Historia de la Iglesia
Una nueva curiosidad


“Una nueva curiosidad”, Historias mundiales: Alemania, 2021

“Una nueva curiosidad”, Historias mundiales: Alemania

Una nueva curiosidad

“Hay una gran obra por hacer en Alemania”, escribió el élder Orson Hyde, del Cuórum de los Doce Apóstoles, a José Smith en 1840, mientras viajaba a Jerusalén para dedicar esa tierra para el regreso de los judíos. Hyde también propuso escribir una serie de disertaciones en alemán sobre la doctrina y la historia de la Iglesia y pidió permiso para traducir el Libro de Mormón. “Lo apruebo totalmente”, escribió José Smith como respuesta.

Durante su viaje, Hyde comenzó a estudiar alemán y, en su viaje de regreso, pasó siete meses en Ratisbona, donde impartió cursos de inglés. Mientras estaba allí, escribió y publicó Ein Ruf aus Der Wüste (Una voz que clama desde el desierto), un extenso folleto que contenía el esquema doctrinal e histórico que Hyde había propuesto previamente. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, Hyde no bautizó a ningún converso durante su estadía en Ratisbona.

Durante la década siguiente, los líderes de la Iglesia hicieron varios intentos fallidos de reanudar la predicación en Alemania. Aun así, algunos alemanes se bautizaron mientras vivían en otros países. En 1843, Jacob Zundell, Frederick Moeser y Johann Greenig, santos alemanes bautizados en los Estados Unidos, fueron llamados a predicar en su tierra natal. Aunque no se conservan registros de ella, Johan Greenig notificó que había organizado una rama en Darmstadt.

En 1851. George P. Dykes, un misionero de habla alemana que predicaba en Dinamarca, bautizó a dos conversos en Schleswig-Holstein antes de ser expulsado de la región. Dykes decidió regresar a Utah, pero el élder John Taylor lo convocó para que, en cambio, viajara a Hamburgo y tradujera el Libro de Mormón al alemán. Con George Viett, un alemán bautizado en París, y Daniel Carn, presidente de la recién creada Misión Alemana, la traducción se realizó en solo seis meses y se publicó el 25 de mayo de 1852.

Después de que Dykes y Viett partieron hacia Utah, Carn y un pequeño grupo de misioneros predicaron en muchas ciudades alemanas. No obstante, al cabo de dos años se vieron obligados a marcharse y muchos de los conversos emigraron a Estados Unidos.

En 1855, Karl G. Maeser, un instructor de veintiséis años del Instituto Budich de Dresde, leyó Die Mormonen, un libro que se burlaba de la Iglesia y sus miembros. Maeser dijo más tarde que las “deducciones sumamente faltas de lógica y los insultos sarcásticos despertaron mi curiosidad”. Maeser escribió a las misiones de Suiza y Escandinavia solicitando que los misioneros fueran a su casa. William Budge, un misionero que hablaba un alemán “imperfecto”, viajó a Dresde en septiembre de 1855. Con una Biblia con columnas paralelas en alemán e inglés, Budge enseñó al pequeño grupo reunido en casa de Karl y Anna Maeser. Poco tiempo después, ocho personas fueron bautizadas y se organizó una rama. Sin embargo, cuando las autoridades locales descubrieron sus reuniones, Maeser y otras personas fueron desterradas de Sajonia. Maeser y su familia se mudaron primero a Inglaterra, pero finalmente se establecieron en Utah.

Durante la década siguiente, hubo misioneros de Suiza que predicaron ocasionalmente en ciudades alemanas. En 1868, cuando Karl Maeser regresó como presidente de la Misión Suizo-Alemana, había más de 450 miembros en ciudades alemanas, pero se habían organizado muy pocas ramas. En 1870, al final del período de Maeser como presidente de misión, se habían organizado ramas con miembros locales como líderes en la mayoría de las principales ciudades alemanas y se habían bautizado más de 600 conversos.