2023
El Templo, la obra misional y el recogimiento de Israel
Septiembre de 2023


Voces de los santos

El templo, la obra misional y el recogimiento de Israel

El anterior fin de semana fui a recibir las investiduras en el templo, fue una de las mayores experiencias que he tenido. Me sentía como cuando me bauticé y no tenía mucha idea de lo que pasaba o entendía, pero sabía tres cosas:

  1. El Evangelio es más profundo de lo que pensaba, pero a su vez se ve la sencillez que tiene, todo está armado de una manera que ni nosotros entendemos, pero perfecta.

  2. Los misterios de Dios se están esclareciendo, cada vez es más fácil entender partes del Evangelio que no estaban del todo explicadas. Tenemos ayudas para entender las Escrituras (Ven, sígueme), los formatos de las reuniones en los domingos cambiaron en los últimos años y ciertos convenios se agilizaron.

Y la última cosa que aprendí en el templo (esta de forma personal):

  1. Había paz, MUCHA PAZ, y mucho desgaste físico. Una vez que llegué al salón celestial, no podía pensar en absolutamente nada, estaba fascinado por el lugar y no tenía preocupaciones. Y ahí pasó algo que no recuerdo haber visto antes: Vi a mi padre llorar.

En ese momento me di cuenta del espíritu y amor que había en ese lugar.

Durante los primeros días le estuve dando vueltas a mi cabeza, diciéndome: “Yo ya estuve aquí, ya tuve este sentimiento”. Tras esto me vino a la mente el sueño que tuve hace ya dos años: Parecía una reunión de amigos, ya que éramos bastantes personas. Entre ellas me encontré a mi primo, pues lo había invitado. Más tarde me encontré a mi otro primo, creía que nunca más lo vería.

Tras eso estaba muy emocionado y lo abracé inmediatamente. Tenía el deseo de que se quedara con nosotros siempre, pero con él había una persona diciendo que no, que debían irse.

Durante el poco tiempo que estuvo, recuerdo que disfrutamos y tuvimos muchas actividades, y al final del día recuerdo que tuvimos un momento de reflexión. En ese momento me sentía con paz y recuerdo que sentía a la vez tristeza, ya que me decía en varias ocasiones: “Ojalá tuviera este sentimiento espiritual siempre”.

Al día siguiente yo daba por hecho que mi primo se había ido, sin embargo, me llevé la sorpresa de que dejó a su acompañante y decidió quedarse con nosotros, ya que se veía arrastrado por esa persona. El momento de felicidad fue increíble.

Ahora este sueño que tuve tiene más significado. Es justo lo que sentí en el salón celestial. Ese sentimiento de querer que todos vengan y conozcan el Evangelio y su verdad, que vean y sientan lo mismo que yo en el templo. Simplemente es querer que logren el mayor grado de gloria igual que nosotros y volver a reunirnos como familias eternas.

Ahora bien, ¿cómo podemos hacer efectivo este recogimiento?

En la última conferencia el presidente Russell M. Nelson dijo:

“Conforme ustedes muestren la caridad que los verdaderos seguidores de Jesucristo manifiestan, el Señor magnificará sus esfuerzos mucho más allá de lo que pudieron imaginar”1.

Al regresar del templo fuimos a Arzúa a conocer por primera vez a la familia de mi abuela. En el pasado, algunos de los miembros de la familia presentes hicieron pasar muy mal a mi familia por muchos años. Y, sin embargo, había un amor enorme ese día. Mi abuela los perdonó a pesar de todo, ella no tiene ningún remordimiento y, en estos últimos años, ellos se dieron cuenta de sus errores. La relación se había arreglado.

La caridad es la base para todo y el templo es un lugar para sentir esto más que nunca, y cosas como lo que pasó con nuestra familia son posibles, más de lo que nos podríamos imaginar. Con esto podemos acelerar el recogimiento de Israel.

Y eso no es todo, hay una parte esencial para este recogimiento, la obra misional: Es el inicio para dar a conocer la restauración, las bendiciones del linaje de Abraham y de la conversión al Evangelio, dejando la semilla de la fe.

El presidente Nelson dijo: “La obra misional es solo el comienzo de la bendición. El cumplimiento, la consumación de esas bendiciones se produce cuando aquellos que han entrado en las aguas del bautismo perfeccionan su vida hasta el punto de poder entrar en el santo templo. Recibir la investidura allí sella a los miembros de la Iglesia al convenio de Abraham”2.

Yo he decidido ser esa parte esencial del recogimiento aquí en la tierra y por eso voy a ser representante de Jesucristo, sirviendo en una misión de tiempo completo en Inglaterra, Manchester.

¿Que será difícil? Me da igual, lo importante será la intención con la que voy a ir. Por favor, quienes quieran servir en una misión no os apresuréis para mal, debéis sentir si debéis ir. Orad, leed las Escrituras y tened el sentimiento de partir. Yo voy cinco años más tarde de lo que podría ir y no me arrepiento. Incluso pensándolo hoy en día veo que debía pasar de esta manera.

Sé que esta es la Iglesia verdadera, sé que lo que sentí en el templo es algo que puedo llevarlo conmigo en la misión, incluso de una forma más cercana. Sé que tendré esas bendiciones y protección durante mi llamamiento. Soy una persona simple y quiero mostrar al mundo la simpleza del Evangelio y su verdad.

En el nombre de Jesucristo. Amén.

Notas

  1. “Se necesitan pacificadores”, presidente Russell M. Nelson, abril de 2023.

    2 “El futuro de la Iglesia: Preparar al mundo para la segunda venida del Salvador”, presidente Russell M. Nelson, abril de 2020.