2009
Dar testimonio
Octubre de 2009


Dar testimonio

Maria Kaneva, Blagoevgrad, Bulgaria

“Iré yo primero”, dice Irinka todos los primeros domingos de mes. Agarrando fuertemente la silla con las manos y con los ojos llenos de entusiasmo, logra reunir valor. Irinka tiene sólo nueve años, pero parece ser la más valiente de los ocho miembros de la Iglesia que van regularmente a su rama en Bulgaria.

Antes de ponerse de pie, Irinka normalmente espera para ver si alguien más desea dar su testimonio primero. Todos la miran sin que se dé cuenta y esperan a que ella pase primero al frente. Finalmente, con una gran sonrisa, camina hasta el púlpito. El presidente de rama le alcanza un banquito en el cual se puede poner de pie para ver a los miembros. Irinka, la única en la Primaria, mira a la pequeña congregación y empieza a hablar.

Ella no parece ponerse nerviosa aunque todos la estén mirando. Los miembros escuchan su dulce voz; cuando habla acerca de Cristo, de las Escrituras y de que la Iglesia es verdadera, influye en el testimonio de las demás personas.

Cuando se sienta, todo está tranquilo y parece que el Espíritu ha tocado el corazón de los demás. Entonces otro de los miembros se pone de pie y testifica, y luego otro y otro…