“Alma 31:1–11: ‘La virtud de la palabra de Dios’”, El Libro de Mormón, Manual del alumno, 2024
“Alma 31:1–11”, El Libro de Mormón, Manual del alumno
Alma 31:1–11
“La virtud de la palabra de Dios”
¿Qué tipo de cosas podrían ocasionar que te sientas distante del Salvador? ¿Qué te ayuda a sentirte más cerca de Él? Después de escuchar que los zoramitas habían “caído en grandes errores” (Alma 31:9), Alma planificó utilizar el poder de la palabra de Dios a fin de invitarlos a regresar a Jesucristo. Esta lección puede ayudarte a confiar en el poder de la palabra de Dios para permanecer fiel a Jesucristo.
Desviarse
El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló de las conclusiones de un estudio sobre lo difícil que resulta caminar en línea recta cuando no tenemos puntos de referencia visibles. Aunque muchas personas que participaron en ese estudio pensaron que lo habían logrado, los resultados demostraron que, “sin puntos de referencia fiables, nos desviamos del curso” (Dieter F. Uchtdorf, “La restauración diaria”, Liahona, noviembre de 2021, pág. 77). Si lo deseas, mira el video “La restauración diaria” desde 1:40 hasta 3:25, que se encuentra disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, y piensa en la relación espiritual que esto podría tener con nuestra vida.
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¿Cómo podría relacionarse esto espiritualmente con nosotros?
En Alma 31–35, aprenderás acerca de los zoramitas, quienes anteriormente creían en Jesucristo, pero se habían desviado de su fe. Antes de comenzar tu estudio de Alma 31, reflexiona sobre la forma en que ha aumentado tu fe en Jesucristo.
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Si mantuvieras tu rumbo actual, ¿te dirigirías hacia Cristo o te alejarías de Él?
La meta de Alma
En Alma 31:1–11 aprendemos acerca de los zoramitas y de los esfuerzos de Alma por invitarlos a regresar al Señor. El gráfico siguiente puede ayudarte a comprender la forma en que Alma intentó rescatar a los zoramitas.
Lee Alma 31:1–4, 8–11 para saber cómo y por qué los zoramitas habían comenzado a desviarse. Anota lo que encuentres en la sección “Problema”.
Lee Alma 31:5–7, 11 y marca las palabras o frases que describan el plan de Alma para lograr su meta. Si lo deseas, anota junto al versículo 5 que la palabra virtud proviene de la palabra en latín virtus, que significa fortaleza o poder (véase Temas del Evangelio, “Virtud”), y que las palabras poner a prueba en este contexto significan intentar o experimentar.
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Responde al menos tres de las preguntas de los cinco apartados siguientes:
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¿Qué crees que significa “p[oner] a prueba la virtud de la palabra de Dios”? ¿Dónde puedes hallar la palabra de Dios? (Podrías leer y correlacionar Doctrina y Convenios 18:2–4, 34–36; 68:4).
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¿Qué verdad podemos aprender de la meta de Alma y de su plan para lograrla?
Una verdad que tal vez hayas reconocido es la siguiente: La palabra de Dios tiene poder para guiar a las personas a Jesucristo.
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¿Qué sabes acerca de Dios que hace que Su palabra te resulte poderosa o potente? ¿Por qué crees que es más poderosa “que la espada o cualquier otra cosa”? (Alma 31:5).
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¿De qué manera puede la palabra de Dios ayudarnos a compartir el Evangelio, corregir ideas falsas o guiar a los demás a Jesucristo?
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¿Qué influencia ha tenido la palabra de Dios en tu vida?
A partir de lo que has aprendido de Alma y de tus reflexiones sobre las preguntas anteriores, completa la sección “Cómo lograr la meta”.
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La palabra de Dios en mi vida
Piensa en la forma en que lo que estás aprendiendo de Alma y los zoramitas está relacionado con tu vida.
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¿Cuáles son algunas de las cosas que hacen que los jóvenes se desvíen de Jesucristo?
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El confiar en la palabra de Dios, ¿cómo podría evitar que nos desviemos de Jesucristo o ayudarnos a regresar a Él?
Piensa en tu relación con Jesucristo. ¿Hay algo que esté haciendo que te alejes de Él? ¿Quieres una relación más fuerte con Él? Con espíritu de oración, fija una meta personalizada que te ayude a fortalecer tu relación con Él. Esta meta podría estar relacionada con tus metas del programa Niños y Jóvenes o podrías agregarla a ellas.
Crea otra copia del diagrama de metas en tu diario.
Escribe tu propia meta en la sección “Meta”.
También podrías anotar los obstáculos para tu meta en la sección “Problema”.
En la sección “Cómo lograr la meta”, escribe cómo puedes confiar en la virtud de la palabra de Dios e incluye la forma en que esto te ayudará a lograr tu meta.
Las preguntas siguientes pueden serte útiles.
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¿Por qué esta meta es algo que crees que necesitas en tu vida? ¿Cómo influirá en tu relación con Jesucristo el hecho de lograrla?
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¿Qué cosas concretas puedes hacer que te ayuden a confiar en el poder de la palabra de Dios? ¿Cómo puede esto ayudarte a lograr tu meta?
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¿Qué pasajes de las Escrituras o declaraciones de los líderes de la Iglesia podrían motivarte a trabajar en esta meta?
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Cuando hayas terminado, escribe “Me fijé una meta personal” en tu diario de estudio. Si lo deseas, anota reflexiones o detalles sobre tu experiencia al estudiar Alma 31:1–11 que no sean demasiado personales.