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Use las siguientes claves, lea cada concepto y circule el número más apropiado.

Clave: 1 = nunca 2 = a veces 3 = a menudo 4 = casi siempre 5 = siempre

La doctrina de Cristo: El objetivo misional

Procuro ayudar a otras personas a desarrollar fe en Cristo, arrepentirse, bautizarse, recibir el Espíritu Santo y perseverar hasta el fin.
Siento amor sincero por las personas a las que enseño.
Al enseñar, procuro ayudar a los demás a fortalecer su fe en Jesucristo.
Invito a mis investigadores a hacer uno o más compromisos como parte de cada visita.
Invito a mis investigadores a bautizarse durante la primera lección.
Invito a mis investigadores a bautizarse con una fecha específica a más tardar durante la segunda lección.

Siento la presencia del Espíritu Santo en mi vida.
Procuro discernir las necesidades de mis investigadores.
Procuro reconocer las impresiones espirituales que me vienen a la mente y al corazón al enseñar.
Al enseñar, sigo las impresiones espirituales que me vienen a la mente y al corazón.
Mis investigadores comprenden la función que desempeña el Espíritu Santo en su conversión.
Sigo las impresiones del Espíritu Santo para ayudar a los demás a aceptar la invitación a ser bautizados.

Mis investigadores comprenden que orar es un mandamiento.
Mis investigadores saben cómo orar con sinceridad y con verdadera intención.
Mis investigadores saben cómo actúa el Espíritu Santo a fin de que ellos puedan reconocer las respuestas a sus oraciones.
Invito al jefe de familia a ofrecer una oración de rodillas al final de la primera lección.
Invito a mis investigadores a ofrecer oraciones de rodillas en lecciones posteriores.

Mis investigadores comprenden que obtener un testimonio del Libro de Mormón es primordial para saber que José Smith fue un profeta.
Mis investigadores leen pasajes del Libro de Mormón entre una visita de enseñanza y otra.
Si mis investigadores no completan las asignaciones de lectura, mi compañero y yo las leemos con ellos.
Invito a mis investigadores a orar para saber que el Libro de Mormón es verdadero.

Ayudo a mis investigadores a comprender por qué es importante santificar el día de reposo.
Mis investigadores entienden cómo santificar el día de reposo.
Incluyo al consejo de barrio para que ayuden a los investigadores a asistir a la Iglesia.
Invito a mis investigadores a asistir a la Iglesia.
Mis investigadores asisten a la Iglesia.

Cuando enseño, uso un plan de lección creado de acuerdo con las necesidades de mis investigadores.
Cambio lo que enseño de acuerdo con las impresiones del Espíritu Santo.
Estoy más enfocado en las necesidades y la comprensión de mis investigadores que en hablar sobre todos los puntos de la lección.
Cuando enseño, procuro tener el don de discernimiento a fin de saber qué preguntas debo hacer.
Presto mucha atención a fin de saber qué están pensando mis investigadores y cuáles son sus necesidades.
Hago caso a las impresiones que me vienen a la mente y al corazón mientras enseño.
Soy paciente y trato de entender las necesidades de mis investigadores.
Al enseñar, el silencio no me incomoda.
Presento la doctrina en términos claros y sencillos.

Soy valiente y amoroso al extender compromisos.
Entiendo de qué manera el extender compromisos me ayuda a cumplir con el objetivo de la obra misional.
Mientras me preparo para enseñar, pienso en invitaciones apropiadas para extender a las personas.
Ayudo a otras personas a comprometerse porque sienten el deseo de acercarse más al Señor y no porque sienten una obligación hacia mí.
Verifico todas las invitaciones con la intención de brindar apoyo y ánimo.

Al dar la primera lección, comienzo usando varios puntos de “Cómo comenzar a enseñar”.
Aplico los puntos de manera diferente con cada investigador de acuerdo con las impresiones del Espíritu Santo.
Mis investigadores entienden el propósito de nuestras visitas.
Mis investigadores entienden cuál es mi función en ayudarlos a recibir las bendiciones del Evangelio y la expiación de Jesucristo.