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6 – 12 octubre: “Yo dispondré todas las cosas para vuestro bienestar”: Doctrina y Convenios 111–114


“6 – 12 octubre: ‘Yo dispondré todas las cosas para vuestro bienestar’: Doctrina y Convenios 111–114”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Doctrina y Convenios 2025, 2025

“Doctrina y Convenios 111–114”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2025

José Smith enseñando en el Templo de Kirtland

6 – 12 octubre: “Yo dispondré todas las cosas para vuestro bienestar”

Doctrina y Convenios 111–114

¿Has tenido alguna vez una experiencia espiritual que te haya hecho sentir confianza y seguridad en tu fe, pero luego las aflicciones de la vida pusieron a prueba tu fe y te viste luchando para recuperar la paz que habías sentido antes? Algo similar les sucedió a los santos de Kirtland. Menos de un año después de las manifestaciones espirituales que ocurrieron en ocasión de la dedicación del Templo de Kirtland, surgieron problemas. Una crisis económica, conflictos en el Cuórum de los Doce y otras pruebas causaron que flaqueara la fe de algunos santos, a pesar de sus experiencias anteriores.

No podemos eludir las pruebas; entonces ¿cómo podemos evitar que amenacen nuestra fe y nuestro testimonio? Quizá parte de la respuesta se encuentre en el consejo del Señor que se halla en Doctrina y Convenios 112, dado cuando la adversidad en Kirtland iba en aumento. El Señor dijo: “Purificad vuestro corazón delante de mí” (versículo 28), “no os sublevéis” (versículo 15), “ciñe tus lomos para la obra” (versículo 7) y “sé humilde” (versículo 10). Si seguimos ese consejo, el Señor nos “llevará de la mano” durante la adversidad y nos dará sanación y paz (véanse los versículos 10, 13).

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Ideas para aprender en el hogar y en la Iglesia

Doctrina y Convenios 111

El Señor puede “dispon[er] todas las cosas para [mi] bienestar”.

Para 1836, la Iglesia había acumulado grandes deudas al llevar a cabo la obra del Señor. José Smith y otras personas se preocuparon por tales deudas y evaluaron posibles formas de pagarlas (véase el encabezamiento de Doctrina y Convenios 111).

Al leer la sección 111, considera el modo en que las palabras del Señor dirigidas a José pueden aplicarse a ti y a las cosas que te preocupan. Por ejemplo, ¿en qué ocasiones has sentido el amor de Dios “no obstante [tus] imprudencias” (versículo 1)? ¿De qué manera te ha ayudado el Señor a encontrar “tesoro[s]” inesperados (versículo 10)? ¿Qué ha hecho Él para “dispon[er] todas las cosas para [tu] bienestar” (versículo 11)? ¿Qué te enseñan las palabras “en cuanto podáis recibirlas” sobre el Padre Celestial?

Véanse también Mateo 6:19–21, 33; “Más de un tesoro”, en Revelaciones en contexto, págs. 245–250.

Doctrina y Convenios 112:3–15, 22

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El Señor me guiará conforme yo procure humildemente Su voluntad.

Thomas B. Marsh, Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, estaba enojado porque José Smith, sin consultarlo, había llamado a dos miembros del Cuórum a predicar el Evangelio en Inglaterra. Se reunió con el Profeta, quien recibió una revelación que ayudó a Thomas a dejar de lado sus sentimientos heridos. Esa revelación se registra en Doctrina y Convenios 112.

Recuerda esas circunstancias al estudiar la sección 112. ¿Qué has hallado que pudo haber sanado los sentimientos heridos de Thomas? En los versículos 3–15 y 22, podrías buscar respuestas a preguntas como estas: ¿Qué es la humildad? ¿Qué significa que el Señor te lleve “de la mano”? ¿Por qué crees que ser humilde te ayuda a recibir la guía del Señor? Puedes encontrar más respuestas en la sección “El modelo de humildad” del mensaje del élder Joseph W. Sitati, “Modelos de discipulado” (Liahona, noviembre de 2022, págs. 86–88).

Piensa en alguien que conozcas que sea humilde. ¿Qué hace esa persona que manifieste su humildad? ¿Qué aprendes del Salvador en cuanto a ser humilde? Podrías buscar láminas de momentos de Su vida en los que haya mostrado humildad.

¿En qué ocasiones has sentido la guía del Señor luego de haber procurado ser humilde?

Véanse también Ulisses Soares, “Sean mansos y humildes de corazón”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 9–11; “La fe y la caída de Thomas Marsh”, en Revelaciones en contexto, págs. 58–65; Temas y preguntas, “Humildad”, Biblioteca del Evangelio; “Sé humilde”, Himnos, nro. 70.

Haz participar a las personas a las que enseñas. Piensa en cómo puedes ayudar a las personas a las que enseñas a participar activamente para aprender las verdades que se encuentran en las Escrituras. Por ejemplo, para ayudarlos a comprender lo que dice el Señor en Doctrina y Convenios 112:10, podrías vendarle los ojos a alguien y llevarlo con cuidado de la mano por una pequeña serie de obstáculos con sillas u otros objetos. ¿Qué podemos aprender sobre la humildad de esa demostración?

Doctrina y Convenios 112:12–26, 28, 33–34

Los que están verdaderamente convertidos llegan a conocer a Jesucristo.

El hecho de que en 1837 algunos Apóstoles se hayan tornado en contra del Profeta es un buen recordatorio de que, independientemente de nuestro llamamiento en la Iglesia o de cuánto sepamos sobre el Evangelio, debemos asegurarnos de nutrir nuestra conversión a Jesucristo de manera individual. Quizás podrías leer Doctrina y Convenios 112:12–26, 28, 33–34 y buscar verdades que puedan ayudarte a superar una prueba de fe o llegar a estar convertido más plenamente al Señor. Podrías sentirte inspirado a hablar sobre lo que encuentres para ayudar a alguien a afianzar su conversión a Cristo.

Doctrina y Convenios 113

José Smith fue “un siervo en las manos de Cristo”.

El profeta Isaías se refirió a uno de los descendientes de Isaí como una “vara” y una “raíz” (Isaías 11:1, 10). En la sección 113, el Señor explica que ese descendiente, un siervo de Cristo, sería crucial en el recogimiento del pueblo del Señor en los últimos días (véase Doctrina y Convenios 113:4, 6). Esa profecía describe muy bien al profeta José Smith. ¿En qué forma esa y otras verdades de la sección 113 habrán alentado a los santos durante la conmoción que vivieron en Kirtland? ¿Qué encuentras en esa revelación que te inspire a mantenerte firme y seguir participando en la obra del Señor hoy en día?

Véanse también la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Isaí”, Biblioteca del Evangelio; 2 Nefi 21:10–12; José Smith—Historia 1:40.

Ilustración de Isaías 11:1

Isaías escribió acerca de una “vara” y unas “raíces” que salían del “tronco de Isaí” (Isaías 11:1).

Para obtener más ideas, consulta los ejemplares de este mes de las revistas Liahona y Para la Fortaleza de la Juventud.

Personas, Lugares, Acontecimientos

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Ícono de la sección para niños 01

Ideas para enseñar a los niños

Doctrina y Convenios 111:2, 10–11

Las cosas de Dios pueden ser un tesoro para mí.

  • Los niños y tú podrían dibujar lo que les venga a la mente al oír la palabra tesoro. Luego, pueden leer juntos Doctrina y Convenios 111:2, 10–11 y comparar los tesoros terrenales con aquello que el Señor considera un tesoro (véase la hoja de actividades de esta semana). ¿Cómo podemos atesorar más las cosas de Dios?

Doctrina y Convenios 112:10

El Señor me llevará de la mano y responderá mis oraciones.

  • Tras leer juntos Doctrina y Convenios 112:10, los niños y tú podrían cantar “Sé humilde” (Himnos, nro. 70). También podrían jugar algún juego que requiera que se lleven unos a otros “de la mano” (como pasar por entre una serie de obstáculos, por ejemplo). ¿De qué modo nos lleva el Señor “de la mano”, aunque no esté físicamente con nosotros? ¿Por qué necesitamos que el Señor nos guíe? ¿En qué ocasiones hemos sentido que el Señor nos guiaba?

  • Los niños o tú podrían copiar las palabras de Doctrina y Convenios 112:10 y subrayar las bendiciones que el Señor nos da cuando acudimos a Él con humildad. Alienta a los niños a mencionar ocasiones en que hayan pedido ayuda al Señor con humildad y hayan recibido respuesta a sus oraciones, o se los haya guiado a hacer algo bueno (véase Moroni 7:13, 16).

Jesús sanando a un niño

Detalle de Levántate y anda, por Simon Dewey

Doctrina y Convenios 112:11

Jesucristo desea que yo ame a todos.

  • Los niños y tú podrían turnarse para leer el “Capítulo 41: Problemas en Kirtland” (Relatos de Doctrina y Convenios, págs. 158–160). Según el relato, ¿quién hizo que empeoraran los problemas en Kirtland? ¿Quién trataba de solucionarlos? Luego podrías leer Doctrina y Convenios 112:11 y hablar de por qué el Salvador quiere que amemos a todos. ¿En qué ocasiones Él mostró amor por las personas que fueron malvadas con Él? (Por ejemplo, véase Lucas 23:34). También podrían cantar alguna canción sobre amar a los demás, tal como “Contigo iré” (Canciones para los niños, págs. 78–79).

4:9

Parley pide perdón: El testimonio de un amigo edifica su fe

Doctrina y Convenios 112:11–14, 24–26

Los que están verdaderamente convertidos llegan a conocer a Jesucristo.

  • Tras leer Doctrina y Convenios 112:24–26, los niños y tú podrían hablar sobre la diferencia entre conocer el nombre de alguien y conocer a la persona. ¿Qué enseñanzas de los versículos 11–14 nos ayudan a entender lo que significa conocer al Señor?

Para obtener más ideas, consulta el ejemplar de este mes de la revista El Amigo.

Thomas B. Marsh escribe la revelación que le fue dada por medio de José Smith.

Be Thou Humble [Sé humilde], por Julie Rogers

Hoja de actividades para niños