2009
Las normas: Una medida que se ajusta a todos
Julio de 2009


Las normas: Una medida que se ajusta a todos

En una estaca de Inglaterra, los adultos están empezando a descubrir las bendiciones que se reciben por prestar la debida atención al folleto Para la fortaleza de la juventud.

A Sarah Edwards, Emily Bowles y Eleanor McKee les encanta salir de compras y cuando van a las tiendas de Northampton, esas jóvenes Santos de los Últimos Días llevan consigo dinero y cierto folleto, el mismo que guía a sus padres cuando compran ropa o buscan una película para ver.

En la Estaca Northampton, Inglaterra, los adultos, así como los adolescentes, están poniendo en práctica los consejos de Para la fortaleza de la juventud, que ha ayudado a los padres a reflexionar sobre las películas y los programas de televisión que ven, así como las actividades en las que toman parte; que ha contribuido también a que algunos vivan más plenamente el día de reposo y lo disfruten más con su familia. De hecho, los adultos de la estaca han comenzado a referirse al título del folleto como “Para la fortaleza de todos”, porque se aplica a ellos igualmente.

El presidente Clive Joliffe, que el año pasado recibió el relevo como presidente de la estaca, dice: “Analizamos y oramos sobre la forma de ayudar a las familias a progresar en el Evangelio y a preparar a nuestros hijos para cumplir una misión y para casarse en el templo, y nos sentimos inspirados a emplear el folleto Para la fortaleza de la juventud. Queríamos que toda la familia entendiera las normas que brindarán felicidad y gozo a todos sus integrantes”.

Los jóvenes de la estaca han notado el cambio que ha surtido en sus respectivas familias la importancia que se ha dado al folleto, y se sienten agradecidos por ello. “Es verdaderamente importante defender las normas, y nosotros, los jóvenes, buscamos el ejemplo en los adultos; por eso, Para la fortaleza de la juventud les hace recordar las normas que todos debemos seguir”, dice Eleanor McKee, de diecinueve años. “Es bueno que se nos recuerde lo que se espera de nosotros, y también asegurarnos de que no haya hipocresía cuando se trate de obedecerlas”.

Daniel Kitsell, de diecisiete años y miembro del Barrio Huntingdon, agrega: “Me gusta ese folleto porque no es sólo para los jóvenes, sino que sé que mis padres también escuchan su mensaje y eso les ayuda a mantener las normas”.

Una de las familias que ha sentido los efectos de seguir esos consejos es la del obispo Richard Auger, del Barrio Banbury, compuesta por su esposa, Gill, y por sus dos hijas, Hannah y Charlotte, ambas casadas recientemente en el Templo de Londres. El obispo Auger, inspector en el cuerpo de policía del Valle del Támesis, tiene una aguda percepción de las normas bajas del mundo y de sus efectos en los jóvenes y en la conducta de éstos. “Gill y yo utilizamos Para la fortaleza de la juventud a fin de aprender a ser mejores padres, y para ser constantes y basarnos en las Escrituras”, dice.

“A lo largo de los años de adolescencia de nuestras hijas, lo empleamos como guía de diversas maneras; cuando ellas querían ir a comprarse ropa, lo cual nos preocupaba, les dábamos el folleto para llevarlo consigo a fin de que lo consultaran en los momentos de tomar decisiones”.

Hanna, que tiene veintiún años, comenta: “Llevábamos el folleto en la cartera porque explica claramente lo que es apropiado y lo que no lo es”. Las hermanas aprendieron que podían hacer algunas prendas más modestas con algo de costura o agregándoles un accesorio. Charlotte, de diecinueve años, dice: “Hannah y yo nunca pensamos que nuestros padres tomaban las decisiones en lugar de nosotras; sabíamos que seguían al Profeta y al Salvador y que, si los seguíamos a ellos, también nosotras estaríamos siempre obedeciendo las enseñanzas del Salvador”.

Son muchos los adultos que opinan que, además de promover normas de modestia y de contribuir a las buenas decisiones con respecto a los medios de comunicación, el folleto les sirve también para prestar más atención a los consejos proféticos sobre la observancia del día de reposo. Sue Preece, Presidenta de la Sociedad de Socorro del Barrio Kettering, considera que Para la fortaleza de la juventud es “un instrumento que utilizamos en nuestro empeño por lograr la perfección. No dejamos de necesitar esas pautas al cumplir los dieciocho años; a mí me inducen a evaluar mi conducta, y he hecho algunos cambios que me acercan más a mi Padre Celestial. Por ejemplo, con haber hecho solamente un pequeño cambio en mi forma de observar el día de reposo, ese día se ha convertido en un verdadero oasis para mí”.

La hermana A. J. Hough, también del Barrio Kettering, menciona la forma en que el hacer hincapié en los principios de Para la fortaleza de la juventud le ha ayudado a ser mejor madre: “Como tengo tres adolescentes, quería cerciorarme de vivir yo también completamente de acuerdo con las normas. Estaba resuelta a encontrar la forma de elevar nuestro estilo de vida y de darles un buen ejemplo. Decidí enfocarme en la sección ‘La observancia del día de reposo’ y me he establecido nuevas metas para mejorar el ejemplo que yo doy. Espero tener mayor influencia en aquellos a quienes amo más: mi familia. Ahora utilizamos el folleto en las noches de hogar. Y, ya sea que procuremos ser creativos en nuestras actividades familiares o que planifiquemos de antemano la plena observancia de ese día santo, empleamos esas normas para guiarnos”.

Esa clase de ejemplos no pasan inadvertidos para la juventud de la estaca. A Josh Reynolds, presbítero de dieciséis años y miembro del Barrio Kettering, le gusta jugar al fútbol como a muchos otros jovencitos, y tuvo bastante éxito al principio; pero cuando quiso jugar junto con algunos de sus amigos en un equipo local, se enfrentó a un conflicto, pues los partidos se realizaban los domingos. “Mi mamá y mi papá me explicaron por qué los miembros de la Iglesia tenemos que guardar santo el día de reposo, y cómo lo hacemos. Yo lo acepté, y al cabo de un tiempo ya no me disgustó no poder jugar. Estoy sumamente agradecido a mis padres por darme un buen ejemplo y enseñarme a guardar santo el día de reposo”.

Heather Slattery, que tiene cinco hijos y es miembro del Barrio Kettering, dice: “A veces, los padres y otros adultos pensamos que esas normas son valores para la juventud y olvidamos que nosotros somos tan susceptibles a la tentación como los jóvenes. Para la fortaleza de la juventud nos recuerda constantemente que debemos asirnos a la barra de hierro con ellos y afanarnos juntos, fortaleciéndonos y apoyándonos unos a otros como hijos que somos de nuestro Padre Celestial”.

No hay duda de que los miembros de la Estaca Northampton se sienten más fuertes, tanto en lo personal como en su familia, por seguir las pautas de Para la fortaleza de la juventud. El presidente Joliffe resume sus pensamientos con estas palabras: “El folleto es inspirado y está escrito de manera sencilla, a fin de que cada uno de nosotros vea claramente lo que el Padre Celestial espera de Sus hijos. He tratado de vivir de acuerdo con esas normas para alentar a mis hijos a seguir mi ejemplo. Tengo un fuerte testimonio de que somos bendecidos por contar con consejos claros en cuanto a la forma en que debemos vivir, a fin de ser merecedores de todo lo que el Padre tiene reservado para nosotros”.

Cuando Josh Reynolds se enfrentó a la decisión de tomar parte en juegos que se efectuaban los domingos, los buenos ejemplos y las enseñanzas de sus padres le ayudaron a decidir lo correcto.

Sarah Edwards, Eleanor McKee y Emily Bowles han descubierto que Para la fortaleza de la juventud es una guía práctica cuando van a comprarse ropa.

La familia Auger —Charlotte, Gill, Richard y Hannah— ha reconocido desde hace mucho tiempo lo importante que es para padres e hijos estar de acuerdo en lo concerniente a las normas.

Fotografías por Simon Jones.