“El estudio de las Escrituras: Aferrarse a la palabra de Dios”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“El estudio de las Escrituras”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
Materiales de introducción
El estudio de las Escrituras
Aferrarse a la palabra de Dios
Las Escrituras son únicas en su capacidad de profundizar la fe y el amor por el Padre Celestial y Jesucristo. El estudio constante y significativo propicia la fe y fortalece nuestra vida cotidiana. El objetivo de esta lección es aumentar tu deseo y capacidad de estudiar las Escrituras diariamente y recibir las bendiciones prometidas que acompañan al estudio de las Escrituras.
Fomente el hábito de estudiar las Escrituras diariamente. Pocas cosas tendrán una influencia para bien más poderosa y duradera en la vida de los alumnos que ayudarlos a aprender a amar las Escrituras y estudiarlas a diario. Una manera de hacer esto consiste en analizar con los alumnos los beneficios y las bendiciones del estudio personal diario de las Escrituras.
Preparación del alumno: Entregue a los alumnos el volante “Evaluación del estudio de las Escrituras” de esta lección para que lo lleven a casa y lo completen. Si lo desea, invite a los alumnos a pedir a sus familiares que contesten también las preguntas y que analicen sus respuestas juntos.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
El estudio diario de las Escrituras
Para ayudar a los alumnos a darse cuenta de la importancia del esfuerzo constante, a lo largo del tiempo, por estudiar las Escrituras, podría invitar a un alumno que se sienta cómodo haciendo flexiones de brazos a que pase al frente de la clase y haga varias flexiones. Después de que termine, podría preguntar: “¿Es el alumno más fuerte ahora que ha hecho algunas flexiones? ¿Por qué sí o por qué no?”.
Ayude a los alumnos a darse cuenta de que, aunque un pequeño esfuerzo puede ayudar a una persona a volverse un poco más fuerte, el esfuerzo constante a lo largo del tiempo la fortalece mucho más.
Si una persona quisiera volverse más fuerte haciendo flexiones, ¿qué tendría que hacer? ¿Cuánto tiempo podría tomar ver un aumento notable de fuerza? ¿Qué desafíos podría tener que superar esa persona?
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¿Cómo se relaciona esto con el estudio de las Escrituras?
Lee las siguientes declaraciones del presidente Thomas S. Monson (1927–2018) y de Julie B. Beck, quien fue Primera Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, y repasa lo que enseñan acerca del estudio de las Escrituras:
El dedicar tiempo cada día al estudio de las Escrituras ciertamente fortalecerá nuestro cimiento de fe y nuestro testimonio de la verdad (véase Thomas S. Monson, “Qué firmes cimientos”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 68).
Aunque no me considero experta en las Escrituras […], me siento agradecida por haberme formado el hábito de toda una vida de leerlas. Sería imposible aprender las lecciones que contienen las Escrituras al leerlas todas solo una vez o al estudiar versículos seleccionados en una clase (véase Julie B. Beck, “Mi alma se deleita en las Escrituras”, Liahona, mayo de 2004, pág. 107).
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¿Qué descubriste?
Si lo desea, podría mostrar la siguiente autoevaluación del estudio de las Escrituras para que los alumnos puedan completarla por su cuenta.
Piensa en cómo te sientes en cuanto a tu estudio de las Escrituras.
Volante: “Evaluación del estudio de las Escrituras”
El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024: “El estudio de las Escrituras”
Valórate en los enunciados siguientes en una escala del 1 al 5 (1 significa bajo y 5 significa alto):
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Estudiar las Escrituras todos los días es una prioridad para mí.
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Conozco técnicas de estudio de las Escrituras que me ayudan a entenderlas mejor (orar, meditar, notas al pie de página, tomar notas, etc.) y las utilizo.
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Entiendo lo que leo en las Escrituras.
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Estudiar las Escrituras me ayuda a sentirme más cerca de Jesucristo.
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Podría invitar a los alumnos a compartir los desafíos que puedan afrontar con respecto al estudio diario y significativo de las Escrituras. Considere invitarlos a compartir posibles soluciones a esos desafíos. Ayude a los alumnos a comprender que, independientemente de los resultados de la evaluación, pueden aumentar su capacidad de recibir las bendiciones del estudio de las Escrituras.
La bendiciones de estudiar las Escrituras
Lee los versículos siguientes y busca las bendiciones que provienen de estudiar las Escrituras.
Podría invitar a los alumnos a anotar en la pizarra las distintas bendiciones del estudio de las Escrituras. A medida que escriban, invítelos a que coloquen también una marca junto a alguna bendición que hayan recibido.
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¿Qué verdades relacionadas con el estudio de las Escrituras puedes reconocer en estos versículos?
Los alumnos podrían reconocer verdades tales como las siguientes: Si escuchamos y nos aferramos a la palabra de Dios, Él nos bendecirá para resistir la tentación y el mal (véase 1 Nefi 15:24); Jesucristo nos ayudará a saber qué hacer en la vida si nos deleitamos en Sus palabras (véase 2 Nefi 32:3); y estudiar las Escrituras puede ayudarme a conocer a Jesucristo y regocijarme en Él (véase Alma 37:9).
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¿Cuáles de estas verdades o bendiciones has experimentado?
Para conocer más bendiciones que provienen del estudio de las Escrituras, véase “Comentarios e información de contexto”.
¿Cómo puedo sacar más provecho de mi estudio de las Escrituras?
Los alumnos podrían analizar la pregunta siguiente en grupos pequeños o de dos en dos. Considere invitarlos a compartir sus reflexiones. Podría pedirles que compartan más detalles sobre sus respuestas, por ejemplo, cuándo, cómo o por qué utilizan esa práctica.
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¿Qué podría ayudar a una persona a sacar más provecho de su estudio de las Escrituras?
Lee la siguiente declaración del élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y busca otras técnicas que podrían ayudar a que el estudio de las Escrituras tenga una mayor influencia en ti.
A veces es bueno leer un libro de las Escrituras en un periodo establecido a fin de obtener una impresión general de su mensaje, pero para los fines de la conversión, debes prestar más atención al tiempo que pases en las Escrituras que a la cantidad de texto que leas en ese tiempo. A veces te imagino leyendo algunos versículos, deteniéndote a meditar en ellos, volviéndolos a leer con detenimiento y, al pensar en lo que significan, orando para recibir entendimiento, haciéndote preguntas en tu mente, esperando recibir impresiones espirituales y anotando las impresiones e ideas que recibas para recordarlas y aprender más. Al estudiar de este modo, tal vez no leas muchos capítulos o versículos en media hora, pero harás lugar en tu corazón a la palabra de Dios, y Él se dirigirá a ti (D. Todd Christofferson, “Cuando te hayas convertido”, Liahona, mayo de 2004, págs. 11–12).
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¿Qué encuentras en estas ideas que podría bendecir tu experiencia de estudio de las Escrituras?
Los alumnos podrían agregar a la pizarra ideas adicionales que aún no se hayan anotado.
Además de la técnica de estudio de las Escrituras que se encuentra a continuación, en la sección “Actividades de aprendizaje complementarias” se mencionan varias técnicas que se podrían utilizar.
Podría invitar a los alumnos a realizar la actividad siguiente, en silencio, por su cuenta. Luego, divídalos en grupos pequeños o de dos en dos para que compartan lo que aprendieron.
Dedica los 5 o 10 minutos siguientes a probar las sugerencias que dio el élder Christofferson. Dedica tiempo a meditar, releer, orar, hacer preguntas y anotar impresiones. A continuación, encontrarás algunos pasajes de las Escrituras que podrías utilizar (no dudes en seleccionar otros pasajes del Libro de Mormón si lo deseas).
Después de que los alumnos hayan tenido tiempo de estudiar, invítelos a relatar sus experiencias. Las preguntas siguientes podrían ayudar.
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¿Cómo fue tu experiencia al estudiar las Escrituras de esta forma?
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¿Cómo influiría en tu estudio personal de las Escrituras el estudiar de esta manera?
Fijar una meta de estudio de las Escrituras
Uno de los objetivos de Seminario es ayudarte a acercarte más a Jesucristo mediante el estudio diario de las Escrituras. Para ello, a fin de recibir los créditos de Seminario, se requiere leer el libro de Escrituras correspondiente al año en curso al menos el 75 % de los días calendario del semestre.
Busca inspiración por medio del Espíritu Santo para fijarte una meta de estudio personal. Para obtener ayuda, comienza ofreciendo una oración en busca de la inspiración del Padre Celestial. Piensa en las preguntas siguientes al fijar la meta:
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¿Cuándo y dónde podría estudiar las Escrituras a diario?
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¿Cuánto tiempo estudiaré cada día?
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¿Qué puedo hacer para propiciar la presencia del Espíritu Santo más plenamente en mi experiencia de estudio de las Escrituras?