Liahona
La Iglesia tiene el objetivo de ayudar a todos los hijos de Dios
Febrero de 2024


“La Iglesia tiene el objetivo de ayudar a todos los hijos de Dios”, Liahona, febrero de 2024.

Bienvenidos a este ejemplar

La Iglesia tiene el objetivo de ayudar a todos los hijos de Dios

Desde las islas montañosas de Vanuatu hasta las sinuosas colinas de Bélgica, los diecisiete millones de miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se encuentran en más de 31 000 barrios y ramas en todo el mundo.

Apoyar a una Iglesia mundial es un esfuerzo colosal que incluye administrar el diezmo y las ofrendas de ayuno, edificar y mantener centros de reuniones y templos, y producir y distribuir recursos del Evangelio como Escrituras e himnarios.

Estas son algunas de las muchas responsabilidades del Obispado Presidente, que trabaja bajo la dirección de la Primera Presidencia para administrar los asuntos temporales, o aspectos físicos, de la Iglesia.

Antes de escribir una serie sobre los asuntos temporales de la Iglesia para Church News, no sabía mucho sobre el Obispado Presidente. No solo aprendí acerca de la función y el propósito del Obispado Presidente en la Iglesia, sino que descubrí cómo su trabajo puede ayudarnos en nuestra propia vida y llamamientos (véase la página 12).

Uno de los principios que aprendí es que la Iglesia tiene que ver con las personas, desde Vanuatu hasta Bélgica y en todos los demás lugares. Se trata de ayudar a todos los hijos de Dios a decidir regresar a casa con Él y recibir las bendiciones de la Expiación del Salvador. Como dice el élder D. Todd Christofferson en este ejemplar: “El gozo duradero se recibe al perseverar en el Evangelio de Jesucristo y al ayudar a los demás a hacer lo mismo” (página 4).

Espero que esta verdad sea una realidad para cada uno de nosotros.

Atentamente,

Sydney Walker

Church News

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Personas obtienen el fruto de un árbol

“Y siguieron hacia delante, asidos constantemente a la barra de hierro, hasta que llegaron, y se postraron, y comieron del fruto del árbol”.

The Love of God [El amor de Dios], por Sabrina Squires