Ven, sígueme
2 – 8 diciembre. 1–3 Juan; Judas: ‘Dios es amor’


“2 – 8 diciembre. 1–3 Juan; Judas: ‘Dios es amor’” Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Nuevo Testamento 2019 (2019)

“2 – 8 diciembre. 1–3 Juan; Judas”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2019

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Jesucristo con unos niños sonriendo

Amor perfecto, por Del Parson

2–8 diciembre

1–3 Juan; Judas

“Dios es amor”

¿Qué temas y patrones le sobresalen al leer 1–3 Juan y Judas? ¿Cómo puede utilizarlos para ayudar a los miembros de la clase?

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Invitar a compartir

Invite a varios miembros de la clase a que compartan temas o verdades específicas que les hayan llamado la atención al estudiar las epístolas de Juan y Judas. ¿Qué mensajes de las epístolas tienen más relevancia para ellos y su familia?

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Enseñar la doctrina

1 Juan 1:5–10; 2:3–11; 3:1–3; 4:7–21; 5:1–3

El Padre Celestial y Jesucristo son ejemplos perfectos de luz y amor.

  • ¿Cómo puede ayudar a las personas a las que enseña a reconocer en su vida la luz y el amor del Padre Celestial? Si lo desea, puede comenzar escribiendo en la pizarra las palabras luz y amor. Pida a los miembros de la clase que compartan las primeras palabras que les acudan a la mente al pensar en esas dos palabras. Podría dividir la clase en grupos y asignar a estos uno de los siguientes pasajes de las Escrituras: 1 Juan 1:5–10; 2:3–11; 3:1–3; 4:7–12; 4:16–21; 5:1–3. Los grupos podrían buscar en los versículos evidencias de la luz y del amor de Dios, y detalles que podríamos hacer a fin de mostrar amor por Él y Sus hijos. Enseguida, los miembros de cada grupo podrían compartir con la clase lo que hayan encontrado. Podría también invitar a miembros de la clase a compartir experiencias de ocasiones en las que hayan sentido la luz y el amor del Padre Celestial.

  • ¿Cómo puede ayudar a los miembros de la clase a meditar sobre la luz espiritual que hay en la vida de ellos? Podría pedirles que observen la luz artificial o la luz que entre por alguna ventana, y que digan lo que sepan sobre ese tipo de luz. ¿De qué forma es semejante ese tipo de luz a la luz espiritual? Tal vez podrían escudriñar Salmos 27:1; Juan 1:4–5; 1 Juan 1:5–7; 3 Nefi 11:11; Doctrina y Convenios 88:6–13 y buscar otras perspectivas de la manera en que Dios y Su Hijo brindan luz a nuestra vida. Los miembros de la clase también podrían compartir experiencias de ocasiones en las que hayan procurado y recibido luz espiritual en su vida.

  • Los miembros de la clase podrían disfrutar juntos al cantar o escuchar a alguien cantar una canción sobre la luz, tal como “Jesús es mi luz” (Himnos, nro. 42). ¿Qué enseña el himno sobre la forma en que el Señor es como una luz? El video “Elegir la luz” (LDS.org) y la cita del élder Robert D. Hales que se encuentra en “Recursos adicionales” pueden ofrecer otras perspectivas en cuanto a cómo obtener mayor luz en nuestra vida.

1 Juan 2:18–23, 26–28; 4:3; 2 Juan 1:7–11; 3 Juan 1:9–11; Judas

Debemos fortalecernos a nosotros mismos contra las enseñanzas falsas.

  • Es posible que a algunos de los miembros de la clase, o a sus seres queridos, les resulte difícil confrontar enseñanzas falsas que amenacen su fe. Podría ser de utilidad aprender lo que Juan y Judas enseñaron sobre la apostasía. Considere invitar a la mitad de la clase a que busque descripciones de enseñanzas falsas o apostasía en 1 Juan 2:18–23, 26–28; 4:3; 2 Juan 1:7–11; 3 Juan 1:9–11, y a la otra mitad que busque esas descripciones en Judas. También, podrían buscar respuestas a preguntas como esta: ¿Cómo definen Juan y Judas a un anticristo? (véase también la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Anticristo”, escrituras.lds.org). ¿Hay algo en esos versículos que parezca ser particularmente aplicable a los desafíos que afrontamos en la actualidad? ¿Cómo podemos fortalecernos a nosotros mismos contra las enseñanzas falsas?

  • Judas se vale de interesantes imágenes para describir a maestros falsos o a aquellos que “maldicen las cosas que no conocen” (Judas 1:10). Si lo desea, podría invitar a algunos miembros de la clase a que dibujen en la pizarra unas cuantas de esas imágenes que se describen en Judas 1:12–13, mientras los demás tratan de adivinar qué imagen está dibujando la persona. ¿De qué forma representan esas imágenes a los maestros falsos y anticristos? Por ejemplo, ¿de qué manera las prácticas corruptas producen “manchas en [nuestros] convites fraternales”? ¿Qué podemos hacer para fortalecernos contra los “burladores”? (véase Judas 1:18–21). ¿Qué habrá querido sugerir Judas al decir que hay que “[tener] compasión” (Judas 1:22) de los que se burlan del Evangelio?

1 Juan 5

A medida que ejercemos la fe en Cristo y nacemos de Dios, podemos vencer al mundo.

  • Una de las actividades de esta semana en Ven, sígueme — Para uso individual y familiar sugiere que se escudriñe 1 Juan 5 para descubrir cómo vencer al mundo. Tal vez podría invitar a los miembros de la clase a compartir lo que hayan encontrado y a escribirlo en la pizarra. (Si lo desea, podría concederles un tiempo en la clase para que repasen rápidamente el capítulo). O bien, podría invitar a la clase a leer partes del mensaje del élder Neil L. Andersen “Vencer al mundo” (Liahona, mayo de 2017, págs. 58–62) y a compartir lo que aprendan. Por ejemplo, ¿qué perspectivas adquieren de los relatos que comparte el élder Andersen sobre el presidente David O. McKay y el élder Bruce D. Porter? Tal vez los miembros de la clase podrían dar ejemplos que ellos tengan de personas que consideren que han hecho su esfuerzo por vencer al mundo.

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    Familia orando de rodillas

    El evangelio de Jesucristo nos ayuda a hallar paz en un mundo atribulado.

3 Juan 1:1–4

El gozo llega a medida que ayudamos a los demás a “[andar] en la verdad”.

  • Es probable que haya personas en su clase que se identifiquen con lo que Juan sentía cuando dijo que no tenía “mayor gozo” que escuchar que Gayo (uno de sus “hijos”) andaba en la verdad. Los miembros de la clase podrían beneficiarse al escuchar experiencias de los demás. Quizá podrían comenzar leyendo juntos 3 Juan 1:1–4 y los pasajes de las Escrituras que se encuentran en “Recursos adicionales”. ¿Qué enseñan estos pasajes de las Escrituras sobre la fuente del gozo verdadero? Los miembros de la clase podrían hablar de cómo se han sentido como padres, misioneros, líderes de la Iglesia o maestros al saber que las personas a las que han enseñado andan en la verdad. Si lo desea, podría ponerse en contacto con algunos miembros de la clase con antelación y pedirles que lleven fotografías de personas a las que hayan ayudado a llevar a Cristo y que cuenten sus experiencias.

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Alentar el aprendizaje en el hogar

¿De qué forma los símbolos como dragones, bestias aladas y corderos sacrificados nos enseñan sobre el plan de Dios para Sus hijos? Invite a los miembros de la clase a que piensen en esa pregunta a medida que estudien Apocalipsis durante las siguientes semanas.

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Recursos adicionales

1–3 Juan; Judas

La luz disipa la oscuridad.

El élder Robert D. Hales enseñó cómo podemos disipar la oscuridad de nuestra vida y caminar en la luz:

“Cuando yo era un muchacho, acostumbraba regresar a casa de noche en bicicleta después de mi entrenamiento de básquetbol. Conectaba un pequeño dinamo en forma de pera al neumático de la bicicleta y mientras pedaleaba, y la rueda daba vueltas, hacía funcionar el rotor que producía electricidad que encendía una simple y agradable luz. Era un mecanismo simple pero eficaz, ¡pero yo tenía que pedalear para que funcionara! Rápidamente aprendí que si dejaba de pedalear mi bicicleta, la luz se apagaba. También aprendí que cuando estaba ‘anhelosamente consagrado’ (D. y C. 58:27) a pedalear, la luz se ponía más brillante y la oscuridad enfrente de mí desparecía.

“El generar luz espiritual es el resultado de pedalear espiritualmente a diario. Es el resultado de orar, de estudiar las Escrituras, de ayunar y servir, de vivir el Evangelio y de obedecer los mandamientos” (véase “De la oscuridad a Su luz maravillosa”, Liahona, julio de 2002, pág. 78).

Pasajes de las Escrituras que hablan de ayudar a los demás a andar en la verdad.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Ore por los miembros de su clase. Del mismo modo que el Salvador oró por Pedro (véase Lucas 22:32), usted debe orar por las personas a las que enseña por su nombre, de modo que procure comprender sus necesidades específicas. Al hacerlo, el Padre Celestial “[preparará] su corazón” (Alma 16:16) y le ayudará a saber qué enseñar a fin de satisfacer sus necesidades (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 6).