2 Nefi 26

Ver, amar y tratar a los demás como lo hace Dios

Jesucristo rodeado de personas

Todos los días nos enfrentamos a mensajes e información que se han ideado para influir en nuestros sentimientos y perspectivas. En 2 Nefi 26, Nefi enseñó acerca de la perspectiva de Dios. El objetivo de esta lección es ayudarte a ver, amar y tratar a los demás como lo hace Dios.

Nuestra perspectiva

Fíjate en las imágenes siguientes y piensa en la forma en que los distintos anteojos influyen en nuestra visión.

Una niña con anteojos 3D

Una joven con anteojos de sol

Un joven con gafas de natación

Un joven con anteojos de realidad virtual

• ¿Cómo podrían estos diferentes anteojos influir en la perspectiva de alguien?

• ¿Cuáles son algunas de las cosas que influyen en la manera en que vemos y tratamos a los demás?

Dedica un momento a reflexionar sobre tu percepción de los demás. Piensa en lo que podría estar dando forma a tu perspectiva y la manera en que esto podría influir en lo que sientes por los demás y en cómo los tratas. A medida que estudies, busca inspiración para saber lo que puedes hacer para ver y tratar a los demás como lo hace el Salvador.

El objetivo de esta lección es ayudarte a ver, amar y tratar a los demás como lo hace Dios.

El carácter de Dios

En 2 Nefi 26, Nefi vio el ministerio del Salvador entre los nefitas, así como la iniquidad y la destrucción final de su pueblo. También vio la iniquidad de los gentiles en los últimos días. En contraposición, luego hizo hincapié en el interés de Dios por todos Sus hijos.

Piensa en las tres preguntas siguientes mientras lees 2 Nefi 26:12–13, 23–33:

• ¿Cómo ve Dios a Sus hijos y qué siente por ellos?

• ¿Cómo lo demuestra?

• ¿Cómo desea Él que veamos y tratemos a los demás?

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1. Responde las preguntas siguientes:

   • ¿Qué palabras, frases o verdades que marcaste podrían responder las preguntas? ¿Por qué?

   • ¿Qué aprendiste o sentiste acerca del carácter de Dios?

   • El recordar estas verdades acerca de Dios, ¿cómo podría influir en tu relación con Él? ¿Cómo podría influir en la forma en que tratas a los demás?

Fíjate que en 2 Nefi 26:33 Nefi destacó muchos tipos distintos de personas y las comparó en grupos opuestos. Las definiciones siguientes podrían ayudarte a comprenderlas mejor. Si lo deseas, podrías anotar estas definiciones en tu ejemplar de las Escrituras junto a este versículo.

• Paganos: personas que no creen en Dios.

• Judíos y gentiles: expresión que se refiere a todos los que pertenecen a la casa de Israel y a los que no pertenecen a ella.

2 Nefi 26:33 es un pasaje del Dominio de la doctrina. Si lo deseas, marca los pasajes del Dominio de la doctrina de alguna forma particular para poder encontrarlos con facilidad. En la lección siguiente tendrás la oportunidad de poner en práctica la doctrina que se enseña en este pasaje en relación con una pregunta o una situación.

• ¿Qué diferencia supondría que el mundo aceptara y aplicara las enseñanzas del versículo 33?

Dedica un momento a reflexionar sobre tu perspectiva e incluye lo que sientes por los demás y cómo los tratas, en comparación con la perspectiva de Dios, lo que Él siente por los demás y cómo los trata.

ChurchofJesusChrist.org

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2. Responde las preguntas siguientes:

   • ¿Cómo podría influir en ti el recordar la perspectiva y los sentimientos de Dios con respecto a todas las personas?

   • ¿De qué maneras estás logrando ver y tratar a los demás como lo harían el Padre Celestial y Jesús?

   • ¿De qué manera el recordar las enseñanzas sobre el Señor que se encuentran en 2 Nefi 26:33 podría ayudarte a ver, amar y tratar a los demás como lo hace Dios?

Durante los próximos días, intenta fijarte en la forma en que ves a los demás, lo que sientes por ellos y cómo los tratas. Presta atención a las impresiones del Espíritu Santo y pide ayuda al Señor para hacer los cambios que sean necesarios a fin de amar y tratar a los demás como lo hace Dios.

Opcional: ¿Quieres aprender más?

¿Cómo puedo ser más semejante a Dios al ver y amar a los demás?

El presidente Russell M. Nelson enseñó la forma en que Jesucristo puede ayudarnos en nuestros esfuerzos por mejorar:

Presidente Russell M. Nelson

Aún no hemos alcanzado la armonía y el respeto mutuo que permitirían que todo hombre y mujer, que todo niño y niña, lleguen a ser la mejor versión de sí mismos.

La cura para lo que nos aqueja fue prescrita por el Maestro Sanador, Jesús el Cristo. Cuando un fariseo que buscaba burlarse lo desafió a nombrar el mayor mandamiento de la ley, el Salvador dio una respuesta memorable y breve. Estaba llena de la verdad que conduce a una vida de gozo. Su instrucción fue amar primero a Dios con todo nuestro corazón y luego amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (véase Mateo 22:35–39) […].

Todos estamos relacionados y tenemos una responsabilidad, dada por Dios, de ayudar a hacer que mejore la vida de quienes nos rodean. No necesitamos ser similares ni tener una apariencia similar para sentir amor los unos por los otros. Ni siquiera necesitamos estar de acuerdo para amarnos unos a otros. Si tenemos alguna esperanza de recuperar la buena voluntad y el sentido de humanidad que anhelamos, debemos comenzar por cada uno de nosotros, una persona a la vez (Russell M. Nelson, “NAACP Convention Remarks”, discurso pronunciado en la convención anual de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, en Detroit, Michigan, el 21 de julio de 2019, newsroom.ChurchofJesusChrist.org).

El élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió lo siguiente:

Élder Dale G. Renlund

La unidad requiere esfuerzo y se desarrolla cuando cultivamos el amor de Dios en nuestros corazones y nos centramos en nuestro destino eterno. Estamos unidos por nuestra identidad primaria común como hijos de Dios y nuestro compromiso con las verdades del Evangelio restaurado. A su vez, nuestro amor por Dios y nuestro discipulado de Jesucristo generan una preocupación genuina por los demás; valoramos el caleidoscopio de las características, perspectivas y talentos de los demás. Si no podemos colocar nuestro discipulado de Jesucristo por encima de los intereses y puntos de vista personales, debemos volver a examinar nuestras prioridades y cambiar (Dale G. Renlund, “La paz de Cristo pone fin a las enemistades”, Liahona, noviembre de 2021, pág. 84).

La hermana Michelle D. Craig, Primera Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, enseñó lo siguiente:

¿Cómo pueden las enseñanzas que se encuentran en 2 Nefi 26:33 ayudar a las personas a venir al Salvador?

Calyann estaba investigando la Iglesia, pero tenía dudas. Mira el video que se encuentra a continuación para saber cómo la ayudó el pasaje de 2 Nefi 26:33.

• El video anterior también se sugiere como video de práctica en la lección siguiente.

¿Estar unidos en Cristo significa que todos tenemos que ser iguales?

Los élderes Quentin L. Cook y Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñaron acerca de la manera en que la cultura de Cristo permite que haya espacio para las diferencias individuales:

Élder Quentin L. Cook

[E]n nuestra época […], para muchos el hincapié se hace en el tribalismo, que a menudo se basa en el estatus social, el género, la raza y la riqueza. En muchos países, si no en la mayoría, la gente está profundamente dividida en cuanto a la manera de vivir. La única cultura a la que nos adherimos y que enseñamos en la Iglesia del Señor es la del evangelio de Jesucristo. La unidad que procuramos es la de ser uno con el Salvador y Sus enseñanzas […].

Cumplir las responsabilidades divinamente asignadas, basadas en rectitud, unidad e igualdad ante el Señor, nos brinda felicidad personal y paz en este mundo, y nos prepara para la vida eterna en el mundo venidero (Quentin L. Cook, “Prepárense para presentarse ante Dios”, Liahona, mayo de 2018, pág. 116).

Élder Jeffrey R. Holland

Hay lugar para quienes hablan diferentes idiomas, celebran diversas culturas y viven en multitud de sitios. Hay lugar para los solteros, para los casados, para las familias numerosas y para los que no tienen hijos. Hay lugar para quienes alguna vez han tenido inquietudes concernientes a su fe y para quienes todavía las tienen. Hay lugar para quienes difieren en cuanto a su atracción sexual. En resumen, hay lugar para todas las personas que aman a Dios y honran Sus mandamientos como la inviolable vara de medir la conducta personal (Jeffrey R. Holland, “Las canciones que se cantan y las que no se cantan”, Liahona, mayo de 2017, pág. 51).

Mira el video siguiente, en el que el élder Holland brinda consejo a aquellos que se sienten desanimados o excluidos del reino del Señor porque piensan que son muy diferentes de todos los demás.