Pornografía
¿Por qué sigue ocurriendo esto?


“¿Por qué sigue ocurriendo esto?”, Ayuda para mí, 2021

“¿Por qué sigue ocurriendo esto?”, Ayuda para mí

Imagen
Un hombre reflexiona sentado.

¿Por qué sigue ocurriendo esto?

Tal vez se encuentre atrapado e inexplicablemente vuelve a la pornografía una y otra vez. Quizás haya intentado diferentes soluciones, e incluso a lo mejor experimenta progreso por un tiempo, pero de alguna manera halla que vuelve a la pornografía de nuevo.

El ser honesto consigo mismo y con otras personas en cuanto a su consumo de pornografía le ayudará a progresar en su travesía hacia el cambio. Una manera de hacerlo es pensar detenidamente en los desencadenantes que lo conducen a hacerlo de nuevo. Un desencadenante es algo que crea la necesidad o el deseo de que busque pornografía. Por ejemplo, algunas personas se sienten motivadas a ver pornografía después de tener experiencias en las que se sienten rechazadas, que no tienen valor o que no se las ama.

Dedique unos minutos a pensar y escribir los desencadenantes que podrían haberle llevado a buscar pornografía en el pasado. Puede agregar más ideas a su lista. Algunos ejemplos de desencadenantes son:

Desencadenantes internos:

  • Enojo

  • Dolor o depresión

  • Sentir que no es amado

  • Estrés

  • Aburrimiento

  • Ansiedad

  • Soledad

  • Baja autoestima o sentirse desconectado de Dios

  • Estrés postraumático o recordar casos anteriores de abuso o maltrato

Desencadenantes externos:

  • Dificultades en una relación

  • Problemas financieros

  • Problemas familiares

  • Hora específica del día o de la noche

  • Cambios inesperados en la vida

  • Consumo o abuso de fármacos

  • Exposición inesperada a un estímulo sexual

  • Amigos o entorno cultural

Cuando se sienta listo, repase cada uno de los desencadenantes que haya anotado. ¿Puede conectar este desencadenante con un evento específico del pasado en el que recurrió a la pornografía para obtener consuelo o distracción? ¿Puede reconocer algún patrón en su conducta del pasado? Si se encuentra en una situación similar otra vez, ¿qué podría hacer de manera diferente? Por ejemplo, en lugar de recurrir a la pornografía, ¿hay un amigo de confianza, un familiar o un terapeuta con quien podría ponerse en contacto? Podría hablar con él o ella sobre cómo se siente o, simplemente, podría conversar con esa persona. Otras ideas incluyen la actividad física, escuchar música, escribir en un diario, leer un libro o prestar servicio a otra persona.

Este proceso puede ser un paso para librarse de conductas que lo definieron en el pasado. Anteriormente, quizás no haya pensado en cuándo y por qué recurrió a la pornografía. Tal vez haya justificado su comportamiento o culpado a otras personas, lugares o cosas, pero ahora puede comenzar a asumir la responsabilidad por sus acciones, aunque tenga que reconocer hechos dolorosos, vergonzosos o difíciles. El ser honesto consigo mismo y con otras personas en cuanto a su consumo de pornografía también abrirá su corazón para recibir ayuda de su Padre Celestial y del Salvador, y le preparará para descubrir la guía que le conducirá al arrepentimiento y la sanación.

Ponga manos a la obra

  • Examine algunas de las ideas que tenga acerca de usted mismo. ¿Cuál de esas ideas se halla en conformidad con las verdades del Evangelio? ¿Cuáles de esas ideas tal vez no sean verdad en absoluto?

  • Hable sobre la conducta sexual sana con su cónyuge, sus padres o bien con una persona que le sea de apoyo y con quien resulte apropiado hacerlo. También podría ser útil hablar con un profesional de la salud mental o un médico que comparta sus mismos valores.

  • Si está casado, hable con su cónyuge sobre lo que está experimentando como resultado de su consumo de pornografía. Puede ser importante y útil para usted y su cónyuge compartir cómo se sienten ambos.