario, hablamos de algo que me hizo pensar en ti. Recuérdame que te lo diga cuando nos veamos”.

  • “He estado pensando en la capacidad de perdonar del Salvador. ¿Me ayudas a analizar algunas cosas relacionadas con Él? Si puedes, ¿cuándo sería un buen momento?”.

Haga clic aquí para ver un video de este modelo.

Practicar

Sugiera otras tres frases que podría utilizar como ejemplos para ayudar a los alumnos a saber cómo pueden comenzar una conversación sobre el Evangelio.

Analizar o meditar

  • ¿Qué ha aprendido acerca de ayudar a los alumnos a suscitar o comenzar conversaciones sobre el Evangelio?

  • ¿De qué manera el ayudar a los alumnos a que compartan sus creencias y testimonios con su familia puede facilitar que su experiencia en Seminario o Instituto sea una experiencia verdaderamente centrada en el hogar?

Incorporar

Hable con los alumnos sobre algunos ejemplos de lo que podrían escribir para iniciar una conversación sobre el Evangelio y luego practiquen compartiendo esos ejemplos en clase. Pida a otros alumnos que los ayuden a mejorar. Invítelos a iniciar la conversación cuando estén listos.

¿Desea saber más?

  • Russell M. Nelson, “How to Share the Gospel”, New Era, julio de 2011, pág. 48

  • Compartir el Evangelio”, LaIglesiadeJesucristo.org

Habilidad

Preparar invitaciones para que los alumnos compartan los unos con los otros lo que están aprendiendo.

Imagen
mujeres y hombres jóvenes estudiando

Definir

Las invitaciones que ayudan a los alumnos a relatar lo que aprenden son sencillas, claras y específicas. Son instrucciones que ayudan a los alumnos a enseñar, explicar, relatar, hacer preguntas o testificarse los unos a los otros. Estas invitaciones suelen incluir elementos como los siguientes:

  • Por qué comparten.

  • Qué van a compartir.

  • Cuándo y con quién van a compartir.

Tal vez tenga que dar tiempo a los alumnos para que se preparen para hablar de sus ideas. Podría tratarse de invitaciones a compartir con una persona, en grupos pequeños o con toda la clase. Invitar a los alumnos a compartir los unos con los otros lo que están aprendiendo es un acto de fe que permite que el Espíritu Santo edifique a todos los alumnos que participan en la conversación.

Modelo

Estos son algunos ejemplos de cómo podría hacerse esto en un salón de clases:

  • “Gracias por dedicar tiempo a leer 3 Nefi 11:10–15. Me gustaría darles la oportunidad de compartir algo que aprendieron acerca de Jesucristo y por qué es importante para ustedes. ¿Podrían dirigirse a la persona sentada a su lado y, por turnos, compartir lo que aprendieron acerca de Jesucristo en estos versículos y por qué es importante para ustedes?”.

  • “Dediquen un minuto más a escribir lo que aprendieron de la experiencia de Pedro con Jesucristo en Mateo 14:22–33. Sé que cada uno de ustedes tiene algo valioso para compartir. ¿Quién estaría dispuesto a comenzar compartiendo algo que esté aprendiendo sobre la experiencia de Pedro con Jesucristo?”.

  • “En un momento nos organizaremos en grupos pequeños para analizar lo que están aprendiendo acerca de cómo aumentar la fe en Jesucristo. [Dé un minuto a los alumnos y luego extienda la siguiente parte de la invitación]. ¿Pueden organizarse en grupos de tres o cuatro? [O en una clase más grande, si lo desea, usted puede organizar los grupos]. Cuando estén en sus grupos, por turnos, compartan una experiencia en la que su fe en Jesucristo se haya fortalecido.”

Practicar

  • Consulte el plan de su lección más reciente y prepare una invitación para que sus alumnos compartan algo que hayan aprendido en un grupo de dos o tres personas.

  • Consulte el bloque de Escrituras del curso de estudio que va a enseñar en el futuro. Prepare una invitación que permita a los alumnos compartir una experiencia personal o un testimonio con otra persona junto a la que estén sentados.

Incorporar

  • Al preparar las lecciones durante las próximas semanas, asegúrese de incorporar al menos una oportunidad en cada lección para que los alumnos compartan lo que están aprendiendo los unos con otros, ya sea de uno en uno o en grupos pequeños.

Analizar o meditar

  • ¿Qué diferencia podría marcar esto en la participación de los alumnos?

  • ¿Qué beneficios ha visto ya entre los alumnos por el hecho de que compartan los unos con los otros?

¿Desea saber más?