“4 Nefi: Convertidos al Señor”, El Libro de Mormón, Manual del alumno, 2024
“4 Nefi”, El Libro de Mormón, Manual del alumno
4 Nefi
Convertidos al Señor
Durante milenios, las personas, las familias y las sociedades han estado buscando ideales tales como la armonía, la paz y la unidad. Tal vez parezcan estar fuera del alcance, pero sí existen. El relato de 4 Nefi es un ejemplo de ello. Una clave para experimentar estas bendiciones es profundizar nuestra conversión al Señor y tener el amor de Dios en el corazón. Esta lección puede ayudarte a sentir más amor por el Padre Celestial y por Jesucristo a fin de que puedas llegar a estar convertido más profundamente a Ellos.
Una posibilidad celestial
Imagina cómo sería que tú y las personas de tu entorno amaran a Jesucristo y estuvieran tratando de seguirlo.
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¿Cómo cambiaría tu comunidad?
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¿Cómo cambiarían tu escuela o tu iglesia?
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¿Cómo cambiaría tu hogar?
El libro de 4 Nefi contiene el relato del pueblo que vivió después de la visita del Salvador al continente americano. Al estudiar sus experiencias, busca la influencia que Jesucristo y Su evangelio tuvieron en este pueblo. Piensa en cómo estas enseñanzas podrían influir en la forma en que decides vivir tu vida.
El efecto del evangelio del Salvador
Lee 4 Nefi 1:1–2 y busca el efecto que el Salvador y Sus enseñanzas tuvieron en el pueblo.
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¿Qué descubriste?
Si lo deseas, marca la frase “se convirtió al Señor toda la gente” en el versículo 2.
Convertirse al Señor significa “[c]ambiar las creencias, los sentimientos y la vida para aceptar la voluntad de Dios y hacerla […], [y] llegar a ser discípulo de Cristo” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Conversión, convertir”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).
Las bendiciones de la conversión
Los nefitas y los lamanitas experimentaron bendiciones increíbles debido a su conversión a Jesucristo. En tu diario de estudio, escribe “Las bendiciones de la conversión” en el centro de una página.
Lee 4 Nefi 1:2–18 y marca las palabras o frases que ilustren las bendiciones que recibieron. En tu hoja de papel, escribe estas palabras o frases alrededor del título “Las bendiciones de la conversión”. (Podría resultar útil conocer el significado de algunas de las palabras del versículo 16. Los tumultos se refieren a conmociones o alborotos públicos, las fornicaciones se refieren a pecados sexuales y las lascivias se refieren a la lujuria y la falta de castidad).
Piensa en cuáles de estas bendiciones deseas experimentar en mayor medida en tu vida. Podrías rodearlas con un círculo en la página de tu diario de estudio.
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Responde las preguntas siguientes:
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¿Qué te llamó la atención de estos versículos? ¿Por qué?
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A partir de lo que aprendiste en estos versículos, ¿cómo podrías terminar el enunciado siguiente? “Cuando estamos convertidos al Señor…”.
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Una verdad que podemos reconocer en estos versículos es la siguiente: Cuando estamos convertidos al Señor, somos bendecidos con felicidad y unidad como hijos de Cristo.
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¿Por qué crees que el estar convertidos a Jesucristo y vivir Su evangelio puede producir tales bendiciones?
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¿Cómo puede influir en nuestras acciones diarias la comprensión de esta verdad?
El amor de Dios
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió la observación siguiente acerca de por qué este pueblo pudo vivir en un estado de felicidad y unidad.
¿Cuál es la clave de ese sorprendente logro de llevar vidas satisfactorias y felices? Se halla explícito allí en el texto, en una oración: “[El] amor de Dios […] moraba en el corazón del pueblo” [4 Nefi 1:15]. Cuando el amor de Dios marca la pauta en nuestra vida, en nuestras relaciones el uno con el otro y, en última instancia, en nuestro sentir hacia todo el género humano, entonces comienzan a desvanecerse las viejas diferencias, las etiquetas que limitan y las divisiones artificiales, y aumenta la paz. Eso es precisamente lo que sucedió en nuestro ejemplo del Libro de Mormón; ya no había lamanitas, ni jacobitas, ni josefitas ni zoramitas; no había “-itas” en absoluto. El pueblo había adoptado solo una identidad trascendental; dice que todos eran conocidos como los “hijos de Cristo” [4 Nefi 1:17] (Jeffrey R. Holland, “La mayor posesión”, Liahona, noviembre de 2021, pág. 9).
Si lo deseas, marca la frase del versículo 15 acerca del amor de Dios que moraba en el corazón del pueblo. Tener el amor de Dios en el corazón puede significar sentir el amor que Dios siente por nosotros y por otras personas. También puede significar sentir amor por el Padre Celestial y por Jesucristo.
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¿Cuáles son algunas de las acciones que podríamos realizar que nos ayudarían a sentir más amor por el Padre Celestial y por Jesucristo?
Una manera en que podemos sentir más amor por el Padre Celestial y por Jesucristo es aprendiendo acerca de Ellos y llegando a conocerlos mediante las Escrituras.
Dedica tiempo a estudiar pasajes de las Escrituras sobre el Padre Celestial y Jesucristo que puedan ayudarte a sentir más amor por Ellos. Presta atención a lo que aprendas acerca de Sus atributos, deseos y funciones. Podrías buscar términos como “Padre Celestial” o “Jesucristo” mediante herramientas de estudio como la Guía para el Estudio de las Escrituras o la función de búsqueda de la Biblioteca del Evangelio.
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Responde las preguntas siguientes:
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¿Qué aprendiste sobre el Padre Celestial o sobre Jesucristo que puede ayudarte a sentir más amor por Ellos?
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¿Qué te esforzarás por hacer en los próximos días que pueda ayudarte a llegar a estar más convertido a Jesucristo?
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