Antiguo Testamento 2022
18 – 24 julio. Esdras 1; 3–7; Nehemías 2; 4–6; 8: “Yo estoy ocupado en una gran obra”


“18 – 24 julio. Esdras 1; 3–7; Nehemías 2; 4–6; 8: ‘Yo estoy ocupado en una gran obra’”, Ven, sígueme — Para la Primaria: Antiguo Testamento 2022 (2021)

“18 – 24 julio. Esdras 1; 3–7; Nehemías 2; 4–6; 8”, Ven, sígueme — Para la Primaria: 2022

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Templo de Zorobabel

Ilustración del Templo de Zorobabel, por Sam Lawlor.

18 – 24 julio

Esdras 1; 3–7; Nehemías 2; 4–68

“Yo estoy ocupado en una gran obra”

A medida que estudie, considere cuáles de los mensajes contenidos en Esdras y Nehemías son los que más necesitan los niños a quienes enseña. Elabore un plan de enseñanza que incluya las impresiones que reciba del Espíritu Santo.

Anote sus impresiones

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Invitar a compartir

Escriba en la pizarra Zorobabel, Esdras y Nehemías. Haga dibujos o muestre imágenes que se relacionen con esas personas, como un templo, las Escrituras y los muros de Jerusalén. Ayude a los niños a hacer corresponder los nombres con las imágenes y permita que hablen de lo que sepan en cuanto a lo que esas personas hicieron.

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Enseñar la doctrina: Niños pequeños

Esdras 3:8–13

El templo puede brindarme gozo.

El relato de la reconstrucción del templo que realizaron Zorobabel y los judíos puede ayudar a los niños a quienes enseña a regocijarse en las bendiciones que se reciben gracias a la Casa del Señor.

Posibles actividades

  • Invite a los niños a hablar de algo que los haga felices. Muestre una imagen de alguien sonriendo enfrente de un templo (tal como la imagen que se incluye en esta reseña) y pregunte a los niños porqué la persona podría estar tan feliz. Testifique que el templo es la Casa del Señor y hable de alguna ocasión en la que se haya sentido feliz gracias al templo.

  • Lea a los niños la última parte de Esdras 3:12 y explique que cuando los judíos echaron los cimientos del templo, “muchos otros daban grandes gritos de alegría”. Invítelos a dar gritos de alegría. Ayúdelos a pensar en razones por las que podemos sentir gozo en cuanto al templo. Por ejemplo, en el templo hacemos promesas a Dios que permiten que nuestras familias estén unidas para siempre.

  • Entone con los niños una canción que hable sobre el templo, tal como “Me encanta ver el templo” (Canciones para los niños, pág. 99). Después de cada línea, haga una pausa para pedir a un niño que comparta algo que le encanta en cuanto al templo.

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    Una familia camina por los jardines del templo

    El templo puede ser una fuente de gozo en nuestra vida.

Nehemías 2:17–20; 6:1–9

El Señor me ayudará a llevar a cabo Su obra.

Cuando Nehemías estaba reparando los muros que rodeaban a Jerusalén, sus enemigos intentaron hacer que dejara de hacerlo, pero él permaneció fiel a su labor. ¿Cuáles son algunas cosas importantes que el Señor desea que los niños hagan y cómo puede inspirarlos a que sean fieles a esa obra?

Posibles actividades

  • Relate a los niños la historia de Nehemías (véanse Nehemías 2:17–20; 6:1–9; Dieter F. Uchtdorf, “Estamos haciendo una gran obra y no podemos ir”, Liahona, mayo de 2009, págs. 59–62). Diga a los niños lo que Nehemías dijo cuando las personas se burlaban de él por querer reparar los muros de Jerusalén: “El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros, sus siervos, nos levantaremos y edificaremos” (Nehemías 2:20). Invítelos a ponerse de pie y hacer de cuenta que están reparando los muros de Jerusalén.

  • Lleve algunos bloques a la clase y permita que los niños los utilicen para edificar un muro (o bien, haga un dibujo de un muro en la pizarra). Ayúdelos a pensar en algunas cosas importantes que el Padre Celestial podría pedirles que hicieran, como aprender a leer las Escrituras. Por cada idea que compartan, invítelos a agregar un bloque al muro. Explique que cuando Nehemías estaba llevando a cabo la importante labor de reparar los muros de Jerusalén, la gente trató de detenerlo. Lea Nehemías 6:9 e invite a los niños a levantar las manos cuando usted lea “[f]ortalece, pues, oh Dios, mis manos”. Hábleles sobre alguna ocasión en la que usted haya sentido que Dios fortaleció sus manos para llevar a cabo Su obra.

Nehemías 8:1–12

Las Escrituras son una bendición.

Puede valerse de la historia de cuando Esdras leyó la ley para ayudar a los niños a pensar en cuán bendecidos somos por tener las Escrituras.

Posibles actividades

  • Diga a los niños que Esdras leyó las Escrituras al pueblo. Lea en voz alta algunas frases de Nehemías 8:2–3, 5–6, 8–9, 12 que describan lo que el pueblo hizo cuando escucharon las Escrituras e invite a los niños a dramatizar esas frases. ¿Por qué estamos agradecidos de tener las Escrituras?

  • Invite a los niños a colorear la hoja de actividades de esta semana. Mientras lo estén haciendo, hábleles sobre la forma en que leer las Escrituras le ha acercado más al Salvador.

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Enseñar la doctrina: Niños mayores

Esdras 3:8–13; 6:16–22

El templo me da razón para regocijarme.

Conforme repase con los niños el relato de la reconstrucción del templo que realizaron Zorobabel y los judíos, encuentre maneras de testificar del gozo que obtenemos porque tenemos templos en la actualidad.

Posibles actividades

  • Invite a los niños a trabajar en conjunto para encontrar frases en Esdras 3:10–13 que muestren cómo se sintieron los judíos cuando se estaba reconstruyendo el templo de Jerusalén. ¿De qué manera podemos demostrar nuestro gozo por tener templos en la tierra en la actualidad? Ayude a los niños a pensar en formas en que puedan prepararse para ir al templo.

  • Comparta con los niños sus sentimientos en cuanto al templo. ¿En qué forma le ha ayudado el templo a sentirse más cerca al Padre Celestial y al Salvador? ¿Por qué celebramos cuando se dedica un templo? Conceda a los niños tiempo para anotar sus sentimientos en cuanto al templo e ínstelos a compartir lo que escribieron con su familia.

Nehemías 2; 46

Jehová me fortalecerá para llevar a cabo “una gran obra”.

El Señor tiene una obra importante para los niños a quienes enseña. ¿Qué pueden aprender de Nehemías en cuanto a perseverar en esa obra aun cuando afronten oposición?

Posibles actividades

  • Repase con los niños la historia de cuando Nehemías reparaba los muros que rodeaban Jerusalén, incluso la oposición que afrontó. Lean juntos Nehemías 2:19 y pida a los niños que compartan situaciones en las que alguien pudiera burlarse de nosotros por hacer lo correcto. Según Nehemías 2:20, ¿cómo respondió Nehemías? ¿Cómo podemos responder cuando las personas se burlan de nosotros o nos critican por hacer lo correcto?

  • Lean juntos Nehemías 6:1–9. ¿De qué manera los enemigos de Nehemías intentaron repetidamente hacer que dejara de trabajar en el muro y cómo respondió él? ¿Qué obra quiere Dios que hagamos? (véase, por ejemplo, Mosíah 18:8–10). ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Nehemías en el versículo 9 cuando sea difícil hacer lo que Dios nos ha pedido hacer?

Nehemías 8:1–12

Recibo bendiciones cuando estudio las Escrituras.

El pueblo de Jerusalén no había escuchado las palabras de Dios durante mucho tiempo antes de que Esdras se las leyera. La historia de Esdras nos recuerda de lo importantes que las Escrituras deben ser para nosotros.

Posibles actividades

  • Invite a los niños a buscar en Nehemías 8:1–12 palabras o frases que muestren lo que las personas sentían en cuanto a escuchar la palabra de Dios. Pídales que compartan lo que sienten cuando leen las Escrituras, y usted también comparta sus sentimientos.

  • Invite a un niño a leer Nehemías 8:8 y pregunte a los niños qué les ayuda a entender las Escrituras. Muéstreles cómo utilizar las ayudas para el estudio de las Escrituras, tales como la Guía para el Estudio de las Escrituras y los Temas del Evangelio (ChurchofJesusChrist.org). Invítelos a compartir algo que hayan aprendido en cuanto al Salvador en las Escrituras.

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Invite a los niños a escoger algo que hayan aprendido el día de hoy que les gustaría compartir con su familia.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Prepararse espiritualmente. “La enseñanza poderosa del Evangelio no solo consiste en preparar una lección, sino también en prepararnos a nosotros mismos […]. [L]os maestros eficaces del Evangelio, antes de pensar en llenar el tiempo de la clase, se centran en llenar su corazón con el Espíritu Santo” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 12).