“29 abril – 5 mayo. Juan 7–10: ‘Yo soy el Buen Pastor’” Ven, sígueme — Para la Primaria Nuevo Testamento 2019 (2019)
“29 abril – 5 mayo. Juan 7–10”, Ven, sígueme — Para la Primaria 2019
El que de entre vosotros esté sin pecado, por Liz Lemon Swindle
29 abril – 5 mayo
Juan 7–10
“Yo soy el Buen Pastor”
Mientras lea Juan 7–10, piense en los niños a quienes enseña. Muchas de las ideas para niños mayores de esta reseña también se pueden adaptar para niños pequeños o viceversa.
Anote sus impresiones
Invitar a compartir
Invite a los niños a compartir algo que hayan hecho la semana pasada para ser como el Buen samaritano.
Enseñar la doctrina
Niños pequeños
El guardar los mandamientos me ayudará a saber que son verdaderos.
Jesús enseñó que podemos obtener un testimonio de las verdades que compartió a medida que las vivamos. ¿Cómo puede utilizar este relato para enseñar a los niños que la paz que sentimos cuando obedecemos los mandamientos nos ayuda a saber que son verdaderos?
Posibles actividades
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Resuma Juan 7:17 con palabras que los niños entiendan. Ayúdeles a saber que obedecer los mandamientos nos ayuda a sentirnos más cerca de Jesucristo, para lo cual quizá puedan cantar juntos “Siempre obedece los mandamientos” o “Escojamos lo correcto”, Canciones para los niños, págs. 68–69, 82–83. Pida a los niños que presten atención para determinar cómo seremos bendecidos cuando guardemos los mandamientos.
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Comparta una experiencia en la que haya aprendido que un mandamiento provenía de Dios porque lo vivió, tal como pagar el diezmo o perdonar a alguien que haya sido desconsiderado. Invite a los niños a pensar en una experiencia que hayan tenido cuando obedecieron un mandamiento. Pregunte: “¿Cómo se sintieron después de obedecer?”.
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Elija algunos de los mandamientos y prepare dos juegos de dibujos sencillos que representen cada mandamiento. Coloque todos los dibujos boca abajo en el suelo e invite a los niños a tomar turnos para unir los mandamientos. Testifique de la importancia de los mandamientos y de cómo el seguirlos ha fortalecido su testimonio.
Jesús obedeció a Su Padre.
Jesucristo siempre hizo lo que agradaba a Su Padre Celestial. ¿Cómo puede ayudar a los niños a encontrar maneras de seguir Su ejemplo?
Posibles actividades
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Ayude a los niños a repetir lo que Jesús dijo sobre el Padre Celestial en Juan 8:29: “… yo hago siempre lo que a él le agrada”. Pídales que compartan lo que Jesús hizo que alegró al Padre Celestial. Muéstreles algunas láminas del Libro de obras de arte del Evangelio para darles ideas.
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Pregunte a los niños qué los hace felices. Luego pregunte qué podrían hacer esta semana para hacer feliz a un miembro de la familia o a un amigo. Invite a los niños a hacer dibujos de sí mismos haciendo esas actividades para que los lleven a casa y les sirva de recordatorio.
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Invite a uno de los padres de uno de los niños a compartir alguna experiencia en la que el niño haya hecho algo que brindó felicidad a su padre o madre. Permita que el niño exprese cómo se sintió.
Jesús me conoce y me ama.
La parábola del Buen Pastor puede ayudar a los niños a entender que Jesús les ama y que sabe quiénes son.
Posibles actividades
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Pida a los niños que hagan un dibujo que represente algo en la parábola del Buen Pastor, tal como ovejas, un ladrón o un lobo. Lea Juan 10:1–18 a los niños, y pídales que sostengan en alto sus dibujos cuando le escuchen leer sobre lo que dibujaron. Explique que tal como el “Buen Pastor” guía y ama a su rebaño, Jesús nos ama a todos y nos guía de regreso a Él. Vista a uno de los niños como pastor y permita que los niños compartan en qué sentido Jesús es como un pastor para nosotros.
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Muestre la imagen de Jesús y los corderos en la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar. ¿Cómo sabemos que Jesús ama a los corderos? ¿Cómo podemos darnos cuenta que los corderos aman a Jesús?
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Permita que los niños completen la hoja de actividades de esta semana.
Enseñar la doctrina
Niños mayores
El guardar los mandamientos me ayudará a saber que son verdaderos.
Usted y los niños a quienes enseña posiblemente hayan tenido experiencias de vivir las verdades del Evangelio y aprender que son verdaderas. ¿Cómo puede fortalecer esas experiencias cuando enseñe?
Posibles actividades
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Escriba cada versículo de Juan 7:14–17 en diferentes hojas de papel y muéstrelas en orden aleatorio. Pida a los niños que las pongan en el orden correcto y que verifiquen en Juan 7:14–17 si están en lo cierto. Invite a los niños a formarse en grupo de a dos y compartir con su compañero lo que entiendan de cada versículo. ¿De qué manera la obediencia a los mandamientos de Dios les ha ayudado a saber que los mandamientos son verdaderos?
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Comparta ejemplos de las Escrituras que demuestren en qué forma las personas fueron bendecidas por vivir verdades del Evangelio, tal como Daniel (véase Daniel 6) o Nefi (véase 1 Nefi 3–4).
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Unos días antes de la clase, invite a uno de los niños a escribir sobre alguna ocasión en que haya obtenido el testimonio de un mandamiento por vivirlo. Durante la clase, pida al niño que comparta lo que escribió.
La verdad nos puede hacer libres.
A medida que los niños vayan creciendo, se encontrarán con personas que creen que vivir el Evangelio nos restringe. ¿Cómo puede utilizar Juan 8:31–36 para responder a ese tipo de afirmaciones?
Posibles actividades
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Invite a los niños a leer Juan 8:31–36 y a compartir lo que piensan que significa ser esclavo del pecado. ¿Cómo nos ayudan las enseñanzas de Jesús a ser libres?
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Pida a un niño que le ayude a atar ligeramente una cuerda, bufanda o corbata alrededor de sus muñecas para demostrar cómo llegamos a ser esclavos del pecado cuando lo cometemos una y otra vez sin arrepentirnos.
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Muestre un candado que represente el pecado y una llave que represente cómo las verdades del Evangelio nos pueden liberar. Por ejemplo, el saber en cuanto a la expiación del Salvador nos puede dar la libertad de arrepentirnos y de ser perdonados de nuestros pecados; o el saber en cuanto a la Palabra de Sabiduría nos puede dar la libertad de evitar adicciones.
Jesús enseñó: “… la verdad os hará libres” (Juan 8:32).
Jesús es como un pastor para nosotros.
Mientras estudie la parábola del Buen Pastor, busque verdades que enseña sobre nuestra relación con el Salvador. ¿De qué manera el saber esas verdades bendecirá a los niños?
Posibles actividades
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Escriba Buen Pastor y Asalariado en la pizarra. Explique que un asalariado es alguien a quien se contrata para realizar un trabajo por dinero. Pida a los niños que enumeren las diferencias que encuentren en Juan 10:1–18 entre un Buen Pastor y un asalariado. ¿Por qué querrían seguir al Buen Pastor en vez de al asalariado?
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Dibuje o muestre una imagen de una puerta. Lean juntos Juan 10:7–9 y pregunte a los niños en qué sentido es Jesús como una puerta. De acuerdo con el versículo 9, ¿qué bendiciones reciben aquellos que “entraren” por la puerta? ¿Cómo entramos por la puerta que Jesucristo nos proporciona?
Alentar el aprendizaje en el hogar
Ayude a los niños a pensar en un mandamiento que podrían obedecer más cabalmente. Pídales que traten de obedecer ese mandamiento durante la próxima semana.
Cómo mejorar nuestra enseñanza
Haga preguntas inspiradas. Haga preguntas que inviten a los niños a quienes enseña a ir más allá de dar un informe de los hechos. En vez de ello, ínstelos a compartir su testimonio de verdades del Evangelio. Por ejemplo, si están hablando de los mandamientos, podría pedir a los niños que compartan de qué manera los ha bendecido el obedecer los mandamientos.