Historia de la Iglesia
“Ya rompe el alba”


“Ya rompe el alba”, Historias mundiales: Ucrania, 2018

“Ya rompe el alba”, Historias mundiales: Ucrania

“Ya rompe el alba”

El cielo gris se cernía sobre Kiev, Ucrania, en la mañana del 12 de septiembre de 1991, cuando Oleksandr Manzhos y un puñado de otros Santos de los Últimos Días salieron de sus casas para asistir a una pequeña reunión al aire libre con los élderes Boyd K. Packer y Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles. Para Oleksandr y los demás, sería su primera oportunidad de escuchar a un Apóstol. Todos eran conversos recientes, les habían enseñado y bautizado algunos de los primeros misioneros en Ucrania.

Oleksandr había conocido a los primeros misioneros que llegaron a Ucrania, Ivan Stratov y Brian Bradbury, en el otoño de 1990, luego de una llamada telefónica de su tía. “Hay dos jóvenes estadounidenses aquí”, dijo, sin saber que Stratov era australiano. “Tienen mucha hambre. Déjalos que vayan a tu casa y dales de comer”. Resultó que los jóvenes tenían tanta hambre como deseos de compartir el Evangelio restaurado. Oleksandr, como muchos ucranianos, se había criado sin religión durante la época soviética, pero el mensaje de los misioneros le cambió el corazón. Fue bautizado a principios de 1991 y se convirtió en uno de los líderes del pequeño grupo de santos que se reunió aquella mañana de septiembre.

Reunidos en la colina de Volodymyr, Oleksandr, los santos de Kiev y los misioneros podían ver el río Dniéper y la margen izquierda de la vasta ciudad que se extendía ante ellos. Se enteraron de que el élder Packer ofrecería una oración especial para dedicar la tierra de Ucrania para la predicación del Evangelio restaurado, que ya había echado raíces en corazones como el de Oleksandr. Cuando el élder Packer citó el himno “Ya rompe el alba” en su oración, las nubes se separaron, dejando caer brevemente rayos de sol matutinos sobre la ladera. El élder Packer dijo que llegaría el día en que muchos miles de ucranianos aceptarían el Evangelio restaurado y declaró que “a su debido tiempo, se verán agujas de templos por toda esta gran tierra”.

En los años siguientes, santos como Oleksandr verían cumplirse las bendiciones prometidas en aquella oración matutina. En 1996, Oleksandr fue llamado como presidente de misión en Ucrania y ayudó a difundir el Evangelio en ciudades de Ucrania Oriental. También fue llamado como primer Setenta Autoridad de Área de Ucrania y fue testigo de la creación de la primera estaca del país en 2004 y de la dedicación de un templo en Kiev en 2010.