Ven, sígueme 2024
11 – 17 noviembre: “Rasg[ad] ese velo de incredulidad”. Éter 1–5


“11 – 17 noviembre: ‘Rasg[ad] ese velo de incredulidad’. Éter 1–5”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Libro de Mormón 2024 (2023)

“11 – 17 noviembre. Éter 1–5”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2024 (2023)

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Los jareditas viajando por el desierto

The Jaredites Leaving Babel [Los jareditas abandonan Babel], por Albin Veselka

11 – 17 noviembre: “Rasg[ad] ese velo de incredulidad”

Éter 1–5

Si bien es cierto que los caminos de Dios son más altos que los nuestros y que siempre debemos someternos a Su voluntad, Él también nos alienta a que pensemos y actuemos por nosotros mismos. Esa es una lección que aprendieron Jared y su hermano. Por ejemplo, la idea de viajar a una nueva tierra que fuese “la más favorecida de toda la tierra” pareció comenzar con Jared, y el Señor concedió su petición, diciéndole al hermano de Jared: “Y así obraré contigo, porque me has suplicado todo este largo tiempo” (véase Éter 1:38–43). Asimismo, cuando el hermano de Jared necesitaba luz en el interior de los barcos que los llevarían a la tierra prometida, el Señor le hizo una pregunta que por lo general nosotros le hacemos a Él: “Qué quieres que yo haga… ?” (Éter 2:23). Él desea escuchar nuestros pensamientos e ideas, y nos escuchará y nos dará Su confirmación o nos aconsejará otra cosa. En ocasiones, lo único que nos separa de las bendiciones que procuramos es nuestro propio “velo de incredulidad”; y si podemos “rasg[ar] ese velo” (Éter 4:15), puede que nos sorprendamos de lo que el Señor está dispuesto a hacer por nosotros.

Véase también “The Lord Appears to the Brother of Jared [El Señor se aparece al hermano de Jared]” (video), Biblioteca del Evangelio.

Ideas para aprender en el hogar y en la Iglesia

Éter 1:33–43

Conforme suplique al Señor, Él tendrá compasión de mí

En Éter 1:33–43, se habla de tres oraciones que hizo el hermano de Jared. ¿Qué aprendes de la respuesta del Señor a cada una de ellas? Piensa en alguna ocasión en la que hayas sentido la compasión del Señor al clamar a Él en oración. Podrías registrar esa experiencia y compartirla con alguien que necesite escuchar tu testimonio.

Véase también “Secreta oración”, Himnos, nro. 80.

Éter 2; 3:1–6; 4:7–15

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ícono de Seminario
Puedo recibir revelación para mi vida

El presidente Russell M. Nelson dijo: “… les suplico que aumenten su capacidad espiritual para recibir revelación […]. Elijan hacer el trabajo espiritual que se necesita para disfrutar del don del Espíritu Santo y oír la voz del Espíritu con mayor frecuencia y claridad” (“Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, pág. 96).

Al estudiar Éter 2; 3:1–6; 4:7–15, ¿qué aprendes sobre “el trabajo espiritual” del que habló el presidente Nelson? Podrías marcar con un color las preguntas o inquietudes que tenía el hermano de Jared y lo que hizo al respecto, y con otro color cómo el Señor lo ayudó y le dio a conocer Su voluntad.

Aquí hay algunas preguntas para que medites al estudiar:

  • ¿Qué te llama la atención sobre la forma en que el Señor contestó las preguntas del hermano de Jared en Éter 2:18–25?

  • ¿Cómo podrías utilizar Éter 3:1–5 para ayudar a alguien que está aprendiendo a orar?

  • ¿Qué podría evitar que recibas revelación del Señor? (Véase Éter 4:8–10). ¿Cómo puedes recibir revelación de Él con más frecuencia? (Véase Éter 4:7, 11–15).

  • ¿Qué crees que significa “rasg[ar] [el] velo de incredulidad” en tu vida? (Éter 4:15).

¿Qué otra cosa aprendes del hermano de Jared en cuanto a la revelación personal?

El élder Dale G. Renlund enseñó sobre “El marco de la revelación personal” (Liahona, noviembre de 2022, págs. 16–19). Considera dibujar el marco de un cuadro y escribir los cuatro elementos del marco a cada lado. ¿De qué modo este marco puede ayudarte a “aument[ar] [t]u capacidad […] para recibir revelación”?

Véase también Temas del Evangelio, “Revelación”, Biblioteca del Evangelio.

Éter 2:14–15; 3:1–20

Mediante Su amonestación, el Señor me invita a arrepentirme y a venir a Él

Hasta un gran profeta como el hermano de Jared necesitó que le Señor lo amonestara. ¿Qué aprendes de Éter 2:14–15 acerca de la amonestación del Señor? Piensa en cómo la amonestación del Señor y la respuesta del hermano de Jared pudieron haberle ayudado a este a prepararse para la experiencia que tuvo en Éter 3:1–20.

Éter 2:16–25

El Señor me preparará para atravesar mi “gran mar”

En ocasiones, atravesar el “gran mar” es la única manera de cumplir con la voluntad de Dios para nosotros. ¿Ves en Éter 2:16–25 algunas semejanzas con tu vida? ¿Cómo te ha preparado el Señor para tus desafíos? ¿Qué te pide Él que hagas ahora a fin de prepararte para lo que necesita que hagas en el futuro?

Véase también L. Todd Budge, “Confianza constante y resiliente”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 47–49.

Pon en práctica lo que aprendas. El estudio del Evangelio debe inspirarnos a cambiar nuestra vida. Después de leer Éter 4:11–12, podrías enumerar algunas de las influencias en tu vida y considerar si te persuaden a hacer lo bueno. ¿Qué cambios te sientes inspirado a hacer?

Éter 5

Varios testigos declaran la veracidad del Libro de Mormón

Mientras lees la profecía de Moroni en Éter 5, reflexiona sobre el propósito del Señor al preparar muchos testigos del Libro de Mormón. ¿Qué experiencias te han inspirado a creer que el Libro de Mormón es la palabra de Dios? ¿De qué modo el Libro de Mormón te ha demostrado “el poder de Dios y también su palabra”? (Éter 5:4).

Ideas para enseñar a los niños

Éter 1:33–37; 2:16–25; 3:1–6

El Padre Celestial escucha y contesta mis oraciones

  • Si conoces algún idioma que los niños no conozcan, dales algunas instrucciones sencillas en esa lengua (o reproduce una grabación en otro idioma). Puedes valerte de ello para explicar por qué el hermano de Jared oró en busca de ayuda en Éter 1:33–37. Haz hincapié en lo que el Señor sintió en cuanto a su oración y cómo respondió (véase también “Capítulo 50: Los jareditas salen de Babel”, Historias del Libro de Mormón, págs. 143–144).

  • Los niños podrían hacer de cuenta que construyen un barco mientras lees Éter 2:16–17. Luego podrían leer juntos en cuanto a los problemas que los jareditas tuvieron con los barcos (véase Éter 2:19) y las diferentes maneras en las que el Señor contestó las oraciones del hermano de Jared (véanse Éter 2:19–25; 3:1–6). La ilustración y la hoja de actividades que están al final de esta reseña podrían ayudarlos a contar la historia. ¿Qué aprendemos del hermano de Jared en cuanto a la oración? Considera relatar alguna experiencia en la que hayas orado en busca de ayuda y el Padre Celestial te haya ayudado.

Éter 3:6–16

Fui creado a la imagen de Dios

  • A medida que crezcan, los niños se encontrarán con muchos mensajes falsos en cuanto a Dios, ellos mismos y su cuerpo físico. Podrías pedirles que te ayuden a buscar verdades sobre esos temas en Éter 3:6–16. A fin de hacer hincapié en la verdad que se enseña en Éter 3:13, 15, podrían ver juntos alguna ilustración del Salvador y podrías invitar a los niños a señalar diversas partes de Su cuerpo. Luego podrían señalar las mismas partes en su propio cuerpo. Además, podrían entonar juntos una canción relacionada con nuestro cuerpo, tal como “El Señor me dio un templo” (Canciones para los niños, pág. 73), y hablar sobre por qué están agradecidos por su cuerpo.

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niño corriendo en un campo

Somos creados a la imagen de Dios

Éter 5

Tres testigos testificaron del Libro de Mormón

  • Moroni profetizó que los Tres Testigos ayudarían a establecer la veracidad del Libro de Mormón. A fin de enseñar lo que es un testigo, podrías pedir a los niños que describan algo que hayan visto o experimentado y que otras personas no. Luego, a medida que lean juntos Éter 5, podrían hablar sobre por qué Dios utiliza testigos en Su obra. Asimismo, podrían decirse unos a otros cómo saben que el Libro de Mormón es verdadero y de qué modo pueden compartir su testimonio con los demás.

Para obtener más ideas, consulta el ejemplar de este mes de la revista El Amigo.

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Jesús tocando las dieciséis piedras en la presencia del hermano de Jared

Sowest Thou More Than This? [¿Viste más que esto?], por Marcus Alan Vincent