“Mosíah 7–8: Los profetas del Señor como videntes”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“Mosíah 7–8”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
Mosíah 7–8
Los profetas del Señor como videntes
Así como el Salvador tiene títulos que nos enseñan acerca de Él, los siervos del Señor tienen títulos que nos ayudan a comprender sus funciones en el plan del Padre Celestial. Cuando el rey Limhi pidió ayuda con una tarea que no sabía cómo llevar a cabo, un hombre llamado Ammón lo guio hasta el profeta. Ammón también le explicó al rey verdades importantes sobre la función de los profetas, videntes y reveladores. Esta lección puede ayudarte a comprender la importancia de que los profetas también sean videntes en el plan del Padre Celestial.
Dar testimonio de los profetas vivientes. Busque oportunidades de compartir su testimonio de las palabras de los profetas vivientes. El élder Dean M. Davies (1951–2021), de los Setenta, enseñó lo siguiente: “Escuchar y prestar atención a los profetas vivientes tendrá un efecto profundo y aun transformador en nuestra vida. Somos fortalecidos. Estamos más seguros y tenemos más confianza en el Señor. Escuchamos la palabra del Señor” (“Dios manda a profetas”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 36).
Preparación del alumno: Valore la posibilidad de invitar a los alumnos a pensar en cómo responderían si alguien les preguntara por qué creen en los profetas.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Preguntas sobre los profetas
Considere invitar a los alumnos a hacer una dramatización en la cual respondan las tres primeras de las preguntas siguientes. También pueden responder la cuarta si se sienten cómodos haciéndolo.
Imagínate que alguien que conoces se ha enterado de que crees en los profetas modernos. Se acerca a ti y te pregunta lo siguiente:
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Oí que tu Iglesia tiene un profeta. ¿Qué hace?
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¿Por qué razón necesitamos un profeta en la actualidad?
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Leí en línea que José Smith tradujo un libro antiguo. ¿Han hecho eso otros profetas antiguos o modernos?
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¿Qué crees en cuanto a los profetas?
Podría resultar útil preguntar a los alumnos si tienen alguna pregunta acerca de los profetas. Considere escribir sus preguntas en la pizarra.
El Libro de Mormón contiene muchas enseñanzas acerca de los profetas, entre ellas, la manera en que el Padre Celestial los utiliza para ayudarnos. A medida que estudies, medita sobre las preguntas anteriores y procura fortalecer tu testimonio de los profetas. Busca también respuestas a otras preguntas que puedas tener acerca de los profetas.
Tres viajes
Considere mostrar la ilustración siguiente y explicar la información que aparece a continuación. (Si lo desea, copie la imagen en la pizarra y déjela allí para que la consulten durante las próximas clases). También podría proporcionar a los alumnos las referencias que se encuentran en los dos párrafos siguientes e invitarlos a leer los pasajes y a resumir lo que aprendan.
Cuando el padre del rey Benjamín (Mosíah) era rey, un hombre llamado Zeniff se marchó de Zarahemla con un grupo de personas para recuperar la tierra de Nefi (véase Mosíah 9:3–4). Durante muchos años no se supo nada del grupo de Zeniff, así que el siguiente rey, Mosíah (el hijo del rey Benjamín), envió un grupo dirigido por Ammón para buscarlos (véase Mosíah 7:1–3). Ese grupo encontró al pueblo de Zeniff, liderado por el rey Limhi, el nieto de Zeniff. El pueblo de Limhi había sido esclavizado por los lamanitas “a causa de [sus] iniquidades” (Mosíah 7:20).
El rey Limhi le dijo a Ammón que había enviado una expedición para buscar Zarahemla, pero no habían tenido éxito. En cambio, habían vuelto con reliquias de la tierra del norte, incluido un registro escrito en veinticuatro planchas de oro (véase Mosíah 8:7–9). El rey Limhi esperaba que Ammón pudiera traducir el registro o conociera a alguien que pudiera hacerlo (véase Mosíah 8:6, 11–12).
Lee Mosíah 8:13–14 para saber quién dijo Ammón que podía traducir el registro y por qué.
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¿Qué averiguaste?
Podría resultar útil saber que tanto Mosíah como José Smith tenían unos instrumentos especiales llamados Urim y Tumim, preparados por Dios para ayudarlos a traducir registros antiguos (véanse Mosíah 28:13–14 y José Smith—Historia 1:35). Si deseas saber más al respecto, busca “Urim y Tumim” en la Guía para el Estudio de las Escrituras).
La función de un vidente
Lee Mosíah 8:15–18 para saber qué son los videntes y por qué un amoroso Padre Celestial nos ha proporcionado videntes.
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¿Qué aprendiste?
Podría resultar útil que los alumnos se acerquen a la pizarra y escriban todas las verdades que encuentren. Si los alumnos escriben un enunciado que no sea del todo correcto, ayúdelos a adaptarlo para que sea cierto. Hacerlo así puede ayudar a los alumnos a repasar sus propias observaciones y aclarar lo que están aprendiendo. Una verdad que ilustra este relato es la siguiente: El Señor proporciona profetas, videntes y reveladores en beneficio de la humanidad. Si lo desea, invite a los alumnos a marcar palabras o frases que enseñen esta verdad o a escribirla junto a los versículos que la enseñan.
La Guía para el Estudio de las Escrituras explica la función de un vidente de esta manera:
Persona autorizada por Dios para ver con los ojos espirituales las cosas que Dios ha escondido del mundo (Moisés 6:35–38); un revelador y un profeta (Mosíah 8:13–16). En el Libro de Mormón, Ammón enseñó que solamente un vidente podía usar los intérpretes especiales, o sea, el Urim y Tumim (Mosíah 8:13; 28:16). Un vidente conoce el pasado, el presente y el futuro. En los tiempos antiguos, a los profetas a menudo se les llamaba videntes (1 Samuel 9:9; 2 Samuel 24:11).
José Smith es el gran vidente de los últimos días (D. y C. 21:1; 135:3). Además, a la Primera Presidencia y al Consejo de los Doce se les sostiene como a profetas, videntes y reveladores (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Vidente”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).
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¿Qué aprendiste acerca de la función del profeta como vidente?
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¿Por qué crees que el Padre Celestial proporcionaría estas habilidades a la Primera Presidencia y al Cuórum de los Doce Apóstoles?
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¿De qué manera los profetas, videntes y reveladores son evidencias del amor que Dios siente por ti?
El valor de los videntes en nuestra época
¿Qué actividad de aprendizaje podría ayudar a los alumnos a profundizar su creencia en que la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles son profetas, videntes y reveladores? A continuación se dan algunas ideas. Escoja una o varias, o proponga otras. Los alumnos podrían trabajar de forma individual o con un compañero.
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Piensa en al menos tres situaciones en las que saber que los profetas del Padre Celestial son videntes pueda ayudarte a permanecer fiel al Señor, y luego anota esas situaciones.
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Estudia un discurso de una conferencia general reciente pronunciado por un miembro de la Primera Presidencia o del Cuórum de los Doce Apóstoles. Anota ejemplos que ilustren que esa persona es vidente.
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Invite a los alumnos a leer el “Mensaje de la Primera Presidencia” que se encuentra al comienzo de Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones, librito, 2022, pág. 2. Anota cómo crees que este mensaje y las normas que se incluyen en este librito demuestran que los miembros de la Primera Presidencia son videntes.
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Anota los beneficios que tú o tu familia han experimentado por seguir a los videntes.
Invite a los alumnos a compartir lo que estudiaron y prepararon.
Podría resultar útil saber que el rey Mosíah sí tradujo los registros (véase Mosíah 28:11–19). Podrás leer una parte de esos registros cuando estudies el libro de Éter.
Antes incluso de que se tradujeran los registros, al rey Limhi le asombró saber que el rey Mosíah podía traducir. Lee Mosíah 8:19–20 para saber cómo reaccionó el rey Limhi cuando supo que Dios llama a profetas, videntes y reveladores.
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¿Cómo influyó en Limhi el obtener este conocimiento?
Medita sobre lo que sientes al saber que el Padre Celestial proporciona profetas, videntes y reveladores para guiarnos en la actualidad. Podrías anotar tus pensamientos en tu diario de estudio.
Comparta su testimonio de la importancia de los profetas y de las bendiciones que ellos han aportado a su vida.