Historia de la Iglesia
Los comienzos en Bielorrusia


“Los comienzos en Bielorrusia”, Historias mundiales: Bielorrusia, 2019

“Los comienzos en Bielorrusia”, Historias mundiales: Bielorrusia

Los comienzos en Bielorrusia

Al finalizar la era soviética y después de la independencia de Bielorrusia en 1991, los bielorrusos se vieron enfrentados a la incertidumbre económica y social. A la vista de esos desafíos, algunas personas deseaban una renovación religiosa. A medida que aquellos bielorrusos buscaban la fe, algunos hallaron información sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y desearon aprender más.

En 1991, Anatoly Neverov encontró un folleto en su ciudad natal, Minsk, que contenía la historia de José Smith. Anatoly, que era un cristiano creyente, estaba intrigado por lo que había leído y escribió a la Iglesia para solicitar más literatura, explicando que quería “investigar y encontrar el camino correcto hacia Jesús”. Con el tiempo, su carta llegó a Howard Biddulph, el presidente de misión en Ucrania. Los dos comenzaron a mantener correspondencia y a analizar las preguntas religiosas de Anatoly. Cuando la Iglesia asignó a Karl y Hanna Borcherding a ir a Minsk en enero de 1993, el presidente Biddulph se comunicó con Anatoly en busca de ayuda. Anatoly utilizó su experiencia laboral en una agencia de turismo para ayudar al matrimonio a establecerse en Minsk. También hizo lo mismo con otros jóvenes Santos de los Últimos Días, a quienes el presidente Biddulph envió a ofrecer servicio a la comunidad y responder a las preguntas de los bielorrusos acerca de la Iglesia. Anatoly fue bautizado en el otoño de 1993.

Entre esos primeros contactos se encontraba también Yury Ustin, un abogado con una joven familia que vivía en Minsk. Un día, en 1992, leyó un artículo en una revista rusa sobre los mormones. Impresionado por lo que leyó, decidió obtener más información, escribió a la Iglesia y solicitó un ejemplar del Libro de Mormón. Sin embargo, a diferencia de Anatoly, tuvo que esperar muchos meses antes de que se comunicaran con él a principios de 1993. A pesar de la espera, comenzó a asistir con entusiasmo a las reuniones de la Iglesia y a estudiar sus enseñanzas. Fue bautizado el 2 de mayo de 1993 y se unió a una congregación pequeña, pero en crecimiento. Valiéndose de su experiencia como abogado, ayudó a establecer relaciones entre la Iglesia y los funcionarios gubernamentales. También prestó servicio como uno de los primeros presidentes de rama en Minsk. Gracias a Yury, Anatoly y a muchas otras personas, la Iglesia se estableció en Bielorrusia.